Julio
Ricardo Blanchet Cruz
DiarioLibertad@gmail.com
· ¡Humanismo demagógico!...
No deja de ser un
poco extraño, que Steve Witkoff, enviado especial de Donald Trump,
se reúna con Putin, el presidente ruso; que no es la primera vez que lo
recibe, pero esta ocasión, en la imperial San Petersburgo, el mar Báltico, fundada
en 1713 Pedro el Grande (1672 -1725) el hombre que dejó de ser el Zar de
Rusia y se impuso el de Emperador...
Como dato sin
importancia, porque a cualquiera ya le llaman zar. La palabra viene del latín cesar, que
significa rey o soberano...
Pero regresemos
con la visita del enviado de Trump, para discutir las condiciones sobre
el cese al fuego en Ucrania. Lo extraño
es, que tratan el cese al fuego, sin que esté presente alguien de Ucrania, o
sea, el otro beligerante; pues, aunque en alguna ocasión, Zelensky dijo
que él no hablaría con Putin, se supone que debería estar presente. Pero deja claro que el cese al fuego depende
de Trump y de que Zelensky cumpla con lo pactado desde el inicio
de la contienda...
No hay duda de que
el interés de Trump es poder echar mano de las tierras raras, tan
indispensables para el desarrollo; que escasean en los EE.UU. y que Ucrania
tiene. Porque de lo contrario, de no tener asegurado el abasto de las polémicas
“tierras raras”, China tiene el 90% de ellas y con eso su voz es fuerte en
cualquier negociación...
El asunto es tan
angustiante, que Trump pide que todo lo que ha invertido en la guerra,
se le pague con las citadas tierras; y parece ser que es el tema principal en los
acuerdos, sin que al parecer se haya llegado a ningún arreglo. Y mientras ese pacto se hace realidad; y en
Kiev se comienza hablar de elecciones para la presidencia. La sangre, sin importar el bando que se
tenga, lo único cierto es que sigue corriendo día con día...
Y el hombre cuyo primordial
interés en el mundo, es el dinero, de repente se vuelve humanista y le echa la
pelota a Rusia y dice que tiene que moverse, porque demasiada gente está muriendo.
Cambiando de
tema...
Ante la
incertidumbre direccional en Alemania, el presidente Emmanuel Macro, pretende
convertirse en el nuevo líder de Europa y propone que, para acabar con el
conflicto de Israel y Palestina, es reconocer internacionalmente a los dos
Estados. Ignorante de que el conflicto
no es simplemente territorial, como los judíos lo quieren ver. El conflicto es histórico genético, y se duda
que algún día pueda solucionarse, ni con la extinción de los palestinos.
Y nos vemos
mañana, si el Sol me presta vida.
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