Diario Libertad

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Don Sata

viernes, 4 de octubre de 2019


Opiniones y Comentarios

Julio Ricardo Blanchet Cruz


·                       La sonrisa de los malvados…   

El 2 de octubre del 2019 pasará a la Historia de nuestro México -eso de “nuestro” ya saben que es meramente figurativo- como “El día que los patos le tiraron a las escopetas”…

El día en que los policías estaban cuidando a los disque anarquistas; en vez de velar por la seguridad de los ciudadanos -los heridos fueron civiles; ningún vándalo.  Y a los que detuvieron, los liberaron de inmediato-…

Dicen los mal pensados -esos que nunca faltan- que los dejaron ir para que no se hiciera público que entre ellos había algunos que cobraban el apoyo del Gobierno.  Lo que no quiere decir que fueran gente del Gobierno; sino que eso de repartir dinero así nomás, no es bueno…

Pero como se comentó lo que dicen algunos mal pensados, todos viejos -por ahí dicen que más sabe el diablo por viejo que por diablo- también se comenta que otros bien pensados dijeron que todo salió muy bien y que la no represión dio sus frutos…

Pero ya que andamos en estos escabrosos temas de buenos y malos, de diablos y diabluras.  Ora sí que se va a poner bueno…

El cambio de Era ya está presente.  Y el día 2 de octubre, entre otras cosas, habrá de pasar a la Historia como el inicio de un cambio radical en la población.  Ya que, como por arte de magia, sabremos quienes son los buenos y quienes son los malos…

Y  no se hace referencia a los condenados, perdón, los condonados fiscalmente; sino a los que se van a ir al cielo y los que se van a ir con Satanás a los infiernos…

Como en EE.UU. que se dividen entre demócratas y republicanos; pues así los mexicanos nos habremos de dividir entre dos grupos, los buenos y los malos.  Los santos y los pecadores…

Y no hablo de malos que parecen buenos, como la dama que se cambió de nombre y se puso un trabalenguas por apelativo, o sea, a la multimillonaria que es la mera-mera de Morena; hasta ahorita…

Pero hay quienes piensan que con el “estate quieta” que le dieron al sacarle sus trapitos al Sol, la sacarán de la jugada…

Al respecto cabe comentar, que quien no se acepta a sí mismo -misma- como es; nunca podrá aceptar a los demás como son.  Siempre querrá cambiarlos y hacerlos amigos, pero a su modo; con el agravante que ni ellos saben bien a bien lo que quieren…

Como viene siendo el caso de Citlali Camacho Ibánez, conocida como Yeydckol Polevnsky Gurwitz, quien se cambió de nombre, de origen, de Partido  Político y hasta se hizo cirugía plástica.  Sin omitir que no aporta nada a la unión de Morena…

Pero estábamos en que todos los mexicanos, de la noche a la mañana nos vamos a identificar como buenos y malos y la religión católica, apostólica y guadalupana, casi dejará de existir…

Y todo porque los vaticanos han traído al presente una dura amenaza que desde hace tiempo no esgrimían: Que cualquiera que haya intervenido, directa o indirectamente en un aborto, queda automáticamente ex comulgado…

Y más.  Si alguien por algún conducto se enteró del hecho y no lo denunció; pues también se va a ir derechito a los Infiernos donde será rostizado a fuego lento para toda la eternidad.  Lo que si es algo muy serio…

A menos que.  Y ahí está el detalle…

Que cambien las placas, aunque no es obligatorio.  Perdón, perdón, que se arrepientan y que vayan a confesarse.  Pero no con cualquier sacerdote.  Ya que así como hay curas especialistas para pelearse con el Diablo, exorcizar le llaman…

Pues así hay otros curas especializados en quitar la excomunión, más o menos como reemplacarse a la vida santa; y de un plumazo condonan los impuestos, perdón, la pena de vivir en el pecado…

Pero todo mediante una buena mochada; ya que salvar a alguien del fuego eterno no es cualquier cosa…

Y todo, porque necesitan dinero para seguir su poltrona existencia; por eso es que me confundí con el cambio de placas.  Nuevamente perdón.  Pero todo hace suponer que en esta vida; y por lo visto también en la otra, todo se reduce a la lana y las condonaciones…

El caso es que a partir de hoy, unos estarán condenados al fuego eterno y su mirada será esquiva; y los que miren con firmeza -que seguramente serán los menos-serán los que irán al cielo y será fácil reconocerlos.

Pues como decía Pitágoras (569 – 475) “Si quieres conocer a alguien, hazlo sonreír; la sonrisa de un malvado no puede disimularse”.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.     


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