Julio
Ricardo Blanchet Cruz.
DiarioLibertad@gmail.com
·
Si quieren jugar a la democracia;
juguemos...
Aquí
no hay culpables de nada, ni el PRI, ni el Clero, ni Morena, ni los verdes, los
rojos o los amarillos. Aquí los únicos
responsables de que nuestro México esté en manos de bandoleros; somos nosotros. Por permitirlo. Desde hace miles de años, y no exagero, miles
de años, nos advirtieron “Las democracias SIEMPRE terminan en violencia y
anarquía”. Polibio (200 – 118) Y, que decir de
Séneca (4 - 65) “La democracia es peor que las guerras o los tiranos”...
Frases
dolorosamente aplicables desde siempre y al día de hoy; y que en este espacio
han sido repetidas cualquier cantidad de veces. Por lo que ahora, ya no habrá más remedio que
salir a luchar. Más que un fraude
electoral, fue una burla, una burda burla que insulta a la inteligencia...
Sí
de por sí, la violencia está ya imparable, unos querrán luchar con armas, otros
con plantones, o llevando a cabo actos de vandalismo. Pero todos sabemos en qué acaban las
revoluciones. Cambiar a unos por otros,
cuando todos son más o menos iguales, como que no se logró la meta
revolucionaria de ver por la Justicia del Pueblo...
Sin
embargo, hay otras formas de luchar. El
Mahatma (1869 - 1948) nos enseñó a hacerlo sin violencia. En solo 23 días, Gandhi logró independizar
a la India del Imperio Británico. Algo
un poco más difícil que echar abajo una elección de opereta. El ayuno es un poder que, estando al alcance
de todos; no todos lo alcanzan...
Pero
en este nuestro México taquero, cuando a las 11 de la mañana se están “literalmente
muriendo de hambre”; y que en cada cuadra te encuentras un antojito, serían no
muchos los que se animaran a hacer una huelga de hambre. Que si unos cuantos la hicieran; el mundo se
enteraría y estarían pendientes. Y si de
por sí, ya ven todo lo que dicen de las elecciones. De imaginar el escándalo...
Sin
soslayar, que, al hacer una huelga de hambre, el principal beneficiado es el
que la lleva a cabo; pues el dejar de comer es lo que hacen todos los animales
cuando se enferman. Y se purgan, pues la
mayoría de las impurezas entran por la boca -y también salen de ella-...
Entonces,
qué hacer para protestar sin exponerse ni gastar. Pues lo más sencillo. Se comentó hace un par de días, el llevar a
cabo una original revolución de abstinencia y dejar de comprar Coca-Cola y
tabacos. Busquen en la red el dinero que
mueven esas dos industrias, diariamente y en efectivo, para que se den una idea
de lo que se puede hacer, desde casa y sin gastar un solo centavo.
Y
nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario