Julio
Ricardo Blanchet Cruz
DiarioLibertad@gmail.com
· Un
inversor de a mil pesos...
Con todo y su manita de gato, que es
a lo que recurren artistas que no quieren perder imagen; otros que se niegan a
envejecer; como los ridículos viejos rabos verdes, que se sienten conquistadores
y son patéticos. Y otros más, la mayoría, que no se aceptan como son y piensan
que cambiando su apariencia todo va a mejorar; pasando por alto el axioma que
dice que “el hábito no hace al monje”...
Pero todos finalmente se vuelven
clientes de los que se dedican a la cirugía cosmética. Porque nunca están satisfechos-satisfechas,
con lo que les dice el espejo. Y creen,
que cambiando el rostro que, además, todo el mundo se da cuenta de que es
artificial, va a cambiar la imagen que tienen de sí mismos...
Y eso, sin soslayar, que quienes han
recurrido a esos botóxicos métodos, acaban irreconocibles. Citar nombres de gente famosa que acabaron
como monstruos deformados, no es ético, sobre todo tratándose de damas. Pero eso es lo que la experiencia dice que le
va a pasar a doña Claudia. Eso de
que ahora son materiales distintos, en nada cambian las cosas. Lo que no es natural, es notorio desde lejos
y siempre acaba mal...
Pero esos más o menos son las mismas personas
que “andan a la moda”. Pero a la moda que
otro impuso; y que, cuando menos, tuvo a su favor el ser original y resistir la
crítica por traer los pantalones rotos; o por cortarse el pelo como Kim Jong Un, el líder de Corea del Norte...
La
presidente de México, Claudia Sheinbaum, ante la opinión internacional,
es, al ser impuesta como la sucesora de un ya reconocido narco presidente con
el que ha colaborado siempre, tiene los mismos compromisos con los cárteles de
las drogas que su antecesor...
Y es por
eso, no por nacionalismo, o porque les tenga miedo a los Cárteles -que sí debe
de tenerlo, por algo anda acompañada de tanta gente de seguridad- se negó a que
Trump enviara sus tropas para perseguirlos...
Lo que no
debería de extrañar a nadie; pues es propio de las mujeres que escogen como
pareja a un hombre golpeador. Clásico
que, cuando le están zumbando, e interviene algún transeúnte para defenderla
diciendo ¡oiga no le pegue! recibe como respuesta un ¡usted no se meta, que es
su marido! Cuando el entrometido se
retiraba murmuró algo así como “dele otra por cuenta mía”, pero no ha
sido confirmado si se la dio o no...
En el exterior, piensan que el
problema no es de patriotismo; más bien como que da la impresión de que no
quiere que le ayuden con el problema que la ha rebasado, porque los está
protegiendo. O de qué otra forma puede
calificarse el que no quiere ayuda, cuando es evidente que no ha podido o no querido,
como se prefiera resolver el problema...
Pero lo cierto e innegable, es que
las muertes, del bando que sean, no han disminuido.
Ya de salida...
Desde fuera también han de pensar que
los mexicanos somos muy tarugos. Y
debemos de serlo, como para que día con día se estén sumando las plataformas
que ofrecen que, ahora, con una inversión de 2 mil pesos, que es respaldada por
el Gobierno -y el Gobierno no dice nada al respecto- pueden ganar como 70 mil
pesos mensuales. La de hoy, que dirige
un tal Coppel, es lo que ofrece...
Y como por dos mil pesos no vale la
pena ir a un juicio, cuando el abogado va a cobrar más. Sin omitir que francamente sólo un retrasado mental
puede creer lo que ofrecen. Ya al rato;
mejor que salgan a botear en las esquinas, y seguro conseguirían a más de un
inversor de a mil pesos.
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
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