Diario Libertad

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Don Sata

martes, 4 de abril de 2017

Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·                    Habrá que empezar de nuevo...

Después de más de 300 mil muertos, entre combatientes, mujeres, niños y hombres civiles, de repente hay quienes se vuelven “civilizados ¡moralistas!” tratando de imponer reglas en la guerra.  Cuando en las guerras nadie respeta nada.  Esa es la regla…

“Las Leyes guardan silencio cuando suenan las armas” decía el muy ilustre Marco Tulio Cicerón (106 - 43) pero los hipocritones censuran acremente que en Siria se hayan utilizado armas químicas que dejaron como saldo decenas de víctimas y más de un centenar de heridos…

Y si bien es indiscutiblemente censurable el uso de armas químicas, en el fondo no es muy distinto que mueran a balazos, atravesados por esquirlas o de enfermedades que no pudieron ser tratadas por la carencia de todo; y hasta por hambre o deshidratación…

Pero los horrorizados con la guerra en Siria, que nada dicen de las fosas clandestinas en México, todavía se alcanzan la puntada, como el impopular presidente de Francia, el señor Holland, todo un demagogo, de señalar al gobierno de Bashar el-Assad de estar detrás de lo sucedido…

Y es entendible que así lo haya declarado el galo, pues como siempre se ha dicho: “El león cree que todos son de su condición”; lo que lo llevó a pensar que las armas químicas fueron lanzadas por el propio gobierno sirio para después culpar a los yihadistas de la barbarie…

Tal vez pensando que en todos lados es más o menos lo mismo; y que impunemente se pueden derribar rascacielos y matar a miles de personas, todas civiles y echarles la culpa a otros…

Pero como no se asesoraron de los políticos mexicanos y consecuentemente no abrevaron de la sabiduría que les han dado décadas de control social -que es para lo que sirven la democracia y los comicios- solo les dio tiempo de decir que fueron atacados y que había que cobrar venganza contra del dictador iraquí e instaurar una democracia…

Antes no dijeron que las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki fue un acto terrorista de los opositores a la guerra; pero poco faltó.  Solo que ahora, en mucho gracias a la Internet y sus alcances, el mundo ya no comulga con ruedas de molino…

El control social que habían ejercido los ricos a través de la clase política, se ha perdido. Y a los democráticos dictadores -o dictadores democráticos, como se prefiera- solo les queda el recurso de la violencia.  La que solo les servirá para echarle más leña al fuego…

Hasta que el mundo se harte de los que disque saben gobernar, y prostituyen el arte de la política haciendo cualquier cosa por dinero; y los hombres decidan vivir de otra manera.  Destruir el hábitat es lo más estúpido que puede hacerse…

Pero diariamente se destruyen cientos de miles de hectáreas, y cada hora se contaminan miles de millones de litros de agua.  Y así, es ingenuo pensar que esto va a acabar bien; ni rezándole a todos los dioses, profetas y santos…

Tal vez solo entonces la humanidad entera se dará cuenta que nunca sirvieron para otra cosa que no fuera enriquecer a una caterva de charlatanes que dijeron ser sus seguidores y sus representantes…
Y aún así, me queda claro que ni viviendo la destrucción que estamos haciendo, todavía digan que dios los está castigando por pecadores.  No sería la primera vez que sucediera.  Porque cuando se le desobedece, cualquiera diría que pierde el control, porque acaba con todo y hay que empezar de nuevo.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

   


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