Julio
Ricardo Blanchet Cruz
DiarioLibertad@gmail.com
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¡Cristiana hipocresía!...
Ahí
está ya la lista de los mexicanos que irán a las exequias del Papa Francisco,
más otros, que, habiéndolo alguna vez conocido y saludado brevemente, se harán
presentes. Mandatarios de varias
naciones asistirán el próximo sábado a la Plaza de San Pedro, por tratarse de
la muerte de un jefe de Estado. En
representación de la señora presidente, irá la secretaria de Gobernación Rosa
Icela Rodríguez...
Sheinbaum no
dio ninguna explicación del por qué no asistirá. Y nadie le preguntó por qué no iba con su
esposo. Porque Trump irá
acompañado de la siempre elegantemente discreta Melania. Pero doña Claudia no dio chance a
preguntar nada. Por lo que, ante el
silencio, hay quienes opinan, que siendo una nación mayoritariamente católica;
y toda vez que durante su campaña llegó a vestir ropa con la imagen de la Virgen
de Guadalupe -lo que son capaces de hacer con tal de quedar bien y conseguir votos-
pues debiera ir. Aunque en buen
cristiano eso se llama hipocresía...
Pero
ya que estamos en eso. Cierto que
algunos irán por el compromiso político -o religioso; aunque ignoro si acudirá
algún otro líder religioso- otros irán por el mitote y para que los vean. Otros opinan que, como por sus venas
corre sangre judía; y los judíos no son bien vistos por haber matado a Jesús,
prefirió enviar a Rosa Icela.
Pero
la muerte, hay que reconocerlo, tiene sus ventajas. Extingue la envidia; por poner eun
ejemplo. Pero también quita los dolores
y las preocupaciones; sin soslayar, que es un alivio para el hombre cansado. Que bien podría ser el caso del argentino; de
quien no tardan en hacerle un tango; como aquí pronto se escuchará algún
corrido en su honor...
Pero,
repito la pregunta ¿qué hizo? Detuvo
alguna guerra. Hay menos conflictos
armados que cuando llegó. Menos pobreza, menos odio. Qué se gana con hacer declaraciones que nadie
atiende. Y no es hablar mal de Francisco,
no se debe de hablar de los muertos; me refiero a la igle$ia católica y todos
sus papas; entre ellos algunas fichitas de lo peor, como el polaco Wojtyla;
protector del pederasta Marcial Maciel...
Y
ni qué decir de Silvestre I con “La Donación de Constantino”, el fraude más
grande de la Historia de todo el mundo...
Además
¿líderes de qué; o de quienes? dónde están sus millones de seguidores que
irremisiblemente irán a parar al mismísimo infierno, por violar los
mandamientos de la Ley de Don Jehová, por lo que están en ¡pecado mortal! Aclarando que Luzbel, el Diablo, el Demonio -Don
Sata para los cuates- no es malo ¡castiga a los malos¡ que es diferente. Pero hasta allá irán a parar el Papa y todos
sus partidarios, sus incondicionales...
Es
claro el ¡No mentirás! Y bien decía Francisco el VI señor de La Roché, más
conocido como La Rochefoucauld (1613 - 1680) “Los hombres no vivirían
mucho tiempo en sociedad, si no se engañaran los unos a los otros”...
Además,
resulta que los 10 mandamientos de la Ley de Dios, los conocían los egipcios
mil años antes de que Don Jehová se le apareciera a Moisés allá en el
monte Sinaí en forma de zarza ardiendo y fumable; porque para andar viendo esas
visiones, debe de haber sacado de la buena...
La
Biblia no da la fecha de la entrega de los 10 Mandamientos, pero los estudiosos
del caso hablan de 1446 años antes de esta Era...
Sin
embargo, por aquél entonces el Faraón era Tutmosis III, un exitoso
comandante militar, creador de la primera armada de la que se tiene noticia, que
llevó al Imperio a su cenit al conquistar Siria. Forjando un Imperio que duró como 3 mil
años. Se dice fácil ¿no? Y no se menciona una sola palabra de Moisés...
Y
como Manetón (siglo III antes de esta Era) el sacerdote historiador
egipcio que hizo en “La Historia de Egipto” la cronología de las
dinastías desde los tiempos míticos hasta la conquista de Alejandro (356 -
323) tampoco dice una sola palabra del personaje, se supone que nunca
existió y que el Éxodo fue otra mentira...
Pero
independientemente de todo eso; me atrevo a preguntar ¿qué fue lo que hizo en
sus poco más de 12 años como líder de la Iglesia católica, como para que hagan
tanto teatro por su fallecimiento con su cristiana hipocresía.
Y
nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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