Opiniones y Comentarios

                                                                                                     Julio Ricardo Blanchet Cruz                                                                                                              DiarioLibertad@gmail.com.mx

·         A mis tres amables lectores…      

Mientras el orate de Zelensky apremia a la OTAN para lanzar un ataque preventivo sobre Rusia; el orate de casa, no sabe otra tonada más que echarle la culpa de lo que sucede a los del pasado…

A pesar de que ya está muy entrado se mandato; afortunadamente ya de salida; aunque por algunas razones más que obvias, podría anticiparse, aunque fuera solo un poquito; lo que sinceramente muchos agradecerían…

Aunque no sé por qué.  Pues finalmente quedaría en su lugar otro, cualquiera que fuera, que acabaría siendo lo mismo; pues hasta el día de hoy, todos se tapan con la misma cobija, es decir, son iguales.  Mamaron de la misma leche de la corrupción…

El caso es que, ante las masacres de Ttotolapan, que dejaron cuando menos 20 asesinados; solo alcanzó a decir que “hay una descomposición que vino de la mano de la política neoliberal”.  ¡Ajá!...

Él se dice inocente de todo lo que le señalen o lo acusen; pues siempre sale que tiene otros datos.  En no pocos casos, diferentes a lo que oficialmente las dependencias del ramo han publicado.  Pero eso no se lo cree ni la señora Gutiérrez…

Y mucho menos los millones que también creyeron en su asquerosa demagogia; hoy desenmascarada.  Por lo que se propone elevar a la guacamaya a nivel de héroe nacional y ponerle alguna de esas medallas que el Secretario de la Defensa se colgó del pecho, para que el señor Presidente no lo regañara más en público -a lo que se ha llegado-…

Cuando otros Secretarios de la Defensa ya lo hubieran mandado al Diablo -Don Sata para los cuates- o le hubieran puesto las esposas en la espalda y llevado a una prisión militar.  El maltratar públicamente al General Secretario es una ofensa a todos los soldados.  Lo malo es que él se dejó…

Ya imagino a mí General Marcelino García Barragán, a quien conocí personalmente, aguantándo sus desplantes y majaderías. ¡Cómo no! 

Pues ya bastante ha hecho, como para que todavía se le sigan guardando consideraciones.  Y más, cuando ha denigrado a la Institución, a tal grado que, para el pueblo, el Ejército ha dejado de ser lo que era antes…

Sé que está enfermo, pero eso no quiere decir que tengamos que sufrirlo y aguantarlo todos los mexicanos.  Por lo que inútil será que trate de desmentir o confundir más a los ciudadanos con sus ademanes y su palabrería, desmintiendo a la bendita Guacamaya…

Lo que hace recordar a William Shakespeare (1564 – 1616) cuando dijo: “Con la sonrisa inmóvil en los labios, se puede ser un vil”…

Y no le sigo, porque no acabaría nunca.  El cúmulo de mentiras que día a día dice, haría tan largo el presente escrito, que acabaría casi al mismo tiempo que el sexenio.   Y eso que tienen material hasta que cambie el Gobierno.  Cuando quiera que esto suceda…

Sin dejar de acotar, que el señor Presidente se agarra de cualquier tablita para seguir repartiendo odios y venganzas, o sea, para gobernar según su nefasto estilo.  Porque ahora sale con que prohibirá la importación de maíz transgénico; pero hasta el 2024. O sea, cuando ya vaya de salida; seguramente para que se le recuerde como que hizo algo bueno…

Quien sí será recordado por hacer algo positivo, es el Presidente Biden, pues acaba de firmar un indulto para que todas aquellas personas condenadas por posesión simple de marihuana, salgan libres.  El negocio antes que nada.  Los impuestos no sobran.  O sea, Business are Business.

Cambiando de tema…

A partir de hoy, dirigido a mis tres amables lectores, por cuestiones personales, pues voy a ayunar unos días junto con un grupo de amigos, me retiro del aire hasta el día 21 de este mes, cuando volveré a estar con Ustedes…

A menos, desde luego, que suceda algo muy interesante; que está por suceder -de hecho, como ya sucede- por lo que no se descarta que aún ayunando me eche una que otra paloma.

Pero todo esto será, por supuesto, si el Sol me presta vida.