|                    OPINIONES Y COMENTARIOS

Julio Ricardo Blanchet Cruz.

DiarioLibertad@gmail.com

 

·           El poder enferma...

Es parte de la ecuación; que quienes quieren ejercer dominio sobre los demás, es porque no puede ejercerlo sobre sí mismos; y para sentirse bien, quieren siempre ser los que disponen cómo hacer las cosas.  Puede decirse que es un complejo...

Son los que siempre quieren ser la cereza del pastel o, si se pudiera, el muerto en el velorio; o cuando menos el más dolido.  El caso es que hay que llamar la atención de algún modo...

Las damas que se arrojan sobre el féretro dando verdaderos alaridos -nunca se ha sabido de un hombre que así se comporte- algo le quedaron a deber al difunto; pero el resto es show...

También las hay.  Que, a punto del desmayo, las tienen que sostener de lado y lado para que no les dé el soponcio, desmayo o vahído.  Pero lo cierto es que hay sepelios musicales y de todos colores...

En New Orleans es todo un espectáculo, no se sabe si se murió la suegra de alguien importante, o están filmando el Carnaval.  En la India queman a sus muertos; y, en fin, cada pueblo tiene sus costumbres...

El más sensato, desde mi muy personal punto de vista, es el mundo mazdeísta, los creyentes en Aura Mazda, a sus muertos no los entierran, ni los queman, ni los momifican, los llevan a la montaña y ahí los dejan para que los animales se los coman...

Es pertinente aclarar, que los perritos que han sido captados por las calles de nuestro México, llevando restos humanos en el hocico, no son parte de esos sepelios, sino de la delincuencia; que ya está fuera de control, aunque digan lo que digan las autoridades responsables...

Pero regresemos con los singulares sepelios...

Estábamos con los mazdeístas de por allá en la antigua Persia, hoy Irán; que llevan a sus muertos a la montaña.  Lo que, a mi parecer, es una excelente decisión.  Mejor que hacerlos galletas, desde luego...

Pero lo cierto, es que nadie sabe qué hay después de la muerte.  Y ni para qué angustiarse, ya después todos sabremos si hay algo.  Tampoco hay prisa.  Pero puede ser una gran aventura -la aventura de la vida- si se ve por ese lado.  Pero todos, fifís y chairos, de izquierda o derecha, humildes y arrogantes, vamos a ir a parar al mismo lado...

En el entendido, de que no existen los complejos de superioridad.  Todos los complejos son de personas que se sienten inferiores a los demás y lo sobrellevan con la prepotencia.  En pocas palabras, la arrogancia es un complejo...

Quien, sabe quién es, no tiene que disfrazarse de nada.  La sencillez los hace diferentes y por ende destacan.  Tenemos los ejemplos del recién fallecido Don Pepe Múgica (1935 - 2025) quien siempre viajó “ligero de equipaje”.  O el de la siempre sobria Doña Ángela Merkel. Y qué decir del Mahatma (1869 - 1948)...

Y todo esto viene a cuento, porque Trump, en respuesta a todas las adversidades que ha enfrentado últimamente, al más sucio estilo de la demagogia, planea para su cumpleaños el próximo día 14, llevar a cabo en Washington un desfile militar.  Benito Mussolini (1883 - 1845) se quedó corto ¡vaya!...

Pero en respuesta a su arrogancia. La organización “No Kings” -No Reyes- que agrupa casi 200 grupos en defensa de la democracia, ha convocado a una marcha ese mismo día, pero en todo el país...

Señalando 1,800 puntos donde deberá llevarse a cabo, en contra del cumpleañero, cuya popularidad se ha venido abajo casi alarmantemente.

Cambiando de tema...

Si las noticias lo permiten, mañana les platicaré de un método, descubierto por un científico laureado internacionalmente, para tratar todo tipo de enfermedades; y que ha sido probado de manera exitosa con miles de enfermos...

Y ahora que no hay ni medicinas ni dinero.  Y que han salido vivales por todos lados que curan la diabetes en 24 horas, el cáncer en mes -pero depende del grado de su evolución- y lo que le sigue, al 50% de lo que cuesta normalmente.  Resultará generoso y confiable, que el tratamiento sea subsidiado a pagar, hasta después de curarse.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.