EDITORIAL
Si la justicia a destiempo es
injusticia, la información tardía es ridícula.
Y el que ahora aparezca un “reportaje”
en la publicación web In These Times, titulado “Cómo Estados Unidos solucionó su crisis migratoria”, en el que se
afirma que México le hizo el “trabajo
sucio” de Washington -bajo presión y con apoyo económico- al obstaculizar
las rutas para migrantes provenientes de Centroamérica, dejándolas a merced de
pandillas que los sometieron a violaciones, secuestros, extorsión y asesinatos,
tiene, sin duda, mar de fondo que habría que investigar.
Pero todo indica que es parte de
una campaña para desanimar aún más la migración hacia la Unión Americana; toda
vez que el desempleo está llegando a ser un serio problema para la Casa Blanca.
Toda vez que desde el 2010,
cuando se cometió la masacre de 72 individuos -58 hombres y 14 mujeres- en el
rancho San Fernando, ubicado en el Estado de Tamaulipas; en este mismo espacio
se opinó que, dadas las circunstancias, bien podían haber sido policías
fronterizos los que la perpetraron, y no los Zetas, a quienes culparon.
El que un testigo haya dicho que
fueron asesinados porque luego de ser secuestrados, no pagaron el dinero que
les exigían para dejarlos libres -cuando los migrantes viajan con una mano
atrás y otra adelante y la mayoría de las veces no tienen dinero ni para
comer-.
Y que como también se negaron a
formar parte del grupo criminal, por eso los acribillaron por la espalda. Cuando hasta el más firme en sus convicciones
aceptaría convertirse en delincuente a cambio de que no lo mataran, es
francamente patético.
Y si a eso aunamos que el
“testigo” fue un individuo al que dieron por muerto, pero que con un tiro se
desplazó varios kilómetros hasta que encontró ayuda; y que una vez en el
hospital, al ser entrevistado lo primero que dijo fue que habían sido los Zetas
-como si antes de ejecutarlos los asesinos se hubieran identificado como parte
del cártel-.
Y que al preguntársele qué
mensaje le daría a sus conciudadanos, dijo que les aconsejaba a sus paisanos no
ir a los EEUU porque al pasar por México los mataban.
Cabe recordar, que siempre se ha
dicho que para encontrar al responsable de cualquier delito hay que primero
averiguar quién o quiénes son los que salieron beneficiados con el crimen; y
los directamente beneficiados fueron -y son- quienes no querían -y todavía no
quieren- que los migrantes crucen la frontera.
Sin de ninguna manera omitir que
los propios elementos mexicanos de migración fueron y son los primeros que
cometen todo tipo de atrocidades con los migrantes.
Aún así, durante años los
vagones del tren al que llaman La Bestia, trasladaron de Chiapas a la
frontera Norte a migrantes, principalmente centroamericanos, que intentaban
llegar al mentado “sueño americano”; para
la mayoría convertido en pesadilla.
Hasta que en junio del año
pasado Washington enfrentó la crisis a la que llamó oficialmente una “urgente emergencia humanitaria”, cuando
a sus albergues fronterizos llegaron 50 mil niños migrantes intentaban cruzar,
sin la compañía de sus padres o personas adultas.
Por lo que los presidentes de
ambos países se pusieron en contacto para encontrar y llevar a cabo medidas de
control a la situación.
A casi un año de que los
refugios de la frontera Sur de Estados Unidos se vieron llenos con los menores
de edad, el tren usado transita prácticamente vacío.
La imposibilidad de cruzar la
frontera, pues o son detenidos o son víctimas de delincuentes, ha obligado a
los migrantes a quedarse en refugios de México.
Pues finalmente, debido a la
vergonzosa sumisión de su gobierno, por eso a la tierra azteca se le llama el
patio trasero de Washington.
Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·
Por fin un ¡milagro! Llegó el ansiado Estado de derecho…
·
Lo que es no tener nada que hacer…
Cuando ya millones y millones de
mexicanos nos dábamos por vencidos y de plano aceptábamos que el Estado de
derecho era una vacilada, pues las residencias -a nombre de las respetables
esposas- y los cochupos gubernamentales pasarían impunemente a la historia…
El Señor Dios todo poderoso no
nos ha abandonado -hay que recordar que no se mueve la hoja de un árbol sin su
divina voluntad- y enviando una clara señal -que digo una clara señal, sino
muchas- de que se haría justicia…
Por lo que no solo los jornaleros
detenidos a quienes les fijaron fianzas por siete millones de pesos -a Rodrigo Vallejo se la fijaron en siete
mil- saldrán libres -de Mireles
mejor ni hablamos, a él todavía no le llega su turno- sino que a todos los
demás compañeros les aumentarán su sueldo y hasta los incluirán en el IMSS…
Pero no solo eso; el largo brazo
de la justicia agarró a Octaviano
Martínez Báez, un deshonesto funcionario de la
Delegación Coyoacán, quien intentó cobrarle como 100 pesos a una persona para
poder obtener su licencia para conducir…
Y por ello, la
Contraloría General del Distrito Federal lo presentó ante el Ministerio Público
para que responda por su incalificable acción, que sin duda enlodará hasta a
sus descendientes que seguramente hasta se avergonzarán de él…
Pero hay más; pues la
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) fulminantemente cesó a
su delegado en Nayarit, José Omar
Cánovas Moreno, luego de que se hizo público que utilizó una embarcación
oficial de la dependencia para su uso personal…
La Profepa solicitó la
intervención del Órgano Interno de Control de la Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (Semarnat) para que inicie una investigación contra el hoy
ya ex funcionario, por el presunto uso indebido de la lancha con motor fuera de
borda…
Pero la bronca no termina ahí;
pues según relata un empleado de la misma delegación, que por obvias razones no
quiso identificarse, a pesar de que don José
Omar alega en su defensa que a las personas que paseo se las mandaron de
México, la verdad parece ser otra…
Pues se rumora que los paseantes
-una mujer en traje de baño y dos menores que los acompañaban- eran ¡su otra
familia! Y que al hacerse pública la
noticia, con fotos y toda la cosa, la auténtica, la legítima, la oficial,
injertada de pantera -lo que es más que entendible- también le quiere fulminar,
y dicen que le ha sacado sus trapitos a la calle…
Y si a lo anterior aunamos que
al de Conagua, o sea, al mexicanísimo descendiente de aztecas David Korenfeld Federman -lo de
los apellidos es porque sus antepasados deben de haberse comido a algún judío
errante- también ya lo habían corido por andar usando el helicóptero de la
Comisión como si fuera suyo -aunque siempre lo hacía, solo que esa vez lo
cacharon-…
Aunque dicen que sigue cobrando
mientras hay otro escándalo que haga olvidar el suyo y discretamente lo colocan
en alguna otra parte; como a Murillo
Karam, Alberto Bazbaz y a Alfredo Castillo…
Solo podemos justamente exclamar
¡Alabado sea el Señor Dios todo-terreno, perdón, todo poderoso, y la virgencita
de Guadalupe! que ya encarrerados, lo mismo y hasta evitan que nos vayan a
hacer otro fraude en las próximas elecciones y sigamos de mal en peor…
Finalmente la esperanza, que fue
lo único que quedó cuando se destapó la Caja
de Pandora, es lo último que se pierde; pues según William Shakespeare (1564 - 1610) “El desdichado no tiene otra medicina que la esperanza…
Aunque tampoco pueden pasarse
por alto las palabras del cáustico Friedrich
Nietzsche (1844 - 1900)”La esperanza
es el peor de todos los males, pues prolonga el tormento del hombre”. Y lo mismo el 7 de junio nos vuelven a
repetir la dosis.
Cambiando de tema…
Los que sí parece que no tienen
nada que hacer y se dedican a perder el tiempo en puras tarugadas, son los
honorables ministros de la Corte Suprema de Justicia, que encabezados por Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, en
solemne sesión, discuten, encaramados en la palestra, si aprueban que Rafael Caro Quintero, quien fue
liberado en agosto del 2013, deberá
ser reaprehendido para que cumpla su sentencia, pues le faltan todavía 12 años…
Solo que para
reaprehenderlo, primero tienen que localizarlo; y ese es precisamente el
problema, pues nadie sabe en dónde está, y hasta se rumora que es el líder “moral” del Cártel de Jalisco Nueva
Generación, que últimamente tantas simpatías ha despertado entre la sociedad al
declarar que van contra los malhechores.
Para
terminar…
Si el que Osorio Chong haya declarado que el Ejército nada tiene que decir
con relación a los normalistas de Ayotzinapa, ya es malo; pues lejos de
intentar proteger a los soldados los empina más…
El que ahora digan que gobierno
indemnizará con más de 50 millones de pesos a las familias de las víctimas y
sobrevivientes del ataque ocurrido en la localidad de Tlatlaya, es ya de plano
el colmo…
No solamente porque ya se había
hecho público que intentaron también acallar las protestas en el caso de
Ayotzinapa ofreciendo dinero a los familiares de los estudiantes; lo que ya es
grave…
Sino porque nada tiene que ver
un caso con el otro; pues si bien en el primero está probado que los
normalistas estuvieron retenidos en un cuartel militar -pues aunque se niegue
oficialmente fue el dictamen que emitió la Comisión Interamericana de los
Derechos Humanos-…
En el caso de Tlatlaya no se
puede soslayar que quienes fueron ejecutados cuando al parecer ya se habían
rendido, eran unos malditos secuestradores.
Verdaderas escorias sociales que no merecían otra cosa…
Y si se les preguntara a todos
aquellos que han sido víctimas de secuestros, o a los familiares que a pesar de
haber pagado el rescate no han vuelto a ver a quienes han secuestrado, que
opinan sobre el caso, seguramente que la mayoría estarán de acuerdo en que más
merecían…
Sobre todo porque no sería el
primer caso en que los secuestradores solo pasaran un tiempo presos y después
de ser liberados volvieran a las mismas.
Abogar o defender a ese tipo de basura humana que tanto daño hacen, es
inaudito e hipócrita…
Que no está bien que se lleven a
cabo ejecuciones extrajudiciales, de acuerdo.
Pero el Estado de derecho no existe en México y por ello hay
linchamientos que la sociedad hasta justifica…
Solo que en ellos no han
intervenido los soldados; y solo falta que los familiares de los ajusticiados
acepten el dinero que les ofrecen. Eso
sí que sería el colmo.
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
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