Julio
Ricardo Blanchet Cruz.
DiarioLibertad@gmail.com
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Lo cierto es que nadie los quiere...
Como todo el mundo dice lo que le
conviene, sólo podemos guiarnos por las evidencias, por los hechos; pero con la
famosa IA que es capaz de disfrazarlo todo, ya no se le puede creer nada a
nadie. Sin soslayar, que el mentir
parece ser el deporte favorito de la humanidad, y la causa principal para que a
los creyentes les cierren las puertas del cielo, del paraíso. Pues deben tener muy claro que uno de sus
mandamientos dice no mentirás...
Al respecto, cito las palabras de Francisco
VI señor de La Roché, más conocido como LaRochefoucauld (1613 - 1680)
“Los hombres no vivirían mucho tiempo en sociedad, si no se engañaran los
unos a los otros”...
Pero sin dejar de mencionar, que los
humanos no somos los únicos que engañamos; entre los animales existe el engaño. Y aquí vale la pena establecer la diferencia
entre la mentira y el engaño; aunque al parecer son lo mismo...
La mentira es declarar algo que es falso,
con la intención de engañar. Y engañar
es más complejo, pues involucra la manipulación para desorientar u ocultar algo,
para que se crea que es falso, y que con ello se obtenga un beneficio...
Entre los Mandamientos de la Ley de
don Jehová, mismos que debe de habérselos copiado a algún faraón, pues los
egipcios las conocían mil años antes.
Imposible soslayar, que Akenatón siglo XVIII esposo de la bella Nefertiti
(1370 - 1331) instituyó la primera religión monoteísta -que adoraba al Sol-. Quien pasó a ser el único dios de entre los
casi 200 que desconoció. ¡Y sin necesidad que hubiera votación! -como mis tres amables lectores saben dónde
sí-...
Pero, a la muerte de Akenatón volvieron
a ser reinstalados como deidades; pues su hijo, el famoso Tutankamón (1342 -
1325) que ocupó el trono a los 9 años, fue manipulado por los sacerdotes de
Amón, que convenientemente restauraron la anterior religión politeísta,
que no centralizaba el dinero en uno solo; por lo que a todos les tocaba su
parte. Toda vez que las religiones y el
dinero siempre han estado ligadas muy estrechamente; diríase que demasiado.
Por lo pronto...
El Tribunal de Comercio Internacional,
frenó los aranceles impuestos por el presidente Trump; por considerar
que excedían la autoridad presidencial y sometían la política comercial a
decisiones arbitrarias del Ejecutivo. No
se ha dicho la última palabra, pues la decisión del Tribunal será impugnada...
Y aunque se espera que sea
ratificada, deja ver que Trump ya no las trae todas consigo. Pero, aun así, toda vía tiene arrestos para
enviarle un ultimátum a Putin que, o soluciona el problema de Ucrania en
dos semanas, o se tendrá que atener a las consecuencias...
Palabras que no deben de haber provocado
ninguna inquietud, pues ni siquiera en el Kremlin se tomaron la molestia de
hacer ningún comentario a sus advertencias...
Cambiando de tema...
Benjamín Netanyahu, el
asesino de palestinos, confirmó haber matado a Mohamed Sinwar, el líder
de Hamas; quien fue asesinado durante un ataque al aeropuerto internacional de
Saná, la capital de Yemen, dejando incendiada y en escombros a la flota comercial
yemení...
Pero nada evitará que el movimiento
continúe; siempre habrá alguien que lo sustituya y encabece a los palestinos. De hecho, en alguna ocasión le pregunté a una
madre palestina por qué seguían teniendo hijos, si eran condenados vivir
prácticamente doblegados; por no decir esclavizados por los judíos...
La respuesta que me dio fue
impactante: porque alguno de ellos nos liberará de lo que vivimos.
Ya de salida...
Denotando la angustia que tiene, el
gobierno de la T de 4ª, le dice a los maestros de la CENTE, que piensen en los
niños y que le den un cierre digno al ciclo escolar. Dicen que los maestros le pensaban responder,
que ella pensara en los mexicanos antes de impulsar el fraude electoral que
pretende llevar a cabo el domingo. Pero lo cierto es que nadie los quiere.
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
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