EDITORIAL
Mientras cada vez es
más clara la intención yanqui de derrocar a Bashar el-Assad con el objetivo de utilizar a Siria como plataforma
para después ir sobre Irán, toda vez que las declaraciones de Turquía en las
que exige que EEUU lance una acción militar contra Siria como condición para
que Ankara intensifique su cooperación con la coalición de Washington contra el
Estado Islámico.
Como lo hizo saber Ahmet Davutoglu, el primer ministro de
Turquía, cuando dijo que “su País podría
incluso enviar tropas terrestres a Siria si el objetivo era derrocar a Assad y agregó que el gobierno de
Ankara está dispuesto a hacer todo lo necesario si hay una estrategia clara de
que, después del Estado Islámico, pueden estar seguros de que su frontera será
protegida", según lo cita el Financial
Times.
Y en las calles del
Reino Unido miles de personas han salido a protestar en contra del primer
ministro David Cameron por los
bombardeos sobre Siria e Irak, toda vez que los ciudadanos no desean estar
inmiscuidos en otro conflicto bélico, como ya se lo habían declarado e3n el
Parlamento al propio Cameron.
Sin omitir que Alemania
ha dado a conocer que en la OTAN solo los EEUU son los únicos que tienen
posibilidades de iniciar nuevas confrontaciones, debido a que los demás Estados
se encuentran muy desgastados debido a los gastos armamentistas.
El que se encuentra en
el ojo del huracán es el dictador mexicano Enrique
Peña Nieto por la nueva masacre y
desaparición de decenas de estudiantes normalistas del Estado de Guerrero, que
pretendían conmemorar la matanza de 1968, donde también a manos del gobierno
fueron asesinados un sin número de estudiantes en la capital de la República.
Cabe citar que
originalmente el gobierno culpó de la matanza y desaparición de los estudiantes
normalistas al crimen organizado, pero ante los testimonios ordenó la detención
de 22 policías supuestamente involucrados en los hechos.
Solo que como respuesta,
los “Guerreros Unidos”, una
organización criminal que opera en el Estado, a través de mantas exigió a las
autoridades la libertad inmediata de los policías, o de lo contrario darían a
conocer los nombres de funcionarios federales, estatales y municipales a los
que han apoyado en sus campañas y que
colaboran con ellos.
Pero eso no fue todo,
en la Cámara de diputados, desde la tribuna, Silvano Blanco Deaquino, un legislador de la
oposición -si es que en esta dictadura hay partidos de oposición- denunció que
en México se vive un ¡narco-estado!:
“Se
tiene que reconocer, dijo,
que en México hay un narco-estado. Se tiene que reconocer que hay
narco-política. Se tiene que reconocer que desde la Presidencia de la
República, en los gobiernos locales y en los gobiernos municipales,
efectivamente la delincuencia organizada aporta recursos económicos para estas
campañas. Eso se tiene que reconocer por parte del país”.
Y aunque la denuncia pudiera considerarse
valiente, a pesar de que ya los “Guerreros
Unidos” lo habían dicho, es exageradamente tardía; pues desde la época de
la prohibición en los EEUU, en contubernio con las autoridades yanquis, el
gobierno de México protegía a los cárteles que contrabandeaban alcohol.
Y durante la Segunda Gran Guerra, toda
vez que el Ejército de la Unión Americana no podía importar la goma de opio que
como morfina les daba a sus soldados, se puso de acuerdo con el gobierno azteca
para que se sembrara amapola en los Estados del Norte.
El caso es que ante esta nueva masacre y
desaparición de estudiantes -los que se supone que ya fueron encontrados en
fosas clandestinas, torturados, mutilados y quemados, muchos de ellos vivos,
solo que las autopsias aún no han confirmado que sean ellos-.
Sin soslayar que en el mismo lapso de
tiempo, es decir desde el pasado mes de Abril en que comenzó la guerra civil en
Ucrania que ha causado más de 3,600 bajas, en México han habido muchos más
muertos.
La ONU, la OEA y los siempre entrometidos
EEUU -que debieran ocuparse de sus propios problemas y no andar censurando lo
que sucede en otros países; máxime que el gobierno del impresentable Barack
Obama fue el que introdujo armas de contrabando a la nación azteca con el
operativo que dio en llamar “Rápido y
Furioso”, aplicado por el no menos impresentable Eric Holder- “han exigido que se esclarezca la desaparición de 43 estudiantes normalistas
en Iguala, Guerrero, así como los ataques en su contra que dejaron 6 asesinatos
y 28 cuerpos enterrados en fosas, cuyas identidades están por confirmarse”.
