Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz DiarioLibertad@gmail.com.mx
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¡Sopas! El que se lleva se aguanta...
Si alguno de mis tres amables lectores creé, supone,
piensa o deduce que después de las elecciones, las cosas van a cambiar para
bien. Pues muerto el perro se acaba la
rabia. A manera de respuesta, se puede
sugerir que vean la lista de “pluris” para el Senado...
Porque después de que la vean, y constaten la clase de gentuza
tipo Noroña que llegará a la Cámara
Alta y que estará ahí por seis años, seguro que coincidirá en que las cosas no
van a cambiar...
Pero la gente no entiende. La miseria que les dan, en el mejor de los
casos, en nada alivia su situación. No
nos alcanza ni para las medicinas y hay que hacer cola para que lo atiendan. Son los comentarios que se escuchan afuera de
las clínicas. Pero regresemos...
Hay dos problemas básicos que hay que solventar para que
las cosas empiecen a cambiar. Y pudiera darse
si gana la oposición de los tres honorabilísimos líderes del PRI, el PAN y el
PRD, apoyados por los no menos honorables representantes de la Vaticueva divina...
Pero se duda. Los
legisladores serían juez y parte. Claro
conflicto de intereses de cada cual. Se
ve difícil. Pues a los que hay que
desaparecer, es a los “Pluris”. Punto. Discutir sobre ello es ocioso...
Para hablar del Senado, me permito comentar algo que poco
he contado, solo cuando me preguntan. He
sido invitado por los citados Partidos, cada uno por su lado y en diferentes
ocasiones y Estados, para ser diputado...
En Veracruz me invitaron del PAN, que ya me habían
invitado en Colima, cuando por allá anduve dando mi opinión en los medios. Pero nunca lo acepté. Cortésmente se los agradecí; tengo amigos
panistas...
Igualmente les agradecí al PRI y no se diga al PRD, el
haberse fijado en mí persona para una diputación. Pero un día me invitaron a que fuera Senador...
Lo primero que pensé fue: ahora si me van a tener que escuchar
6 años. Y ya no me van a poder meter a
la cárcel porque voy a tener fuero. Para
formalizar el asunto, les pedí que me hicieran la invitación por escrito. Y un par de días después, así lo hicieron...
Pero ya había pensado bien las cosas; y también les
agradecí la deferencia; pero no acepté.
La carta la tengo colgada en mi despacho y me siento orgulloso de ello. Ver cómo se pelean por llegar al Senado, me
saca la sonrisa...
Y ya que estamos en esas; dos de mis libros están
registrados en el Congreso de la Unión, en Washington. He sido nombrado como Periodista del año, premio
entregado por el Gobernador -foto con cheque y toda la cosa-. Pero tampoco lo acepté. Finalmente, no hay libertad, ni en Tribuna,
ni en los medios. ¿Cómo voy a aceptar un
premio por lo que no es?...
Pero regresemos a los “Pluris” a los que hay que
desaparecer. Lo que veo difícil, como lo
refiero. Y como segunda condición para
que las cosas cambien; pero que debe de ser la primera, es: Acabar con el Presidencialismo...
Mientras México siga siendo gobernado por una sola
persona sexenalmente omnipotente, estaremos en manos de locos. El Poder los vuelve locos, de una u otra
manera, pero la necedad les viene junto a la arrogancia y la egolatría; y se
convierten en dictadores por encima de las Leyes. Solo echen un vistazo a la Historia; o a los
noticieros, pues es lo que nos pasa...
Y mientras eso no cambie.
Mientras se siga dejando el destino de las vidas de todos, en manos de
un solo personaje, sea quien sea, pues mal estamos; y así seguiremos mientras
no se cambian las estructuras...
Es imprescindible que se imponga el Estado de Derecho,
que impida que se violen las Leyes. Quien puede cumplirlo es la Ministra Norma Piña, por eso voy a
votar por ella, a pesar de que el de Palacio diga que “desde que ella llegó, los jueces
tienen licencia para robar”. La
Presidente de la SCJN le podría responder: ¡Pruebas, pruebas! pero ella es una
dama para ponerse al tú por tú con un patán...
Y ya que el tema es de nuevo central, aunque en este
espacio se ha tratado en no pocas ocasiones...
Pues sí, los Ministros y Magistrados deben de ser
electos; no propuestos y aceptados -luego llegan cachirulos y cachirulas ostentosamente
indeseables- pero no electos por el pueblo, esa es una locura mañosa; ya que
difícilmente sabrá cuál es el más apto...
Todos los premios -y el ser Ministro o Magistrado es el
sueño de cualquier jurista; es, y debe de ser un premio a su trayectoria. El Nobel de Medicina lo otorgan los médicos,
los de Física, los físicos; los de matemáticas, los matemáticos; y así sucesivamente. Y en todos los casos, los que los eligen son
los que saben del asunto...
Luego entonces, para llegar a ser Ministro o Magistrado,
debe de ser electo por quienes sepan de Leyes y conozcan ese mundo. No debe de ser de otra manera. El designarlo y aceptarlo tiene cierto tufo a
tráfico de influencias. Se trata de
Poderes Autónomos.
Ya
de salida...
El Presidente López
Obrador ahora se pelea con el NYT. Los llama “calumniadores”. Y del influyente Diario dice que es
un “pasquín
inmundo”. ¡Sopas! El que se lleva se aguanta.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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