Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz DiarioLibertad@gmail.com.mx
· La punta del iceberg de la corrupción...
Hunter, el hijo de Joe
Biden, el Presidente de los EE.UU. citó a la Prensa; y frente al Capitolio,
públicamente reconoció que cometió errores.
Que ha superado el problema de las drogas, que lo hicieron actuar
irresponsablemente. Pero que su padre
nunca tuvo nada que ver en sus negocios...
Pero así no opinan los republicanos, pues a pesar de que,
en su visita al Congreso, Zelensky
no se llevó nada en claro en cuanto al millonario apoyo que fue a pedir; se
rumora que el Presidente se las ingenió para evadir al Congreso y enviar ese dinero
a Ucrania. Que es precisamente donde su
hijo Hunter ha hecho los grandes
negocios no muy claros...
Y aunque él ya no tan junior, pues se le asoma la calva, se
aventó fuerte en contra de los republicanos de la Cámara de Representantes;
pues dijo que acepta responder cualquier pregunta, siempre y cuando sea de
manera pública y en vivo; pues no tiene nada que ocultar...
No se duda que los asuntos por los que está siendo enjuiciado,
terminen de manera “cómoda” por decirlo de alguna manera. Pero difícilmente no serán un factor
importante durante las próximas elecciones, en las que no se ven muchas
posibilidades de que los demócratas puedan conservar la Presidencia...
Sin soslayar que a Biden
ya medio se le va el avión; y que 4 años más, pueden ser demasiados para su deteriorada
salud...
Que es lo mismo que puede suceder en México, donde el
tema de los hijos del Presidente influirá en los comicios; como también lo hará
la salud del Presidente, que está cada vez más comprometida...
Y se observa en su inestabilidad emocional; a tal grado
que dice cosas impropias. Como cuando
calificó de drogadictos a los estudiantes de medicina asesinados en Guanajuato;
y que eran así porque en sus familias no les había dado cariño, amor...
Cuando el examen forense toxicológico determinó que ninguno
de los jóvenes había consumido drogas...
Pero, por otro lado, le da el pésame a la familia de “El
Chapo” por el deceso de doña Consuelo. Lo que arrecia el sentir popular de que
el “Abrazos
no Balazos” siempre tuvo un trasfondo de olor a compromisos. La “liberación” de Ovidio fue lo más evidente.
No se necesitaba nada más...
Pero estábamos con los hijos de los Presidentes. Que si allá en la Unión Americana el hijo
delincuente protege al papá; aquí sucede lo contrario, el papá protege al hijo
delincuente. Quien, según informa Carlos Loret, resultó una fichita que
hace honor al adagio aquél que dice: de tal palo, tal astilla...
Todo esto en medio del creciente bisbiseo de que todo
está arreglado para una Elección de Estado -lo que no hace falta ser vidente
para darse cuenta, de lo que ya es un hecho a ojos vistas- y que, en caso de
perder las elecciones, López Obrador no
reconocerá la derrota...
Los opositores dicen que eso es parte de una campaña
patrocinada por el propio gobierno para desmotivar la votación: y que el partido
abstencionista sea esta vez el más grande de la historia; con lo que ganarían
las elecciones con solo sus partidarios...
Lo cierto es, que de una forma u otra, si se piensa que
el voto personal cuenta; hay que salir a votar.
Y si se considera que ninguna de las dos candidatas va a tener libertad
de maniobra para gobernar, toda vez que tendrán compromisos con quienes las han
propuesto...
Pues hay que hacerlo por quien se considere, que al no
tener compromisos personales, toda vez que nadie la propuso. Solo por quienes votaron por ella, puede llevar
a cabo un mejor papel. Lo que sucedería
si contra viento y marea, se vota por la Ministra Norma Piña.
Ya
de salida...
Aunque lo mismo y no pasa nada; ya queda el antecedente
de que la diputada panista María Elena
Pérez-Jaen Zermeño, presentó ante la FGR y ante la ASF las denuncias correspondientes
para que se investigue todo lo relacionado con la empresa ROMEDC SA de CV del amigo de Andrés López Beltrán; beneficiados con contratos de cientos de millones de pesos...
Y eso será solo la
punta del iceberg de la corrupción.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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