Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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“Nunca ha
existido un gobierno peor ni más despótico, que una oligarquía”. Napoleón (1769 - 1821) “El
Gran Corso”.
A pesar de que aún faltan largos
90 días para que venza el plazo y la llamada Ley Atenco entre en operación, ya nada
se puede hacer. El rejón de muerte a la
libertad ha sido encajado hasta la empuñadura…
Con el pretexto de que hasta en
Europa y Chile la policía disuelve las manifestaciones, la Ley que ensayaron en
otros Estados, empezando por Quintana Roo y Puebla, no tiene vuelta atrás…
Y se aplicará más pronto de lo
que se espera -aunque de hecho ya se aplica en la práctica, a los manifestantes
no solo los golpean, sino que hasta los meten a la cárcel, lo que es todavía mucho
peor-…
Le Ley ya aceptada, pese a lo
que digan los levanta-dedos, ni siquiera es clara, pues la aplicación de la
fuerza por parte de la policía queda sujeta a la apreciación y discrecionalidad
del elemento policiaco que la ejerza…
Y así, con el cuento de que
pensó que su vida estaba en peligro, a cualquiera le parten el cráneo o le
sorrajan un balazo…
Pero todo tiene algo de bueno;
solo hay que saber encontrarlo. Y el que
de plano ya vivamos una DD, o sea, una Dictadura Democrática, o una Democrática
Dictadura, como se prefiera -para el caso es lo mismo- tiene grandes ventajas…
Sin soslayar que lamentablemente
existe una enorme diferencia entre la policía alemana antimotines, o la
británica, o la danesa, etc. y los nuestros, a los que prefiero no calificar,
ya que muchos de ellos forman parte del crimen organizado…
Será una gran ventaja que por
fin la gente se dé cuenta de que en México y en todas las naciones infectadas
del capitalismo donde los que mandan son los oligarcas, las manifestaciones
también son manipuladas y solo benefician a quienes las organizan. Parece mentira que no se hayan dado cuenta…
Y si el sistema de movilizar a
los ciudadanos no ha funcionado, lo que es más que evidente, inteligente será
entonces buscar otras alternativas, otras formas de oponerse a las autócratas
decisiones del Gobierno, que nada tienen de democráticas…
Porque el exponerse a la
brutalidad policiaca, después de tener que pasar el viacrucis al pedir
autorización para manifestarse en contra de los mismos que la van a autorizar,
es punto menos que ridículo…
Grandes problemas, como en el
que estamos metidos con esta dictadura, obligan a grandes decisiones. Y si a los gobiernos los manejan los
oligarcas, es decir, los ricos, lo que es innegable, entonces entenderemos por
qué las manifestaciones no prosperan, pues no van dirigidas a los autores
intelectuales, sino a los operadores…
Luego entonces, deben de
enfocarse las baterías en contra de los oligarcas; y si se les logra afectar, entonces
ordenarán a sus operadores, llamados mandatarios-súbditos, a obedecer los
dictados del Pueblo…
Lo cierto es que doblegar a las
autoridades resulta mucho más fácil de lo que se supone podría serlo; pues con
solo dejar de comprar lo que realmente no se necesita -la comida chatarra es un
grandísimo negocio y no se necesita, antes al contrario, hace daño- y todavía
mejor, comprarlo a quien lo produce, el problema está solucionado…
Apagar las luces o dejar de
cargar gasolinas, es inútil. La gasolina
habrá que comprarla tarde o temprano si se quiere mover el auto. Y la electricidad habrá que conectarla tarde o
temprano…
Pero si comparando, me doy
cuenta que un litro de Coca-Cola, o un litro ¡de agua! de la misma Empresa,
cuestan más que un litro de gasolina, el dejar de comprar esos productos es
hacer blanco donde verdaderamente les duele, en su economía…
Según la Organización
Panamericana de la salud, dependiente de la Organización Mundial de la Salud,
cada mexicano consume 163 litros de refrescos al año; y el 81% de ellos son
sabor cola…
Lo que quiere decir, que si esa
cantidad la multiplicamos por 119 530 753 millones de mexicanos registrados en
el INEGI a diciembre 9 del año pasado, los millones de refrescos que se
consumen a diario representan un dineral, que dejarían de recibir los oligarcas
si no se compran…
Y en poco tiempo irían a la
quiebra; por lo que más que rápido se comunicarían con sus operadores para que
accedieran a la voluntad del Pueblo. Y
resulta que para dejar de comprar solo se requiere de la voluntad de hacerlo,
pues nadie puede obligar a otro a que compre lo que no quiere. Salir a las calles ya debiera ser
obsoleto. La lucha personal es lo que
cuenta…
Y como ejemplo del éxito que
tienen los boicots bien dirigidos, está el que el Mahatma Gandhi (1869 - 1948)
le hizo a la sal. Indispensable
producto que por ese entonces solo comercializaba el gobierno británico que so
pena de cárcel prohibía a los hindúes recolectarla del mar. Movimiento con el que Bāpu -padre en idioma guyaratí- finalmente llevó a la independencia
de la India…
Como también sucedió con “El motín del the de Boston”, en 1773,
que condujo a los Estados Unidos a su independencia…
Y aunque ciertamente que no es
el mismo caso y nada tiene que ver con los boicots, cuando llegó Evo Morales a la presidencia de la
hermana República de Bolivia, era un delito penado con cárcel recolectar el
agua de lluvia…
A tales grados llegan los oligarcas,
que anteponen el dinero a la salud de los pobladores. Pero no solo recortando los presupuestos, con
las lógicas consecuencias que no es necesario enunciar, autorizan la
fabricación y luego la publicidad de productos que son dañinos para la salud…
Cuando ni el dinero que reciben
por impuestos compensa el gasto en la atención de enfermedades como la
obesidad, la diabetes y sus múltiples consecuencias, que acaban finalmente
incapacitándolos…
Pues bien. Como la contraofensiva de la industria de la
carne no convenció a todos, y muchos son los que han dejado de comer carne a
raíz de que se hicieron públicos los estudios que establecen lo cancerígenos
que son estos productos…
En el colmo de la desesperación,
ahora salen que el ser vegetariano es hasta peligroso para la salud; y las
personas que no coman carne pueden sufrir enfermedades del corazón y cáncer de
colon…
Todo esto, según una
investigación de la Universidad neoyorquina de Cornell, que fue publicada en la
revista de “Molecular Biology and Evolution”…
Para que nadie entienda sus
mentiras y decaiga su universitaria credibilidad, el estudio establece que el consumo de alimentos exclusivamente
vegetarianos a largo plazo es causante de una mutación denominada rs66698963 (¿?)
que se ubica en el gen FADS2 (¿?) la cual puede hacer que las personas sean más
susceptibles a la inflamación…
Y todavía agrega que “la inflamación que se produce está asociada
a un mayor riesgo de sufrir enfermedades del corazón y cáncer de colon”. Y blá, blá, blá…
Pero todo es parte de la campaña para que no se deje de
consumir carne. De esa industria
dependen millones de trabajos. ¿Y luego
que harían con tanta gente desocupada?..
A todo esto, cabe citar que los
budistas llevan más de 2,600 años de no comer carne, y sus estadísticas sobre
problemas cardio-circulatorios y de cáncer, dicen todo lo contrario. Sin poder soslayar que los budistas son
pacíficos, a diferencia de los que se dicen cristianos y los que se dicen
musulmanes o judíos, que sí comen carne.
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.