Diario Libertad

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Don Sata

domingo, 6 de octubre de 2019


Opiniones y Comentarios

Julio Ricardo Blanchet Cruz

*         Humanidad enferma; pero creyente…

Entre todas las cosas que suceden obedeciendo al cambio de Era propiciado por los Planetas, cuya influencia es definitiva sobre nosotros y todo lo demás que existe por el mundo…

La noticia más terrible de esta semana es el informe que se da por parte de las Autoridades dando a conocer que cada día nacen 32 niños que son hijos de madres menores de edad…

Lo que da una cifra de 11,680 mexicanos que cada año vienen a esta vida; pero que son hijos no deseados.  Con todo que esto conlleva de trágico para el desarrollo de los niños que generalmente los lleva a ser inseguros y consecuentemente fracasados…

Y se dice que son fracasados; porque a pesar de que puedan llegar a tener éxito económico, político, social, musical, es ley que nadie puede ser feliz haciendo lo que no le gusta; y frustrado porque no tuvo el valor de perseguir sus sueños…

Los deportistas de competencia van por el triunfo; pero no en base a la suerte, sino en la constancia, en el esfuerzo.  Pero para ser constante en algo que nunca te aburra y que finalmente sea como tu diversión, tu pasatiempo, te necesita gustar mucho lo que haces…

Y a la mayor parte de la gente, a la inmensa mayoría, sin temor a equivocarme, su rutina diaria le cuesta trabajo -Voy al trabajo; está trabajando. Es lo que siempre se escucha- y por eso necesitan dejar de hacerlo, necesitan descansar los fines de semana, las vacaciones…

El que ama lo que hace no necesita vacaciones, ¡vive de vacaciones! Haciendo lo que le gusta.  Qué más…

Pero eso de los hijos no deseados, sus fracasos y frustraciones que vienen al mundo a destiempo, por decirlo de alguna manera, no es lo peor del caso.  Lo peor es que esas niñas se convirtieron en madres porque fueron violadas y quedaron embarazadas…

A saber cuántas más son violadas y no quedan embarazadas; y a saber cuantas otras criaturas nacen sin decir que fueron producto de una violación…

Las cifras deben ser mayores; pero con las que se tienen es más que suficiente para escandalizarnos y entender que es necesario reflexionar en qué clase de monstruos somos los seres humanos para llevar a cabo semejantes atrocidades que ni las bestias hacen…

Qué clase de sociedad hemos construido para que estas cosas lleguen a suceder.  Que tenemos en la cabeza para que el mundo celebre el día de los homosexuales, lesbianas, genéricos y similares…

Y el día de los animales -Octubre 4; anteayer- nadie se ocupa de las abejas.  Cuando estos maravillosos insectos son más valiosos e importantes que toda la especie humana junta; incluyendo a los genéricos y similares arriba citados…

Padres que golpean a pequeños hasta matarlos; o que los violan; madres que los abandonan; religiosos que se revisten de buenos para llevar a cabo sus fechorías y perversiones; asesinatos; secuestros, venta de órganos y de seres humanos; masacres por odio; guerras por dinero; balaceras en las escuelas, suicidios y todo lo más bajo y triste que se pueda concebir…

Pero que otra cosa puede esperarse, si somos capaces de envenenar con químicos y plásticos al ser que sustenta la vida de todo cuanto existe, a La Madre Tierra...    

Y todavía hay personas que carecen de la capacidad de razonar, para entender que somos una plaga del Planeta; y por ello se oponen firmemente a que se despenalice la interrupción del embarazo…

Cuando en el fondo, la verdad, así crudamente, es que un aborto equivale a un parásito menos, o dicho más suavemente, uno menos que viene a este mundo a sufrir y a sacrificarse y cuya vida no vale nada en comparación a la de una sola abeja.  Doloroso, pero cierto…

Los irracionales escandalosos dicen proteger la vida; pero no respetan la vida de los animales y las plantas.  Y resulta que a ellos, a los animales ya a las plantas, les debemos la vida.  Dicen que protegen la vida de los que aún no han nacido; pero no protegen la vida de los que ya nacieron.  Paradoja desconcertante…

La especie humana no brinda la necesaria atención para que sus críos, tanto las niñas como los niños, no corran peligros; como sí lo hacen todas las otras madres de La Naturaleza…

Además ¿Dónde están todas esas organizaciones feministas que cuestan tanto dinero al Erario?   Y qué decir de los feminicidios, que ya son noticia de todos los días,  ¡Y los religiosos! Qué han hecho con sus “rebaños”; porque la violencia intrafamiliar y laboral no ha disminuido…

Todo el mundo dice que es necesario un cambio.  SOS ya es cuestión de alarmarse.   Solo que ya es tarde.  Llegamos al punto de no regreso. Lo que en este espacio se ha venido citando ya desde hace tiempo…

Y ahora, se le haga como se le haga, pero tenemos que pagar las consecuencias de lo que hemos hecho.  Y encima de todo, nadie quiere cambiar.  La explicación del por qué somos así, es porque estamos enfermos; y los enfermos no pueden pensar como sanos.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

Somos una humanidad enferma; pero creyente.  Y como los enfermos piensan y actúan como enfermos, somos literalmente insoportables.  Solo hay que preguntarle a La Madre Tierra qué tan insoportables somos.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.


    



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