OPINIONES Y COMENTARIOS
Julio Ricardo Blanchet Cruz.
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Las mentiras...
¿Es lo
mismo el engaño que la mentira? ¿Se puede
mentir sin engañar? Porque engañar sin mentir; sólo los animales. Pero hay más ¿Se puede vivir sin mentir? ¡Porque
todo mundo miente! Hay quienes consideran que la mentira es uno de los pilares
de la comunidad...
“Los
hombres no vivirían mucho tiempo en sociedad, si no se engañaran los unos a los
otros”
Francisco VI señor de La Roché, conocido como La Rochefoucauld (1613 –
1680)...
Pregunté
a Google: “la gente de algún lugar no miente”.
La respuesta: “no hay una visión creada por IA disponible para
esta búsqueda”. Pero citó técnicas
del FBI para detectar cuando alguien está mintiendo. Hay hasta cursos y tratados sobre las
mentiras...
La
hipocresía es parte del engaño. Como decir
que se es honrado con 200 pesos en la cartera, y ser un pillo. Ahora bien: si todo el mundo miente y engaña,
de tal forma, que se considera natural...
Pues
los niños mienten “naturalmente” -y se podría decir que hasta “lógicamente”-
para evitar el castigo. Y luego los
adultos, con los ejemplos que damos, nos encargamos de dar ese tipo de
educación...
Hay
estudios y encuestas que han determinado que todo el mundo miente; hasta contabilizando
las mentiras que a diario se dicen; desde luego no han incluido a las
mañaneras, porque entonces el número se dispararía. Aquí todo está bien. No pasa nada.
Podría
decirse que mentir para engañar es inherente al ser humano. Porque los animales engañan, pero no mienten. Hay muchos animales que se hacen los muertos para
no ser atacados por sus depredadores.
Los zorros son especialistas en el engaño...
Cuando
un zorro es perseguido por los perros de los humanos cazadores -cuyo jobi, cuyo
entretenimiento es matar- pasa debajo de un árbol de ramas bajas y luego corre
en dirección a un claro...
A
medio del claro para. Se regresa sobre
sus propios pasos; y al pasar junto al árbol se trepa por sus ramas bajas y
desde ahí ve pasar a la manada de perros y gente; pero al seguir la huella, los
perros pierden el rastro a la mitad del claro y ahí termina la cacería...
Al
tema, quiero recordar a Friedrich Nietzsche (1844 - 1900) “La mentira más
común, es aquella con la que el hombre se engaña a sí mismo. El engañar a los demás, es un defecto
relativamente raro”...
Miles
pueden ser las causas por las que el hombre miente. Platón (427 - 347) decía que sólo a
los médicos se les permite mentir. En el
entendido de que siempre es difícil decirle a alguien que se va a morir...
Lo
que tampoco es entendible; pues, aunque todo lo que nace, muere; y todos
sabemos que vamos a morir; el saber que la muerte es próxima, es una bendición. Pues da la oportunidad de dejar todo
arreglado; lo que no sucede cuando nadie se lo espera...
Pero
en lo que estábamos. Por qué el mentir es
pecado para las religiones como el judaísmo, el cristianismo y la religión de Alá;
sobre todo cuando son ellos, los religiosos, los que promueven el engaño y prácticamente
viven de la mentira...
Sin
soslayar, que quien no miente, ciertamente que no tiene cabida en la
sociedad. Generalmente es mal visto quien
dice las verdades y habla claro. Sin embargo,
no es lo que se espera que hagan los políticos.
Pero una cosa es la diplomacia y otra el engaño. Finalmente, todo se puede decir; pero con
modo...
Y ya
que se comenta de los modos...
Hasta
que se vio algo de acción en el Senado de la República. ¡No me toques! alcanzó de decir el
impresentable pica pleitos de Gerardo Noroña, quien se ampara en el
fuero para echar sus bravatas...
De
recordar, cuando en EE.UU. se quiso pasar de listo y le dijeron de todo y por
su orden, diciéndole con todas sus palabras que le iban a partir su mandarina
en gajos; pero el muy ... zacatón no le atoró y salió con paso acelerado...
Pero
aquí se topó con otro que también tiene fuero el tal Alito Moreno y
medio se empujaron, sin que siquiera se haya registrado un ojo morado; aunque
en los empujones algunos se cayeron y otros aprovecharon para tirar golpes a
donde fuera...
Desafortunadamente
los separaron; cuando en esas circunstancias, mejor los hubieran dejado que
dieran bien el espectáculo; para que así el mundo sepa la clase de legisladores
que tenemos.
Y
nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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