Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·
De las
mentiras…
Tiempos no tan lejanos cuando no
hacía falta firmar un documento para comprometerse; la palabra bastaba. Muchos ni siquiera sabían leer o escribir,
por lo que no tenía caso firmar nada…
Hoy poner la huella, jurar sobre
la Biblia o la Constitución, o atestiguar lo que sea, aunque sea falso, es tan
fácil como matar. Y eso que matar ha
sido el distintivo de esta “civilización”…
Tan avanzada en aspectos
tecnológicos, pero todavía perdida en la idolatría; y sin que la Historia
registre una Era en la que no hubiera habido guerras. Todas patrocinadas por los dioses; eso sí
En ese entonces eran hombres que
empeñaban su palabra; y ni muertos dejaban de cumplirla, pues la heredaban a
sus hijos. Solo a las mujeres se les
permitía echar sus mentirillas; que para eso son lo máximo…
No en balde los mejores espías
son mujeres; y si eso no muy se sabe, es precisamente porque son mejores que
los hombres. La holandesa Margareta Geertruída Zella, más
conocida como Mata Hari (1876 - 1917)
es solo un ejemplo…
Los espías tienen que ser
seductores. Y no siempre logran su
objetivo, pues las mujeres son selectivas.
Sin embargo todos los hombres caen.
De presidentes para abajo. En las
mujeres el mentir es casi un atributo del que los hombres carecemos; o somos
menos buenos para el cuento…
Sin omitir que en la guerra, el
engaño es tan admirable como el valor. No
obstante, si de echar mentiras se trata, cabe recordar a Francisco, el VI señor de la Roché, más conocido como La Rochefoucauld (1613 - 1680) “Los hombres no vivirían mucho tiempo en
sociedad, si no se engañaran los unos a los otros”…
También hay que hacer notar, que
hay de mentiras a mentiras. Hay unas que
de plano, como las de Peña Nieto, que
habría que enlistarlas; o las de Calderón, que finalmente tuvo que
decir el ya famoso “Háiga sido como háiga sido”…
Pero entre todos aquellos que
llaman mentiroso al Presidente; seguramente no han leído a Platón (427 - 347) quien establece que los únicos que tiene derecho
a mentir, son los políticos…
Sin soslayar que por ahí dicen
que quien esté libre de pecado, que lance la primera piedra. Es difícil que alguien pueda decir que nunca
mintió, cuando es parte de la inteligencia y la sagacidad…
Los animales engañan para
sobrevivir, es parte de la vida. Es más,
los niños mienten desde pequeños y los mayores los reforzamos con los ejemplos
que les damos…
Solo que unos son más hábiles que
otros para engañar; y en ese caso la crítica es más bien envidia. El peor de todos los defectos; por eso nunca
se quiere reconocer. “es
peor que el hambre, es hambre del espíritu” decía Miguel de Unamuno (1864 - 1936).
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
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