Y la prensa internacional no se ha
quedado atrás:
The
New York Times: 43 estudiantes desaparecidos, una fosa en
común y un sospechoso; los padres de los
jóvenes dicen que eran muchachos de granja que se preparaban para salir
adelante.
BBC News de Gran Bretaña: No
a la impunidad en México: Peña Nieto. El
presidente de México se compromete a identificar y sancionar a los responsables
de la desaparición de 43 estudiantes.
Le Monde de Francia: En
México, allanaron Iguala, donde 43 estudiantes desaparecieron. La policía y el Ejército tomaron el control.
El
Tiempo de Colombia: Sicarios
y policías, envueltos en el atroz crimen en México. Según la procuraduría, hay indicios de que
las víctimas halladas en fosas sean de los estudiantes desaparecidos.
El
Mercurio de Chile: Ejército
controla Iguala tras desaparición de 43 estudiantes. El caso generó conmoción en ese país. El presidente, Enrique Peña Nieto aseguró que
los culpables serán castigados.
El
Clarín de Argentina: Conmoción en México por una fosa en común con
28 cuerpos. Las víctimas podrían ser
parte del grupo de 43 estudiantes desaparecidos desde el 26 de septiembre.
Los medios electrónicos en medio mundo también se
ocupan del caso; excepto en México, donde Televisa
y sus filiares de radio -conocida por sus camionetas detenidas en Nicaragua
que contrabandeaban cocaína- y TV Azteca,
no han dicho una sola palabra.
Pero se hace notar que ambas televisoras -al
servicio del Estado- daban puntual reseña, siempre tendenciosa, de lo que
sucedía en Venezuela.
Por menos que eso han
caído otros gobierno. ¿Sucederá lo mismo
en México? Es de dudarse, a la dictadura
la apoyan las Fuerzas Armadas.
Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·
Más leña
a la hoguera…
Aparte del verdadero lío -que ya se ha vuelto
internacional- de la masacre y desaparición de los estudiantes normalistas de
Ayotzinapa, está todavía latente lo sucedido en Tlatlaya, Estado de México…
Donde 22 personas murieron en un enfrentamiento
con el Ejército, entre ellas una joven, que fueron calificados como
secuestradores; sin embargo hay otras versiones que dicen que fueron ejecutados
dentro de una bodega cuando ya se habían rendido…
Lo que ha ocasionado que siete soldados y un
oficial se encuentren detenidos acusados por "desobediencia" e
"infracción de deberes", a raíz de que una supuesta testigo de los
hechos -sin que deje de ser sospechoso que haya una testigo de los hechos-
contradijo la versión oficial según la
cual las 22 personas eran miembros del crimen organizado y perecieron durante
un enfrentamiento armado con los uniformados…
Hecho que ya fue tomado
en sus manos por José
Miguel Vivanco, director para las Américas de la organización
Human Rights Watch, y en cuyas declaraciones involucra a Eruviel Ávila Villegas, el poco popular gobernador del Estado donde
sucedieron los hechos y una de las Entidades con mayor índice de delincuencia…
Toda vez que tanto Ávila Villegas como el no menos
desprestigiado procurador Jesús Murillo
Karam, a unas horas de lo sucedido apoyaron la versión de la SEDENA de que
murieron en el enfrentamiento…
Sin embargo, el segundo se ha retractado y ahora
dio una nueva versión, pues dijo que las 22 víctimas de Tlatlaya perdieron la
vida después de que tres soldados, que enfrentarán cargos de homicidio,
abrieron fuego sobre las personas ya heridas…
Y aseguró que una testigo coincidió con esa
versión; aunque la mujer había dicho hace unas semanas, en entrevistas
separadas a The Associated Press y la
revista Esquiere, que 21 de ellos
fueron asesinados después de que ya se habían rendido…
Hace unos días en este mismo
espacio publiqué que en opinión de quienes han sido víctimas de los
secuestradores -ellos o sus familiares o amigos- éstos no merecían que se les
detuviera, sino que los pasaran por las armas en un juicio sumario -que fue lo
que aparentemente hicieron los militares- toda vez que el secuestro, por el
daño moral que causan a las víctimas, es de los delitos más deleznables que
puede haber. Pero el caso no se ha
terminado y el hecho de que en un principio hayan detenido a los ocho militares
