Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·
Se perdió
la guerra…
Referente a lo sucedido en días
pasados en Culiacán -lo que le ha dado la vuelta al mundo- oficialmente se han dado
declaraciones tan contradictorias que ya no sabe uno ni a quién creerle…
Pues hasta hablan de que el Abominable hombre del peluquín rubio es
el responsable y que pedían su extradición; y también que los malosos
derribaron un helicóptero de los justicieros…
Pero en el caso de que alguna de
esas versiones fuera la verdadera; el hecho de las diferentes versiones habla
de descoordinación en el Gabinete. O en
su defecto, de un acto deliberado para confundir la opinión de los ciudadanos
para que no sepan lo que en realidad sucedió.
Pero el que quieran ocultarlo sería todavía más grave…
El señor Presidente dijo una
cosa, el General Secretario otra, el de Seguridad y Protección tiene su muy
personal versión de los hechos y los abogados de “El Chapo” le agradecen al señor
Presidente el que no hayan maltratado ni torturado a Ovidio en las cinco horas que fue retenido…
Por lo tanto, como ninguna de las
versiones se parece, habrá que acudir al sentido común para darnos una idea de
lo que sucedió…
Primero, el señor Presidente
estaba al tanto de todo lo que iban a hacer y lo autorizó; y si no lo autorizó
ni estaba al tanto, mucho peor; ya que una operación para detener a un capo de
esa categoría, sin saber hasta donde andan los compromisos, debe de informarse
a la Presidencia…
Hace recordar los tiempos 24 de mayo de 1993, cuando en el
aeropuerto de Guadalajara asesinaron al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo -pariente, por cierto, de José Ocampo Verdugo, el de las Cajas de
Ahorro del Pacífico, todavía preso. Para
que los amables lectores deduzcan por donde andan los $antos lavaderos de
dinero y el porqué asesinaron a mansalva al purpurado…
En ese entonces señalaron a los
hermanos Arellano Félix como los
responsables; que queriendo matar al Chapo
Guzmán, le metieron de tiros al Cardenal a medio metro de distancia, pues
le abrieron la puerta del coche en el que llegaba y lo rociaron de tiros…
Como los Arellano Félix no fueron, a pesar de que sus nombres salieron a
relucir como los autores, los hermanos fueron a ver al entonces representante
del Vaticano, el obispo Girolamo
Prigione, precisamente a la persona a quien iba a recibir Posadas Ocampo en la capital tapatía
cuando lo asesinaron…
Era Presidente de México Carlos Salinas de Gortari y Procurador
General Jorge Carpizo McGregor; y
fueron informados por el propio Prigione
que los Hermanos Benjamín y Ramón
Arellano Félix lo visitarían en sus oficinas para entregarle una carta
dirigida al Papa Juan Pablo II en la que le decían que ellos no habían sido los
responsables…
Cuando llegaron, Prigione se comunicó con Carpizo McGregor y este a su vez con Salinas; y dado que los Hermanos iban
fuertemente escoltados, decidieron no detenerlos argentando que se podía haber
suscitado una balacera…
Cabe señalar, que confundir al
Cardenal con “El Chapo”, era tanto
como confundir a la Madre Teresa de Calcuta con Gloria Trevi. Pero en fin,
así se las gasta los sesudos para inventar pretextos…
Baste recordar a la pequeña Paulette que se pasó 9 días muerta a
los pies de su cama sin que nadie se diera cuenta de ello; o la “La Verdad Histórica” para entender la
clase de inteligencia que tienen nuestros ínclitos gobernantes -o de cinismo,
también cabría-…
Pero si no fue cierto que
detuvieron a Ovidio y lo tuvieron
detenido cinco horas, entonces no se explica el porqué el caos que se armó;
como cuando intentaron detener a “El
Mencho” en Guadalajara…
Lo que a tras mano se ha sabido,
es que después de balearse en la Fiscalía donde fue llevado Ovidio y habiendo sido enterados de que
por todos lados llegaría apoyos gubernamentales para trasladar a la CDMX el
reo…
Los malosos bloquearon las
entradas de Culiacán con barricadas de autobuses incendiados para que los
refuerzos no pasaran a ayudar a los que estaban en la Fiscalía, y se dirigieron
al cuartel -donde viven los soldados y sus familias- desarmaron al personal de
la Policía Militar y secuestraron a los familiares de los soldados que ahí se
encontraban, amenazando con ultimarlos si no soltaban a Ovidio…
En esas condiciones se tenía que
ceder; ya que arriesgar la vida de las familias de los militares sería
impensable y una reacción solidaria de los soldados podría ser de muy graves
consecuencias…
Pero el que eso se entienda, de
ninguna manera obsta para no expresar que el Gobierno está rebasado y humillado
y que ya le tomaron la medida; por lo que cambiar hacia la legalización hoy es
más que obligado. El Estado está
rendido. Ya no hay otra opción. Se perdió la guerra.
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
No sin antes recordarles que los representantes
de Arbit Club, con Mauricio Larios e
Itzel Gutiérrez al frente, son
defraudadores. No se deje engañar por
estos pillos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario