Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
- El puente está tendido...
Independiente de todo lo significativo
que pueda llevar a cabo AMLO durante
su mandato; como lo es intentar el abolir la corrupción. Cabiendo comentar, que a través de la Historia, el único Estado en el que no había
corrupción, fue la Esparta de Licurgo. Personaje que algunos consideran legendario;
pues lo mismo datan el tiempo en que vivió en el Siglo XIII; que en el Siglo
VI…
Pero las Leyes que estableció
desde el Siglo VI, en mucho siguen siendo base de la Constitución de hoy en día
de esa histórica Nación, que tuvo su momento de gran gloria como potencia de
primer orden durante nueve Siglos…
Y que decayó cuando sus
ciudadanos comenzaron a olvidar los principios de su propia cultura; sobre todo
por la alimentación; ya que en Esparta la alimentación de todos los ciudadanos
la proporcionaba el Estado en comedores públicos, a los que asistían todos,
incluyendo al Rey. Lo que nos puede dar
una idea de lo que por hoy sucede en muchas partes del mundo…
Pero lo cierto es que la empresa de acabar con la corrupción
no es nada fácil; ni siquiera donde se aplica la pena de muerte se ha
abatido. Pero la puede disminuir; y ahí
el ejemplo es muy importante. Así que en
ese sentido, diríase que va bien…
Y solo falta que el Poder
Judicial se independice completa y totalmente de los otros dos Poderes, por no
decir del Ejecutivo y su caja de resonancia, que lo han mantenido dócil a
través de la historia reciente…
Pero lo primero; y por hoy lo más
importante, es la inseguridad que se vive.
La queja social más generalizada.
Toda vez que en torno a la seguridad es que se formaron las sociedades…
El buscar la protección del
hombre fuerte que los pudiera defender de las agresiones de otros animales, fue
y continúa siendo la principal responsabilidad del Estado. Y si el Estado no cumple el compromiso de
proteger a sus ciudadanos; haciendo de paso evidente que ahí no se vive en un
Estado de Derecho; y por lo tanto, como tal, ese Estado no existe…
Sin soslayar las palabras de Daniel Webster (1782 - 1852) destacado
político de la época antibelum partidario de la independencia y la democracia “Todo
gobierno que no se apoye en las leyes, es un gobierno despótico, se llame como
se llame”…
Sería obvio el puntualizar que en
las ciudades en donde existe seguridad, sus ciudadanos se comportan de manera
distinta a quienes viven casi en manos de la delincuencia; como lo estamos
nosotros…
Y todo esto tiene estrecha
relación con la por hoy indispensable Guardia Nacional y la legalización no
solo de la marihuana, sino de todas las drogas; lo que traería enormes
beneficios económicos al Estado…
No solo al destinar el costo a
combatirlas hacia otros rubros; sino por el dinero que entraría al Erario por
concepto de su legal venta. Más el
beneficio al campo; siendo una planta de pocos cuidados y sumamente rentable
dada la variedad de usos que tiene: el etanol, el papel, y las telas, entre
muchos otros, dejaría dinero a los agricultores…
Lo que si cabe aclarar, es que la
inseguridad no se vive porque los narcotraficantes se pelean las plazas y las
rutas. La inseguridad que se vive es por la delincuencia común, que son los que
asaltan, roban, secuestran y violan…
Los narcotraficantes no tienen
necesidad de eso; y han tendido los puentes para convertir el ilícito de las
drogas en un negocio. Y se entreve al
apoyar el CJNG las medidas tomadas por el Presidente en contra del huachicol,
del que se desligan completamente…
Las cantidades de dinero que
manejan los narcotraficantes es más que suficiente como para andar robando,
asaltando, cobrando derecho de piso, extorsionando o secuestrando…
Ni tampoco violando. Tienen mucho dinero. Y en ese sentido las mujeres no les
faltan. Son muy especiales; lo mismo
capaces de casarse con un hombre de 597 kilos -como Manuel Uribe Garza de Monterrey que ya se murió- que enamorarse de
un asesino en serie condenado a muerte…
Además; las mujeres están enamoradas
del amor. Son, adorablemente lunáticas. Pero tan no están enamoradas de nosotros, que
por eso siempre nos quieren cambiar. Sin
soslayar que los hombres no somos la meta de las mujeres, sino el medio para
ser madres…
Quienes presumen de
conquistadores son los conquistados. Pero bueno. Sirva de catarsis a quien lo lea; y se consuelo
al saber que no es el único.
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
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