Diario Libertad

Diario Libertad
Don Sata

viernes, 3 de marzo de 2017

Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·                       Cuestionando al Creador sobre el sexo y las drogas…

Como no tengo ganas de comentar sobre política y sobre el mundo de cabeza; pues finalmente ya sabemos en que todo va a acabar en desastre -para algunos, para otros no- cuestionemos al Creador sobre el sexo y las drogas…

Lo primero que uno se puede llegar a preguntar, es por qué el Creador no hizo las cosas bien.  Eso de que unos, los carnívoros, se coman a los herbívoros, no es para nada de buen gusto…

Y está bien eso de que en este Mundo todo nace y muere; pero de ahí a que algunos sean asesinados brutalmente por los predadores, y hasta ¡comidos vivos! puede considerase perverso…

Sobre todo porque en su infinita omnipotencia Él pudo haberlo creado de otra manera.  Sus razones habrá tenido para haberlo hecho tan cruel; pero el sentido común no alcanza para entenderlas.  Y menos ¿para qué?  ¿Con qué sentido?  Supongo que nadie lo sabe…

Y menos aquellos que se alcanzan la puntada de asegurar que el Creador todo lo hizo por amor; y que por eso el amor es la fuerza más grande y poderosa que hay en el Universo… 

Cuando ciertamente que hay dos clases de amores: los amores sanos y los amores enfermos.  Los amores sanos dan placer; los enfermos dan dolor.  No obstante, por lo que se puede apreciar, así a vuelo de pájaro, es que hasta donde se ve, su contraparte, la envidia, la avaricia y el odio, son más bien los que dominan al mundo…

A tal grado, que este otrora paraíso se ha convertido en un verdadero infierno en el que se lucha para sobrevivir, y muy pocos son los que logran vivir en paz.  Solo que, obedeciendo a la Ley del Universo, para vivir en paz con el mundo, primero hay que vivir en paz con uno mismo…

¿Que somos superiores a todos los demás animales? por supuesto que no.  Los animales son superiores en todos sentidos a nosotros los humanos; se bastan a sí mismos para sobrevivir, y eso es suficiente.  Sin soslayar que los animales son mejores padres que nosotros.  De calle…

Pero el león no puede ser otra cosa más que león.  Grande o pequeño.  Fuerte o menos fuerte y con menos posibilidades de sobrevivir.  Pero solo puede ser león.  Y lo mismo sucede con todos.  Con las jirafas, los gorilas, las ardillas o las termitas…

Y los hombres podemos ser lo que queramos.  Podemos ser monógamos, como algunos animales lo son.  La Madre Naturaleza es la gran maestra.  Y podemos ser fieles a la pareja; o no.  En La Naturaleza se dan las dos cosas y las especies obedecen a su programación.  Difícil será encontrar un pingüino adúltero o una leona recatada…

Podemos matar para conservar la vida; o podemos no necesitar que nadie muera para subsistir.  Nosotros lo escogemos, lo decidimos.  Además de que nosotros, todos, tenemos el potencial para trascender y hacer algo para que las futuras generaciones nos recuerden…

Difícilmente se puede pensar que las aves inmortalicen el nombre de su congénere que fue el primero en utilizar herramientas; y de ahí para adelante todos siguieron utilizándolas.  Y nosotros sí podemos recordar quién inventó la máquina de vapor, por poner solo un ejemplo…

El destino de los animales es sobrevivir en un mundo salvaje lleno de peligros y dejar nuevas generaciones; pero muy pocos lo logran.  De cada cien tortugas, por poner solo un ejemplo, solo una logra llegar a la adultez y reproducirse…

El destino del hombre es vencer a la muerte, es decir, alcanzar la inmortalidad; pero para ello el hombre necesita saber quién es, en donde está y hacia dónde va; o hacia dónde quiere ir.  También la inmensa mayoría fracasa…

Ocupados en sobrevivir, se olvidan de la trascendencia a la que algunos equivocadamente llaman karma o destino.  El futuro se hace en el presente; sin olvidar que la vida también juega…

También podemos preguntarnos por qué existen las drogas; si fueran malas el Creador no las hubiera puesto al alcance de nadie; a menos que lo hiciera para ver si caíamos en la tentación…

Como el patético dios bíblico que les puso enfrente la fruta del árbol prohibido, el árbol de la sabiduría -como si no supiera lo que iba a pasar-.  Tal vez quería que la humanidad siguiera en el oscurantismo, y le falló…

Pero parece que no es así, porque los animales se drogan.  Y si los humanos lo hacen para despertar la creatividad y para ponerse en contacto con La Madre Tierra, los animales también lo hacen para afinar sus sentidos…

Y no solo los carnívoros; también los pacíficos herbívoros.  La ayahuasca, considerada una planta mágica, la descubrieron los originarios pueblos de América observando al jaguar, el hermoso tigre americano…

La marihuana la descubrieron los pastores que vieron que su ganado la comía en determinadas épocas,  producían más leche y se curaban de algunos males.  Además de que se ponían contentos…

Todos hemos visto como los animales domésticos, cuando se enferman comen de determinadas plantas para curarse.  Aplicando remedios ancestrales que se han transmitido por generaciones y generaciones…

Como nosotros por generaciones hemos sabido que las diarreas se curan con agua de arroz; solo que ya nadie se acuerda, y si se acuerdan, ni caso hacen.  Los laboratorios les tienen lavado el cerebro con sus medicinas…

En cuanto al sexo, el segundo instinto, la conservación de la especie -el primero es la conservación de la vida- todos los animales lo practicamos; pero solo algunos lo hacemos por placer.  Y ahí está la bendita diferencia.  Solo que los enfermos sufren a través del sexo y los sanos lo gozan.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

    




No hay comentarios.:

Publicar un comentario