Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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Ora me secuestran;
porque me secuestran…
Solo faltó el espantasuegras, los globos y el pastelazo. A la luz de la distancia y del tiempo, el “secuestro”
del señor Presidente que, en su momento me hizo recordar al mal juzgado don Venustiano Carranza (1859 - 1920)
cuando la turba detuvo el tren en el que viajaba rumbo a Veracruz…
Y digo mal juzgado, porque hasta la fecha, cuando alguien roba algo, dicen
que se lo “carranceó”; sin tomar en cuenta que, tras el asesinato de Francisco I. Madero (1873 - 1913) fue
el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista…
Además de que fue el impulsor de la Constitución de 1917, que hasta el día
de hoy nos rige -bueno, ustedes me entienden amables lectores- despertando animadversión
a quienes no estaban de acuerdo con sus ideas…
Y quienes se oponían a él, eran nada más, ni nada menos, que Victoriano Huerta (1850 - 1916); Plutarco
Elías Calles (1877 - 1945); Álvaro Obregón (1880 - 1828); Lázaro Cárdenas (1895
- 1970) y Ruiz Cortines (1889 - 1973) todos, de una u otra forma,
participaron en el Plan de Agua Prieta
en 1920; cuyo objetivo era derrocar el gobierno de Carranza. Y todos llegaron
a ser Presidentes de México. Cosas de las coincidencias milagrosas…
El caso es que hoy sabemos que el señor Presidente se “amachó”. Y ya se sabe lo que sucede cuando se avienta
el otrora “Me canso ganso”; hoy
sustituido por el “Llueve, truene o
relampaguee”, del que, por todo lo que viene, se acordará hasta el día que
se muera…
Pues por más que los maestros le franquearon el paso, el Presidente debe de
haber dicho: “ora me secuestran, porque
me secuestran”. Vio la oportunidad y
vivillo como es, la aprovechó…
A su alcance ¡claro! pues solo imaginar que el Presidente de cualquier
nación, fuera interceptado y secuestrado por una turba de unas 300 personas. Y tan solo a unos metros de los militares que
lo esperaban, al igual que sus colaboradores que no supieron que hacer cuando
les llamó por teléfono desde la lujosa camioneta y les dijo que no lo dejaban
pasar. ¡Por favor!...
Antes de que hubiera llegado la caravana que lo conducía al desayuno
mañanera, los militares o los policías, alegando la seguridad del Presidente, ya
le habrían quitado de enfrente a los inconformes…
Y como para donde volteé, vivo literalmente rodeado de Maestras, estoy
esperando a platicar para saber de viva voz la verdad sobre la asistencia,
tanto de maestros como de alumnos, las condiciones del plantel, cómo se
sintieron, ellas; y cómo sintieron a los niños y a los papás…
Los reportes, que se refieren solo a los estudiantes, de los maestros no
hay nada, dicen que la asistencia fue muy baja.
Reportan que en la CDMX -de la consentida Claudia que ya no va a llegar, pues es demasiado igual, por no
llamarla incondicional y representaría otro “Maximato”- hubo salones con solo
dos alumnos…
Por lo que habrá que esperar a ver lo que sucede en los Estados. Unos Gobernadores abiertamente habían dicho
que no iniciarían las clases el día de ayer; y con esto de los huracanes menos…
Pero ya entrándole a los refranes que tanto le gustan al titular del Ejecutivo. Como “contra viento y marea”, mata el “llueve,
truene o relampaguee”; y los huracanes están haciendo de las suyas; y
más ahora que se enteraron que ya no hay FONDEN…
Ya no podrá decir que los maestros “le hicieron lo que el viento le
hizo a Juárez”; porque si se “los pasa por el arco del triunfo”,
se va a molestar mucho la señora Gutiérrez…
Y si ya de por sí la educación era bastante mala -aunque con los
secretarios de Educación Pública que hemos tenido no se podía esperar otra
cosa- con el sistema alternativo, unos un día y otros otro; e híbrido, unos a
distancia y otros presenciales; va a ser un caos a la hora de poner los
exámenes y calificarlos…
Aunque finalmente todo tiene algo positivo y se puede impulsar el
autodidactismo -que es en lo que van a acabar-.
Muchos de los grandes hombres de la Historia, quizá la mayoría, no
fueron a la escuela; sobre todo los deportistas y los artistas. Para triunfar en la vida solo basta amar lo
que haces.
Para terminar…
Ya de nueva cuenta en la escuela y aprovechando que fueron muy pocos los
que asistieron -hubo salones a los que no llegó nadie; ni alumnos ni maestros-
frente a frente y cara a cara, un alumno le preguntó a su maestro…
Maestro: ¿Quién es más peligroso, el covid-19 y sus parientes; o el hombre
y los suyos? porque según esto, todos
somos hermanos. Pues estoy viendo unos datos -dijo el infante
de esos que nacen medio sabios y ven las “mañaneras” y sacan otros datos- que
ya son 4.5 millones de seres humanos los que han muerto por el coronavirus. Lo
que ciertamente alarmó mucho al joven estudiante. Pero el maestro no supo qué contestar…
Porque resulta, abundando en el tema de la peligrosidad del Bicho, que buscando
en la Internet -prosiguió el muchacho que eso aprendió con la larga cuarentena-
encontró que en la Segunda Gran Guerra murieron muchos más…
Y aunque no se tienen datos precisos, hay quienes estiman que fueron 60
millones los que murieron por ambos bandos; y hay quienes dicen que fueron poco
más de 45. Sin que falten los que opinan
que fueron 100 millones. Solo en la
Unión Soviética murieron casi 9.5 millones -9,360,400 según datos de la ONU-.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.