Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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El problema es que
no todos lo tienen…
Una de las ventajas de conocerse a sí mismo, es que entiendes que nada es
fortuito, es decir, que todo sucede por algo; por alguna razón. Y eso es lo que se debe de averiguar; y
aprovechar…
Porque todo lo que le acontece, no solo a uno como persona; sino lo que
sucede en el resto del mundo, es siempre en merced de uno mismo. “Aunque Usted, no lo crea”…
Si la vida es un juego -venimos a llevar a cabo una jugada, a representar
un papel en el Gran Teatro de la Vida, donde cada cual es la estrella de su
propia película- se puede entender que todo está diseñado por algo y para
algo…
¡Cómo va a ser eso cierto! Dirán no pocos. ¿Y entonces el libre albedrío
qué? porque si no hay libre albedrío,
entonces somos títeres de la vida, no actores; y ese caso el Creador es un ser
perverso, cruel y lo que le sigue. Nomás
hay que ver cómo estamos…
Porque lo que está sucediendo es como película de horror; o mejor dicho,
como tragicomedia; pues mientras unos ríen -la minoría- otros -la mayoría-
llora. Unos gozan y otros sufren; y
todo al mismo tiempo…
Desde ese punto de vista sí que tendrían razón al opinar así sobre el
Creador. Lo que no se contempla, es que
cada cual, por su propia voluntad, “pagó su boleto”-por decirlo de alguna
manera- para entrar como actor en la película de horror…
Un ejemplo: Si Cassius Marcellus
Clay (1942 - 2016) más conocido como Mohamed
Alí, se hubiera quejado de nacer en los EE.UU. y haber sido negro. Habría sido un negro más…
Pero él sabía a lo que venía, a ser El más Grande de todos los tiempos; y
si hubiera nacido en Paris en 1500, cuando no había ni boxeo, nunca habría
pasado a la Historia. Además, no se
puede pasar por alto que en esta vida todo tiene un precio…
El libre albedrío existe porque cada cuál quiso venir y sabía a lo que
venía. Cada uno pagó su boleto para ser
actor en este mundo de horror, en donde el dinero está por encima de todo; incluso
de la vida misma…
El conocerse a sí mismo, es encontrar por qué cada quien quiso venir a este
mundo de horror; cuál es el papel que vino a desempeñar y llevarlo a cabo…
¡Sí cómo no! dirán no pocos.
Seguramente los palestinos quisieron venir por su voluntad; a vivir sin
libertades y morir despanzurrados por una bomba. ¿Y los niños también?...
El tracio Espartaco ( ? - 71)
nació en unas condiciones que no le auguraban mucho futuro como esclavo romano. Y sin embargo desde hace más de 2 mil años se
habla de él y se le admira como ejemplo para muchas causas…
Sí; uno entre cuantos millones. ¿Y los demás?...
No todos tienen que pasar a la Historia luchando por sus sueños; pero
ciertamente que tienen que esforzarse. Pero
una cosa es batallar por una meta; y otra muy distinta sufrir para alcanzarla…
Nadie viene a este mundo a sufrir; ni tampoco a pagar lo que hizo en vidas
pasadas -para los que creen en esas cosas y desconocen la Ley del acto-reacto-. Todos venimos a triunfar en algo…
Pero para triunfar, primero se tiene que saber a qué se va a jugar -si no
cómo- cuál es nuestro papel; y después hay que esforzarse al máximo. Hay
músicos, científicos, inventores, estadistas, filósofos, futbolistas, políticos,
cómicos y hasta dictadores misóginos…
De esos que se lavan las manos y le echan la culpa a su secretaria si se
mueren los niños por el regreso a las escuelas; pues eso dañaría, como él mismo
lo dijo, ¡su imagen! -uy, espejito, espejito-.
Pero dejemos la vanidad de los inteligentes a quienes el Poder los
vuelve locos, y mejor regresemos…
La pandemia ha venido a demostrar que los dioses no se meten -no ayudan ni
a los suyos, menos van a ayudar a otros-.
Por lo que tener la esperanza en que uno de ellos va a venir a salvarnos
de este cambio de Era -al que ya nos llevan; pero todavía falta- es no querer ver
la realidad. Además de que “La esperanza es el peor de los males, pues prolonga
el tormento del hombre”; según decía Friedrich Nietzsche (1844 - 1900)…
Por algo estamos aquí. Venimos a desempeñar un papel en esta vida; y el
saberlo es precisamente el conocimiento de uno mismo. Todos tenemos un sueño; pero se requiere
valor para perseguirlo. El problema es que no todos lo tienen.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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