Diario Libertad

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Don Sata

lunes, 14 de octubre de 2019


Opiniones y Comentarios

Julio Ricardo Blanchet Cruz

·                   De los otros datos…

Reconociendo que es difícil rebatir lo que asegura el hombre que debiera ser el más informado de todos los mexicanos; cabe acarar que no soy yo el único que dice que el señor Presidente está equivocado y que vamos hacia el rotundo fracaso económico -y yo le agrego también el social-…

Ni tampoco la gran cantidad de fifiés que no trabajan con él, es decir, la mafia del poder incrustada en una 4T -esos están muy contentos pues siguen haciendo negocios en grande-…

Ni tampoco se dice que vamos al fracaso porque lo dictan las “calificadoras” o las honorables “encuestadoras” que bien sabemos bailan al son que les toquen y dicen lo que quieren que digan, nada más…

Lo increíble del caso es que se les siga creyendo.  Baste recordar que en las pasadas elecciones en las que salió triunfador el Abominable del peluquín rubio; cuando la misma mañana de las elecciones daban como ganadora a su contrincante Hillary Clinton…

Que aunque recibió 2 millones de votos más, que el Abominable, ¡perdió! Que finalmente son los amargos gajes de “las democracias” según nos dijo el gran historiador griego Polibio (200 – 118) “siempre terminan en violencia y anarquía”…

No necesitamos que nadie nos diga nadie que vamos al fracaso; ni el Banco de México que dice que de crecimiento, nada- pues aunque el señor Presidente diga que él tiene otros datos -que seguramente le mal informan- la realidad es otra; y es en extremo dolorosa…

Pues el dinero que tenemos en la bolsa y que pronto ni eso vamos a tener, porque los bancos -por no decir los delincuentes, lo van a manejar todo electrónicamente- ya no alcanza para nada…

Ya que de la misma forma en que hacen ganar o perder unas elecciones a quienes les convienen o no les conviene; lo mismo dejando que el sistema se caiga, que cambiando las reglas y haciendo ganar a un individuo por el que no votó la mayoría…

Hacen lo que quieren.  Cuando menos con nosotros los mexicanos; que otrora muy machos, hoy ya no protestamos más que con marchitas de chisguete que no sirven de nada y para nada…

Pero dejar de consumir cosas extranjeras e ir a los centros comerciales a gastar el dinero en objetos superfluos; cuando afuera de las tiendas departamentales y de los estacionamientos hay quienes piden un taco; ni pensarlo…

El estatus es muy importante.  Nacionalismo: cero.  Protestan porque hay que cambiar el rumbo de la nación; pero ellos siguen haciendo lo mismo.  Quieren quitar a unos para ponerse ellos.  Así de fácil…

Nosotros, los que tenemos otros datos distintos a los del señor Presidente, nos damos cuenta que la gente ha sido despedida dejando sin sustento a miles de familias que, seguramente recurrirán a lo que sea -se repite, a lo que sea- con tal de llevar comida a sus casas…

Que en las esquinas hay cada vez más personas que piden dinero o hacen malabares para ganarse unos pesos; y todavía los chairos quieren que paguen impuestos ¡El colmo!...

No necesitamos voltear a ver lo que sucede en Ecuador, o en Colombia donde los ciudadanos, todos manejados por ese monstruo de mil cabezas que se llama Nicolás Maduro, quieren quitar al los Presidentes -cuando el verdadero monstruo de mil cabezas es EE.UU.-…

Solo veamos hacia dentro, hacia nosotros mismos para darnos cuenta de la clase de porquería en que hemos convertido a nuestro México, donde no hacemos ni planchas, porque traerlas desde China es más barato…

Y tecnológicamente, estamos tan mal, pero tan mal, que Ruanda, nación que acaba de pasar por una terrible guerra interna -que son las peores y las más dolorosas-  acaba de lanzar al mercado su teléfono celular -android- Made in África…

¿Y aquí? Bueno, pa qué les cuento si todos lo vivimos; solo que a algunos les conviene que así sea y que siga siendo; y a otros no.  Pero tampoco hacemos nada para salir del atolladero en el que estamos. 

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.


1 comentario:

  1. Hay verdades que serán dolorosas cuándo se comprueben, es decir en un futuro inmediato. Tarde será para rectificar, solo queda esperar los acontecimientos.

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