Diario Libertad

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Don Sata

jueves, 4 de agosto de 2016



Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz

·         Vergonzosa sumisión…

Cuando en agosto del 2010 se dio a conocer la primera matanza en un rancho del municipio de San Fernando en Tamaulipas, que dejó como saldo 72 ejecutados, 58 hombres y 14 mujeres, en su mayoría inmigrantes de Centro y Sudamérica -hubo una segunda masacre en 2011 y ahí fueron encontrados más de 150 cadáveres-…

Comenté, que siguiendo la línea de pensamiento del novelesco detective Sherlock Holmes, para saber el fondo del crimen hay que averiguar quién es el que sale beneficiado…

Lo que quedó claro cuando el único testigo que logró escapar dijo que, como no querían unirse a ellos, los asesinaron.  Y enviando un mensaje a quienes intentaran llegar a los EEUU, dijo: “mejor no lo hagan porque los matan en el trayecto”.  Y además a los asesinos los identificó como Zetas…

El que haya podido escapar caminando kilómetros maniatado y con un tiro en el cuerpo, es altamente sospechoso, pero el mensaje iba dirigido a quienes nunca han recibido un tiro -en donde sea y hasta por accidente- por lo que, hasta ahí, el cuento era lastimosamente creíble… 

Pero como el que mucho habla, mucho yerra, el que dijera que los sicarios eran Zetas, como si los asesinos se identificaran antes de liquidar a sus víctimas, hizo más sospechoso el asunto…

Sobre todo porque siendo migrantes y ya casi llegando a la tierra prometida, el que les den la alternativa de unirse a los cárteles o morir, suena aberrante.  Y cualquiera aceptaría hasta gustoso el ayudarlos con tal de no morir acribillado…

Hoy se da a conocer en un artículo de Mary Speck publicado en Los Ángeles Times, que México se ha convertido en el muro y “deportador en jefe” de migrantes.  Lo que es vergonzosamente humillante el que alguien se preste a llevar a cabo tan inhumana actividad.  Y en su artículo agrega que sólo el año pasado fueron deportados 166,000 indocumentados, entre ellos 30,000 niños…

Y sin contar a los que de una u otra manera murieron en el intento, no necesariamente asesinados, la cifra total es más del doble de los que deportó Estados Unidos en el mismo lapso de tiempo…

Lo que explica el por qué los medio$ de comunicación ya no protestan por el infeliz trato que se les da a nuestros connacionales cuando se van de la Patria hacia el Norte en busca de las oportunidades que aquí no se les brindan -lo que en la mayoría de los casos no es nada fácil-…

Porque a los migrantes que tienen la osadía de cruzar el Suchiate para llegar al sueño americano, les va mucho peor.  El trayecto de Guatemala a EEUU, cruzando suelo azteca, es más peligroso que nadar en un estanque lleno de cocodrilos…

Pero son pocos los que se atreven a decirlo abiertamente.  La pren$a ya no se ocupa de ello.  Y los Derechos Humanos menos -¡Ah! ¿Qué hay Derechos Humanos?-.  Pero las noticias de muertos, aunque sean refritas, venden.

Cambiando de tema…

La guerra entre el gobernador saliente de Veracruz, y el que en diciembre lo sustituirá, da la impresión de que todavía no se dan cuenta de que la campaña ya terminó.  Pero la pren$a local está más que al pendiente de todo lo que sea escándalo…

Y ahora se da a conocer que el ínclito secretario de Seguridad Pública -¡Ah! ¿Qué hay seguridad pública?- tiene sus inversiones en Texas.  Y para no variar, siguiendo la línea de corrupción trazada desde la antigua Hacienda de La Hormiga, su señora esposa es oficialmente la poseedora de los bienes inmuebles…

Olvidando aquellos no tan lejanos tiempos en que los delincuentes tenían bien claros los códigos de ética -“Aunque Usted no lo crea” tenían códigos de ética- y si acaso los hijos “heredaban” los negocios, a las esposas no las metían ni por equivocación.  A las familias no se les tocaba… 

Pero ya se perdió la caballerosidad y con ello la palabra empeñada -que valía tanto o más que los papeles firmados- y desde luego las formas.  ¡Vaya! Hasta la delincuencia está perdiendo credibilidad.  Del Gobierno, o mejor dicho, de los Gobiernos, mejor ni hablamos…

Son capaces de tanto cinismo, que un día dicen que nada se va a privatizar, y a otro día lo rematan todo.  Un día declaran que no van a haber más gasolinazos, y los hechos hablan por sí solos…

“Lo grave no es que me hayas mentido, lo terrible es que ya no puedo creerte”. Francois María Arouet, más conocido como el ilustre Voltaire (1694 - 1778)  

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.





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