Julio Ricardo Blanchet Cruz.
DiarioLibertad@gmail.com
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Machetazo a caballo de espadas...
El
que a hierro mata; a hierro muere. Dice el
conocido refrán; pero se puede adaptar como: las movilizaciones los
encumbraron; las movilizaciones los van a derrumbar...
Las
movilizaciones no son provocaciones, son reclamos; pero Claudia Sheinbaum Pardo
ya ve moros con tranchete. Anda
escamada. Y en parte tiene razón, todo se
le está saliendo de control -control que nunca ha tenido, también hay que
decirlo-...
La
delincuencia está imparable. ¿Ahora a quiénes
mataron? es la pregunta que día a día se hacen unos a otros los ciudadanos...
Tal
vez sea muy temprano para hablar de un fracaso en materia de seguridad y
responsabilizar a García Harfuch de lo que está sucediendo. Pero nos podemos anticipar y asegurar que nadie
ha podido acabar con los cárteles. Lo
hemos dicho mil veces...
En
El Salvador, Bukele pudo, porque eran bandas y pandillas de delincuentes. No cárteles con presencia internacional con
drones y misiles tierra aire. Además, allá
todos “placosos” -que traen como placa, una facha, una vestimenta, que los
identifica desde lejos- que es como les llaman a los que tienen pinta de
malvivientes...
Pues,
aunque los tatuajes no son nada nuevo, siempre han estado asociados con el bajo
mundo. Los maras salvatruchas así se
identifican. Y hay que reconocer que se
ha puesto de moda el tatuarse...
Conocí
un mara que tenía un perro Rorttweiler del que me hice amigo. Cada vez que lo detenían, me avisaba para que le
cuidara al perrote, y este me acompañaba a todos lados. Las relaciones con los animales se me dan más
que con la gente...
Se
graban el nombre de Lucrecia cuando eran novios y se amaban
profundamente a los 20 años, pero por azares del destino se casa con Guadalupe
y ella se encargará de borrar el nombrecito con lejía y piedra pómez...
Pero
quién sabe en qué mundo viven los gobernantes mexicanos. Ni los “especialistas” tienen idea de lo que
está pasando; y para muestra, está Rodrigo Mariscal, titular de la
Unidad de Planeación Económica de la secretaría de Hacienda y Crédito Público, quien
¡aseguró! “Que las familias mexicanas están preparadas para enfrentar una
recesión económica, porque tienen ahorros”...
Cuando
todo indica que el ciudadano, a pesar del cargo que ocupa, no tiene ni idea de
que prácticamente la recesión ya empezó -todo está más caro- y las familias
promedio no tienen posibilidades de ahorrar; pues apenas llegan a los días de
pago. Si no es que los usan para pagar
lo que ya deben.
Cambiando
de tema...
Apenas
ayer se publicó en este mismo espacio, que íbamos rumbo al comunismo. Que es la doctrina por la que luchó Claudia
Sheinbaum Pardo en sus tiempos de guerrillera del M-19 -fundado en 1973,
alegando un fraude electoral- integrado por ex guerrilleros de las FARC, que posteriormente
se convirtió en partido político...
Pues
hoy, es obligado comentar sobre la demanda que Tania Contreras ex
consejera jurídica del gobierno de Américo Ficharreal, perdón, Villarreal;
y candidata a ser magistrada de la suprema Corte de Justicia en Tamaulipas...
Les
fincó demandas a Héctor de Mauleón y al periódico El Universal,
por haber hecho públicas las relaciones familiares de la susodicha con el líder
criminal, Juan Carlos Madero Larios, mencionado como guachicolero
por la propia SEDENA...
Pero
independientemente de los señalamientos a muy alto nivel, pues fue el propio secretario
de la Defensa Luis Crescencio Sandoval quien señaló la relación. El caso es que de alguna manera se las
ingeniaron para que el Tribunal Electoral de Tamaulipas -ignoro si el Tribunal
tiene esas atribuciones- decretara que el Diario debía de quitar la columna en
la que se menciona el parentesco de Tania.
Y que, de no hacerlo podrían ser multados y hasta encarcelados...
Y
eso, en pocas y claras palabras, se llama coartar la Libertad de Expresión. Y de la noche a la mañana convertirnos en una
vergonzante dictadura. Sin soslayar, que,
durante este amargo sexenio de malandrines, van 15 los periodistas que han sido
asesinados.
Y
nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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