Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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Del combate a las adicciones…
El vocablo adicto, se deriva del latín adictus;
y es la palabra con la que la Justicia Romana designaba a la persona que,
habiendo recibido un préstamo, no lo había pagado en tiempo y forma, es decir,
pasaba a depender del acreedor hasta en tanto el adeudo fuera liquidado a
satisfacción…
En otras palabras, la adicción es, de hecho, un
vicio; y hace unos días comenté que la diferencia entre vicio y hobby, es que en
el hobby no hay consecuencias cuando se deja de hacer-como cuando hay que ir de
vacaciones para llevar a la familia, cuando yo quisiera quedarme para no perder
mi “rutina”, o algo así- y en el vicio sí…
Hay quines salen de un lugar, restaurante,
tienda, oficina o lo que sea, para fumar un cigarrillo y luego regresan; y a
otros, que también fuman todos los días el dejar de fumar no les provoca
ansiedad. Hay gente que ha tomado toda
su vida y no es alcohólico; y hay quien solo toma los fines de semana, y sí lo
es…
Pero el alcohol y el tabaco no son las únicas sustancias
o cosas que causan adicción y hoy en día, con la globalización, la gente es
adicta, de una u otra forma. Y se
vuelven dependientes de algo; de lo que sea…
Se han dado toda clase de tratamientos para que
la gente deje el vicio; sometiendo a los dependientes a terapias, incluyendo el
mal el trato físico y psicológico, con y sin medicamentos; otras son estancias
idílicas con tratos exquisitos. Y así
cualquiera…
No obstante, todas las terapias han
fallado. Primero, porque cada vez hay
más adictos; si no hubieran fallado cada vez había menos Centros de Integración
Juvenil que hay por todo el territorio, al igual que sitios AA, Psicóticos
Anónimos, Neuróticos Anónimos y toda la clase de anónimos que le pueda agregar
el amable lector…
Segundo, porque según datos oficiales del
Instituto Nacional contra las Adicciones, el 97 % de las personas que reciben
algún tratamiento, recaen. De hecho, es
sabido que el alcohólico dejará de tomar, pero seguirá siendo alcohólico…
Y cuando logran quitarse el peso de una
adicción, generalmente caen en otra. Y
muchas veces al grado de enajenación, es decir, que no se dan cuenta de su
actuar, de su comportamiento…
Y lo mismo hay adictos a comer -algunos le
ponen sal a la comida antes de probarla, otros comen chocolates todo el día,
etc.-; a la TV; a mentir; al sexo, a comprar; a rezar; al ejercicio; ¡a los
celulares!; al juego, etc...
Hay personas que por alguna razón olvidan su
celular, o se le acaba la batería; y se alteran, se aturden, se descomponen. Y no se diga sí se les va la Internet, porque
válganos Dios…
Según los que no solo son científicos, sino
expertos en la materia de las adicciones, han descubierto que los adictos lo
son, porque el recurrir a su dependencia, a su vicio, sus glándulas internan se
estimulan y segregan las hormonas conocidas como de la felicidad: la dopamina,
la serotonina, la oxitocina y la endorfina.
Y cuando estas entran en el torrente sanguíneo les proporcionan placer…
Abrir más centros de atención a adictos,
equivale a mandar hacer más prisiones; y evidencia el fracaso de los sistemas
que utilizan para erradicar el problema de salud, que algunos dicen que es mental,
cuando lo cierto es que la reacción por la abstinencia es física…
Lo que no toman en cuenta los “científicos”, es
el principio que enseñó el Maestro Hipócrates
(460 - 370) conocido como “El Padre de la Medicina”:
La misión del médico no solo consiste en
aliviar al paciente, sino en estudiar a los sanos para saber por qué no se han
enfermado -enseñanza descrita en los “Dos Libros de las Epidemias”-…
En el caso de las adicciones hay que llegar al
fondo para saber el por qué hay quienes viviendo en este mismo mundo, no caen
en ellas.
Pero eso se los comento mañana, si el Sol me
presta vida.
Me gustó la explicación sobre las adicciones, y la necesidad de realizar investigación profunda y exhaustiva sobre ellas.
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