OPINIONES Y COMENTARIOS

Julio Ricardo Blanchet Cruz.

DiarioLibertad@gmail.com

 

·           ¡Están locos!...

¡Bombardear una ciudad! A lo que han llegado los hijos de don Jehová.  Aunque dicen que fue en objetivos precisos, hay videos que prueban lo contrario.  Pero eso no debiera sorprender a nadie.  Lo mismo hicieron en el genocidio de Jericó, donde, después de derribar las murallas que protegían la ciudad, hoy convertida en balneario para gente rica, asesinaron a todos los hombres, para matar la descendencia...

Y todavía peor, lo que están haciendo en Gaza, donde no nada más los están bombardeando; están matando de hambre a los que no han podido salir huyendo; y, por si fuera poco, no permiten que les llegue ayuda humanitaria...

Lo que obligó al cínico de Trump, a hablar con Putin, con quien acordó que la guerra entre Israel e Irán, debe terminar.  Lo de cínico, es porque Israel recibe armamento de Alemania e Italia, pero principalmente de EE.UU. por lo que hablar para acordar que termine la guerra, debiera empezar por no suministrar más armamento a Netanyahu...

Pero el show de la guerra y la muerte debe continuar.  Pues es lo mismo que en Ucrania hace el parlanchín que se auto festeja su cumpleaños con un desfile militar al más puro estilo imperial.  Quiere ser el mediador de la paz, pero continúa apoyando el conflicto con Rusia...

El conflicto con Irán, repercutirá en todo el mundo.  Por lo pronto, el precio del petróleo ya subió.  Pero declarar que el ataque a la antigua Persia, fue de “auto defensa”, para proteger no sólo a Israel, sino al mundo entero de un régimen que genera terrorismo y violencia; ahora querrán que se les agradezca, cuando lo que están haciendo es un crimen... 

La pregunta es, hacia dónde vamos, y si vamos por buen camino contaminando todo y peleándonos unos contra otros. Porque en estas condiciones, difícil será que lleguemos a una buena meta.

Ya de salida...

Parece que a Trump no muy le sirvió su desfile imperial, los asesinatos de una senadora y su esposo; más las heridas a otro senador y su esposa, aunadas a las manifestaciones en su contra por todo el País, le harán ver que ha perdido su popularidad; será un muy duro golpe a su egolatría, que lo hará comportarse más radicalmente.       

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.