OPINIONES Y COMENTARIOS

Julio Ricardo Blanchet Cruz

DiarioLibertadgmail.co.mx

 

·              Pero ¿y el perro?…

Tal vez, alguno de mis tres amables lectores, me juzgue incongruente al reconocer mi desprecio por la humanidad; y al mismo tiempo, mostrarme como un irredento amante de todo lo femenino.  Empezando por La Madre Tierra y por Gloria, mi amada madre.  Que no fue poco lo que tuvo que sufrir; y todo para que yo viniera.  Gracias madre, te quiero.  Todos los días estás presente en mi vida.  Pero no podía ser de otra manera…

Y estoy absolutamente convencido, qué si alguien puede salvar a la humanidad, son las mujeres.  Bien decía el Gran Corso, Napoleón (1769 – 1821) “Las mujeres; o son mejores, o son peores que los hombres; pero nunca iguales”…

Pero no voy a comentar sobre política; en la que ha habido mujeres verdaderamente ejemplares; y mujeres terribles.  Baste con el ejemplo de Ángela Merkel por un lado; y por el otro …..  ahí se las dejo.  Mejor no digo nada, son terribles…

Pero son las únicas que pueden salvar al mundo.  Por la simple y sencilla razón, de que son las mujeres las que tienen al mundo de cabeza.  Por qué: pues porque ya no hay mamás. Solo hay madres, por no decir, vientres.  Y la diferencia estriba, en pocas palabras, en que no es lo mismo en que algo esté a toda madre; a que valga madres…

Por X o Z, razones, da igual, no es el caso.  Pero lo cierto es que las mujeres han criado esos monstruos que nos gobiernan sin ética cual ninguna; y a quienes se les hace fácil amenazar a los demás, porque ellos tienen bombas atómicas y misiles indetectables que las lleven hasta la puerta de sus casas…

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, otro que ya enloqueció, se ha sumado al grupo de enfermos mentales que tienen armas de exterminio.  Y que como adolescentes irresponsables, juegan con ellas.  Pero no se trata de extinguir a la humanidad; aunque para el resto de los seres vivos no sea una mala idea el deshacerse de los todos los parásitos.  Sino de cambiar la forma de vida…  

No se quiere reconocer que lo que más hacemos los humanos, es basura.  Tenemos el mundo inundado de basura.  Donde quiera que el ser humano pone un pie, todo lo destruye y quiere modificarlo a su antojo.  El crimen del Tren Maya es suficiente para meter a la cárcel de por vida a quien dijo que no tiraría un solo árbol; ni uno sólo…

Si queremos sobrevivir, tenemos que cambiar la forma de vivir.  Solo que eso se mama.  Por lo que entonces, lo que necesitamos son mamás, que críen y eduquen a sus hijos para ser hombres y mujeres de bien, no delincuentes…

En mis andares por el mundo, en alguna ocasión, en mero La Candelaria de los Patos, en el entonces DF, un reconocido centro de delincuencia, fui llevado para charlar con una persona.  Mientras estaba ahí, entró corriendo un hombre joven que había dado un cristalazo y se había sacado un bolso con el dinero que le entregó a su mamá…

Pues la mamá, con lágrimas -se supone que en los ojos, pero todos ponen así- en los ojos, se acercó a una imagen de Jesús en brazos de su madre, y le dio las gracias por el cristalazo que les dio para comer.

Ya de salida…

No es que uno sea suspicaz, pero hay cosas que son difíciles de creer; como la declaración oficial de la muerte del actor Gene Hackman, que a los 95 años de edad, fue encontrado muerto en su domicilio, junto con su esposa y su perro…

El parte dice que murió de causas naturales, pues padecía un problema cariaco serio y de hace tiempo, lo que me hizo recordar al individuo que le preguntaban de qué había muerto su padre; y el respondió que había fallecido por causas naturales.  Pues lo había arrollado un tren y en esas circunstancias lo más natural que es se muera…

El caso es que el anciano actor padecía de Alzheimer y su estado de salud pudo haber influido en su deceso.  Pero que su esposa Betsy Arakawa haya muerto, unos días antes, pues padecía de hantavirus -un virus que se contagia con los roedores- y que el actor no se dio cuenta que había muerto por su estado de salud; igual se puede creer; pero ¿y el perro?

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.  También