agrava aún más el asunto…
Siendo oportuno citar que, por
experiencia propia, puedo decir que es muy difícil de creer que los soldados
hayan actuado de mutuo propio, toda vez que ellos solo obedecen ordenes, y no
ha sido señalado ningún militar de alto rango…
Y aunque ya había amainado un
poco la tormenta mediática sobre el asunto -los mexicanos parece ser que
olvidamos pronto en aras de las nuevas tragedias- lo sucedido en Ayotzinapa ha
vuelto a reavivar el caso de Tlaltaya…
Y se han unido las voces para
denunciar el maldito estado policíaco que vivimos bajo esta detestable
dictadura, así como la indebida y anticonstitucional posición del Ejército
ejerciendo labores policíacas…
A tal grado que fueron los
militares los que procedieron a retirar las mantas en las que los “Guerreros Unidos” amenazaron a los
gobiernos, federal, estatal y municipal, de dar a conocer los nombres de los funcionarios
a los que apoyaron para sus campañas y ahora ellos los protegen, si no
liberaban de inmediato a los policías detenidos en Iguala…
Toda una vergüenza; ahora hasta
los ponen a retirar mantas. Recuerdo muy
bien que un oficial me comentó, muy desilusionado, que él se había metido al
Ejército porque quería ser militar, no policía…
Y si a todo esto se suman las traiciones a la
Patria que disfrazaron de “reformas”; y aún más lo sucedido con los estudiantes
del Instituto Politécnico Nacional, que sin duda han doblegado al gobierno del
usurpador…
Pues montados en la cresta de la ola del
desprestigio internacional, después de dos días de debate sobre las respuestas
del gobierno federal dadas tan benévolamente por Osorio Chong…
El que la Asamblea General del Instituto
Politécnico Nacional, haya declarado que las respuestas son imprecisas,
incompletas, carecen de sustento y de compromiso, además de que son un
instrumento mediático para desmovilizar a los estudiantes, es un duro golpe…
Pues además informaron que el paro de actividades
continuará hasta que no sean aprobados completamente y a satisfacción de ellos,
los 10 puntos de su movimiento.
Asegurado que defienden los derechos a la educación, el desarrollo
científico y tecnológico de México. Y
señalando que fue la fuerza de su movimiento la que orilló al gobierno federal
a hacer frente a sus demandas…
Ni duda cabe que el Iletrado se encuentra en serios problemas. Como era de esperarse que le sucediera a un mediocre
sin ninguna capacidad, que encima de todo es lo suficientemente arrogante como para no reconocer que todo
está, no solo mal, sino de cabeza…
Pues además los Burros se declararon
completamente “apartidistas” y exhortaron a su comunidad y a la sociedad en
general, para que apoyen “el paro indefinido, hasta que sus demandas sean
resueltas con claridad y seriedad”…
Y aunque oficialmente no ha dado la cara,
el impresentable Emilio Chuayfett Chemor, secretario de Educación Pública,
prácticamente acorralado durante su comparecencia en la Cámara de
Diputados, dijo que estar dispuesto a dialogar con los estudiantes…
Además de que reconoció que el
problema se originó a raíz de las reformas a los planes y programas de
estudios, así como al reglamento interno del IPN, ¡sin contar con el consenso
necesario! Y calificó al movimiento como
“necesario, enérgico y respetuoso, y que
el gobierno de la República los escuchó y dio respuestas” (¿?)...
Para terminar diciendo que “la SEP adquiere el compromiso de sentarse a platicar punto por punto
para materializar las respuestas a favor del movimiento”…
Palabras que los estudiantes no deben de tomar en
cuenta; porque si Osorio Chong solo
mostró ser un taquígrafo del Iletrado sin
capacidad de decisión; Chuayfett,
descalificado desde que era gobernador del Estado de México, no es digno ni de
escucharse. Mucho menos de sentarse a
dialogar con él…
Los Burros tienen todas las de ganar. No ceder por parte del gobierno a sus
legítimas peticiones sería tanto como echarle más leña al fuego, que de por sí
ya es una hoguera donde más de alguno puede salir quemado. Aparte del Iletrado ¡claro!
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta
vida.
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