Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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¡Cuánto a
que no lo reinstalan!…
En el Siglo de Oro de Grecia, Protágoras de Abdera (485 - 411) sin
duda el más grande de los sofistas -amigo de Sócrates (525 - 456) y de
Pericles (495 - 429)- el sofismo era algo muy distinto a lo que ahora se
considera…
Sofista, del griego Sophia = Sabiduría, y Sophós = Sabio, se le llamaba al que
tenía por profesión el enseñar la sabiduría.
Pero el concepto ha cambiado con el tiempo…
En aquellos tiempos así se
calificaba a quien fuera inteligente y práctico, y era experto en sentido
genérico; ahora se les dice polímatas; término que viene del griego polimathós -el que sabe muchas cosas-…
Posteriormente Esquilo (525 - 456) consideraba como
sofistas a los que daban utilidad a lo aprendido. Lo que parece más acertado, porque alguien
puede saber mucho, de muchas cosas, y ser un erudito; pero si no aplica lo que
sabe, no es sabio. El que aprende de los
demás, es doblemente sabio. Píndaro (518 - 438) es quien le da al
término un sesgo despectivo, más o menos parecido al de lenguaraz…
Pero tratándose de Carlos Slim Helú, a quien todos consideran el prestanombres de su tocayo Salinas de Gortari, el que se atreviera
a proponer que se aumenten los sueldos y que se retire el gasto público, es ya pasarse
de gandaya…
Pues aunque la retórica utilizada
ante sus inferiores en dinero, pero más o menos iguales en sus filosofías
monetarias especulativas de rendir culto al dinero, puede sonar interesante y
hasta generosa…
Ya que propone que el dinero se
les puede dar directamente a las amas de casa o jefas de familia -sin decir a
cuales- para que ellas, generalmente más organizadas que los hombres, dispongan
del dinero. Con lo que se evitaría el
burocratismo y la corrupción; además de que saldría más barato…
Lo cierto es que quiere pasarse
de listo, pues el quitar el gasto social en salud -también hablo de educación- favorecería
a los laboratorios que venden medicinas, a los que hacen análisis clínicos, a
las aseguradoras, y desde luego a la medicina privada; ya que enfermarse les
costaría directamente a los ciudadanos y le quitaría la responsabilidad al
Estado…
Lo que tampoco es tan malo; pues
cuando les cuesten las consultas y sus medicinas para la diabetes, por poner un
ejemplo, pensarán que mejor será hacerle caso al médico y comer de otra manera…
Además, cabría preguntarle a Slim: ¿qué se haría con todos los miles
de médicos, enfermeras y diversos empleados que trabajan en los hospitales? ¿Será que piensa comprarlos todos en remate?...
Y en cuanto a que propone tres
días de trabajo a la semana con el fin de generar más empleos, sabiendo que la
intención -y de hecho ya en la práctica- de lo que se trata es de sustituir la
mano de obra con la robótica…
¡Por favor! Cualquiera diría que
el Magnate no se ha dado cuenta de que ya pasaron los tiempos en que se podía
engañar al Pueblo con estampitas y escapularios. Esa gente no da paso sin huarache; solo
piensan en dinero.
Cambiando de tema…
Pues la oposición que quiere que
se discuta la restitución al frente de la FEPADE del ex fiscal incómodo que
investigaba los sobornos de Odebrecht, Salvador
Nieto, decidieron reventar la sesión en la honorable Cámara de Senadores,
pues los nuevos priístas similares y genéricos querían hacer todo en lo
oscurito…
Por lo que hasta hoy se sabrá si
lo restituyen en el cargo o si no. En lo
personal pienso que los nuevos priístas acudirán a las viejas prácticas de
echar montón -y si es necesario comprar a uno que otro- pero que se van a salir
con la suya…
Y que Salvador Nieto se dé de santos si no lo procesan y lo lleven a
juicio. Porque eso de investigar a un
presidente por corrupción solo sucede en las naciones donde la división de
Poderes es real, no ficticia…
Allá a los presidentes y primeros
ministros, los jueces lo mismo les dicen que no acatan sus decretos, que los
llevan a juicio y los meten en la cárcel.
Aquí, que se dé de santos si sale bien librado. Pero todo esto seguirá sucediendo en nuestro
México mientras no se instituya la República.
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
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