Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·
Acerca
del vacío de poder…
Si bien la primera y más
importante mentira que nos han contado a la especie humana; ya que desde que se
nace, en cualquier parte del Planeta, nos hacen creer en la existencia de un
Dios bueno y otro Malo. Y lo peor del
caso es que a través de los Siglos lo hemos creído…
Nos lo han hecho creer, mejor
dicho; porque nadie nace con creencias.
Se nace con instintos; comunes a todos los seres vivos. Como el instinto de la conservación de la
vida, el primero de ellos. El de la
conservación de la especie, el segundo en importancia…
Pero no siempre fue así. Esa creencia del Dios bueno y el Dios malo, principal
basamento de todas las religiones$, se registra por primera vez en los libros
del Avesta, escritos por el legendario Zaratustra
para los parsis, Zoroastro para
los griegos y fundador del Mazdeísmo; tal vez la más antigua
de las religiones que existen; y la primera monoteísta de que se tiene
conocimiento…
Un personaje del que a ciencia
cierta nadie sabe cuándo nació, ni cuando murió. Se habla de más de 6 300 años y de 1
200. Y algunos refieren que no es un
personaje, sino un título que ostentaron cuatro. Pero el último es del que se supone se habla;
y el que escribió los 21 libros Avesta…
El caso es que cuando esos
“primitivos” que llegaron a tener Ciudades-Estado que producían todo lo que
necesitaban -cero globalización- algunas fueron sitiadas por largos periodos de
tiempos y sobrevivían -cuando menos esos incivilizados nunca se quejaron por
falta de pasta de dientes ni medicinas-…
Aunque ciertamente tenían
tratados de libre comercio con otras Ciudades-Estado; recibían y enviaban
caravanas de mercancías. Pero eran
independientes y no creían en Dioses chafas que no sirven para nada…
Sin soslayar que tenían economías
lo suficientemente poderosas como para construir pirámides y murallas, que aún
a ciencia cierta se desconoce cómo las hicieron; pues con la actual tecnología
no es posible; y ni hay dinero para hacerlas…
Como los acueductos romanos y otras
portentosas obras como ciudades subterráneas, en las que sus ciudadanos vivían
bajo la tierra, donde tenían casas, centros de reuniones, calles, comercio,
etc. Eran Ciudades, con oficinas de gobierno y toda la cosa. Del exterior solo requerían del aire y de los
rayos del Sol, al que estos primitivos nombraban El Padre dador de la vida
-quién sabe por qué-…
Estos primitivos que no creían en
dioses chafas, construyeron monumentales palacios y castillos en escarpadas
montañas, que con su majestuosidad harían palidecer de vergüenza a la Casa
Blanca o Los Pinos. Ni con toda la
tecnología del mundo podrían reproducir el Machu Picchu, lugar de descanso del
emperador Pachacútec…
Sin soslayar la creación de
monumentos que nadie, ni el hombre más rico del mundo podría en la actualidad
hacer: como un monumento lo suficientemente grande para ser enterrado con un
ejército más de 8 000 soldados con caballos y arreos de combate. Y qué decir del Taj Mahal, el
indescriptiblemente hermoso monumento…
Pero excepto los que construyeron
el impresionante monumento mortuorio, que eran musulmanes creyentes en Alá, los
demás eran atrasados y primitivos que creían y le rendían culto -a su primitiva
manera; algunos todavía lo siguen haciendo- a una Diosa que les daba todo lo
que necesitaban…
Y no le pagaban impuestos ni le
rendían tributo ni nada de eso -más o menos como el Gobierno de Catar de hoy en
día, donde nadie paga impuestos- esa Diosa a la que le rendían y aún le rinden,
es La Madre Tierra, solo que le llaman de diferente manera según el idioma…
que creían en dioses vanidosos
que requerían de halagos, y ambiciosos
que requerían ofrendas; hoy las más de ellas en efectivo…
Pero nos enredamos en las
mentiras y nos olvidamos de los vacíos de Poder; que es la otra gran mentira
que nos han contado; pues no existen esos tales vacíos. La lucha por el Poder es y ha sido eterna; y
nunca dejará de existir…
Cuando uno cede el espacio, es porque
ya fue ocupado por otro. Y ya para que
cobren impuestos a los comerciantes -cobros de piso- es que el asunto ese del
vacío de Poder, sí que está grave.
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
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