Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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Del combate a las adicciones II…
Partiendo del hecho de que en las epidemias
unos se enferman y otros no. En la
antigüedad, cuando se presentaba un contagio generalizado, Hipócrates (460 - 370) acudía…
Pero el llamado Padre de la Medicina no solo iba para ver en que forma podía ayudar
a los que habían caído enfermos; sino que también estudiaba a quienes no
presentaban los síntomas, para saber por qué no se habían contagiado…
Lo que lleva a preguntar -toda vez que las
adicciones son una enfermedad -ya una verdadera pandemia- el por qué hay gente
que se hace dependiente de algo, de lo que sea; y otros no…
Y solo averiguándolo es como verdaderamente se
podrán combatir las dependencias. Porque
continuar con los mismos métodos que hasta hoy han utilizado, es tanto como perder
el tiempo y tirar el dinero…
Toda vez que es infantil pensar que si se
recorre el mismo camino, se va a llegar a un diferente distinto. Que es lo mismo que sucede con el tan temido
cáncer que, aún habiendo siendo médicamente erradicado, regresa. Eso dicen…
Cuando lo cierto es que las enfermedades no
regresan. Lo que sucede es que si la
gente sigue haciendo lo mismo; o más claro, si continúa con los mismos hábitos
de vida, es de sentido común que se van a volver a enfermar…
Y como todos los seres vivos somos el resultado
de lo que hemos comido. Para ser de otra
manera, se debe comer de otra manera. De
Perogrullo. Para no volver a caer en lo
mismo, se debe de tomar otro camino…
Siguen fumando o comiendo porquerías; es claro
que les va a regresar la misma dolencia de la que ya se habían librado…
Ahora bien; regresando con las adicciones. Todas tienen el mismo origen y lógicamente generan
la misma consecuencia. El origen es que
su realidad no les gusta y es una forma de evadirla. Y la secuela de todas las adicciones, es que
modifican la percepción de la realidad…
En pocas palabras; y en el entendido de que
nadie puede ser feliz haciendo lo que no le gusta. Las personas no son felices. Y al
evadirse de su realidad mediante lo que sea, modifican su percepción de la vida. La ven de otra manera; y eso les da placer…
Consecuentemente, las glándulas segregan las
hormonas de la felicidad y por eso se hacen adictos al placer. Toda vez que dependen de eso para ver la vida
de otra manera y ser felices. Aunque
ciertamente que confunden el placer con la felicidad…
Ahora bien.
Todos los seres vivos venimos a este mundo, a esta vida, a ser
felices. A eso venimos, a ser
felices. Y quien diga otra cosa, como
que se viene a sufrir o a pagar lo que hizo en vidas anteriores; ya anda
adoctrinado y por lo tanto no le funciona bien el cerebro…
El que digan que alguien vino a sacrificarse
por los demás, ni siquiera por sí mismo, es patético y ya raya en la locura; no
solo de quien lo dice, sino también de quien lo cree…
Todos, sin excepción, venimos a ser felices; el
problema es que cada cual es feliz a su manera, es decir, que lo que hace feliz
a uno, no hace feliz a otro…
En realidad es muy simple dejar las adicciones. Eso se sabe desde hace más de 2,500 años. La gente solo tiene que encontrar lo que le
gusta hacer. Lo que podría hacer el
resto de su vida aunque no le pagaran; y ya.
Lo demás llega solo…
“Si no quieres trabajar nunca en tu vida,
encuentra lo que te gusta hacer”. Siddharta Gautama, más conocido como Buda (580 - 540) y agregaba: “Tu
deber en esta vida es encontrar tu propósito y entregar a él todo tu corazón”…
El problema es saber que es lo que
verdaderamente te gusta. Y para ello se puede recurrir a la hipnosis; pero la
forma más efectiva es tener la mente despejada, limpia de prejuicios y de
toxinas; como cuando se nace…
Dicen los “enterados” que solo se puede renacer
a través del agua. Lo que algunos
trasnochados interpretaron que con un jicarazo en la cabeza estaban listos y se
les borraban los pecados que ya traían.
Venían defectuosos…
Pero es cierto, solo que el agua debe de ir por
dentro, no por fuera; y eso no es otra cosa que el ayuno, la abstinencia de
alimentos y solo la ingesta de agua.
Finalmente siempre se ha sabido que el agua es la vida. Solo que una cosa es saberlo y otra el
comprenderlo…
Pero lo cierto es que los niños siempre tienen
sueños, en veces imposibles. Sin embargo,
los sueños hay que tener el valor de perseguirlos. Pues quien no persigue sus sueños; quien no
tiene metas en la vida; por regla general ayuda a otros a que realicen las
suyas…
Sin soslayar que no puede tener una vida plena
quien no sabe cuál es su papel en el gran teatro de la vida. Dicho en otras palabras: quien no sabe a lo
que está jugando, a todos los demás los verán como sus contrincantes o
competidores…
Es como si alguien ya está en la pista de carreras,
pero no sabe si va a competir en la Maratón, en los 100 metros, en los 400, en
los 110 con vallas, en los 800 o medio Maratón
Por lo que va a salir corriendo como loco y en todas las competencias va
a quedar mal…
Lo peor del caso, es que quien no sabe a lo que
está jugando -en el entendido de que la vida también juega- nunca podrá
triunfar. Pues hay que recordar que el
éxito, la fama, no siempre tiene que ver con el triunfo…
Allá en la península de la Anatolia, hace miles
de años, en El Oráculo de Delfos, dedicado a Apolo, estaba inscrito “Conócete
a ti mismo y conocerás El Universo”…
Pero quien no sabe quién es; ni que es lo que vino
a hacer en esta vida, es tanto como si un actor está ya en el escenario, pero
no sabe cuál es el papel que tiene que desempeñar.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.