Diario Libertad

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Don Sata

miércoles, 21 de agosto de 2019


Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz


·                  De cárteles, drogas y arreglos

Muy independiente del “pancho” que hicieron algunos medio$ de comunicación referente a las declaraciones que hiciera Doña Olga Sánchez Cordero y los acercamientos con los llamados auto-defensas…

Pues aunque sus palabras bien pudieran prestarse a interpretaciones un tanto cuanto aventuradas o equívocas, los honorables medio$ se ensañaron con la Secretaria de Gobernación y parecen soslayar que los gobiernos siempre han estado en contacto con los diferentes cárteles de la droga…

El problema ha radicado que cada Presidente ha tenido su cártel favorito y por eso ha habido, y hay, pugnas entre ellos.  Sin pasar por alto que los cárteles se han multiplicado exponencialmente, cuando a la muerte o apresamiento de algunas cabezas sus seguidores se han dividido formando sus propias organizaciones…

Al respecto, debemos de recordar que Mauricio Fernández Garza, el entonces reelecto Presidente Municipal panista de San Pedro Garza García (2009 – 2012) protegido de Felipe Calderón, pactó con Arturo Beltrán Leyva -ya antes había sido electo para el mismo cargo del (1989 – 1991)-

Tras el acuerdo, el otrora inseguro Municipio, de la noche a la mañana se convirtió en uno de los más seguros de todo México.  Y eso que ahí tienen sus residencias muchos de los hombres más ricos del País…

Cabe aclarar que los gobiernos han deliberadamente querido engañarnos -y en gran parte lo han logrado- haciendo creer a la población que los narcotraficantes, ante el ataque que han recibido por parte del Gobierno, han mermado sus ingresos y por eso se dedican a secuestrar, robar, cobrar derecho de piso, violar, asesinar y lo que le sigue…

Pero eso es totalmente falso, baste recordar que Francisco Saldaña Perales, alias “El Negro”, quien fuera jefe de la plaza de los Beltrán Leyva en Monterrey, fue ultimado por órdenes del propio Arturo, su jefe…

Y que en la camioneta donde en la hoy CDMX fue encontrado su cadáver junto con otros tres, todos parientes, había un letrero que decía: “Por secuestradores. Atte. El Jefe de Jefes”, como era conocido Arturo

Pero los gobernantes han insistido en que son los mismos y se dedican a lo mismo; tal vez encaminados a justificar la imparable violencia que nunca han podido controlar por estar infiltrados por los delincuentes.  Pero es necesario que quede claro que los narcotraficantes y los delincuentes organizados son dos cosas distintas…

Donde sientan sus laureles los narcotraficantes, todo florece.  Los campos se trabajan, las calles se trazan y pavimentan, ponen drenajes, construyen escuelas y en general ayudan a todos los de esa comunidad…

Ahí los delincuentes organizados y no organizados no existen; con los narcos nadie se mete.  Lo que les sobra es el dinero y lo reparten a manos llenas.  Por eso cuando atrapan a uno de los grandes capos, o lo ultiman, la gente sale a las calles a manifestar su pena o a pedir que lo liberen...

En cambio, donde llegan a asentarse los cabecillas del crimen organizado, todo se viene abajo.  Como siempre andan “cruzados” -se meten de todo- hacen barbaridad y media.  Tienen atemorizada a la gente; por eso muchos abandonan sus casas y sus tierras y emigran…

Relacionado con todo esto, el que ya exista jurisprudencia para que cualquiera que solicite poseer cannabis para uso personal, sembrar, portar o consumir -con ciertas restricciones- pero sin importar que sea como medicamento, para divertirse o para pensar -muchos artistas la fuman para crear sus obras-…

Es un gran paso para la legalización de las drogas, que ha sido seguido por el uso de la cocaína; toda vez que la Justicia ha autorizado ya en dos ocasiones el uso del polvo blanco para fines lúdicos…

Y eso está muy bien, pues al legalizar todas las drogas se acabarán los cárteles y el trasiego ilegal.  Y las Autoridades podrán -disponiendo del dinero que hoy utilizan para combatir a los cárteles- enfocarse a luchar contra la delincuencia organizada…

Ha llegado al momento en que, o legalizan las drogas, o continuaremos condenados a que se siga derramando sangre en nuestro suelo; mientras otros hacen dinero con ellas.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida. 






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