Diario Libertad

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Don Sata

domingo, 23 de abril de 2017

Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·               “Ahí se ven”: El Anticristo…
Si nos atenemos a lo que dice el último libro del Nuevo Testamento, es decir, al Libro de las Revelaciones, más conocido como El Apocalipsis de San Juan.  En griego, lengua en la que fue escrito: Revelación de Juan.  Considerado por los eruditos como un libro profético…
Que nada tiene que ver con Juan El Evangelista, ni por supuesto con el de Iztapalapa, ese es “Juanito”.  Y toda vez que el autor se define a sí mismo como simplemente Juan; desterrado en la isla de Patmos por dar testimonio de Jesús…
La Igle$ia lo atribuye al apóstol San Juan, autor del cuarto evangelio y tres cartas más; a pesar de que el griego del cuarto evangelio es muy distinto al de El Apocalipsis que tiene diferente estilo y grandes faltas de ortografía.  Los teólogos lo atribuyen a la turbación del santo cuando recibía los mensajes…
Lo cierto es que el Libro fue dado a conocer en el año 633 durante el IV Concilio de Toledo, y el Evangelio se conocía desde mucho antes.  Sin soslayar que en algunas frases coinciden ambos escritos…
El caso es que en el Libro de marras se habla de que en un mundo convulso, más o menos como el que estamos viviendo, repentinamente va a “aparecer” una persona que aportará ideas que llevarán a las naciones a la prosperidad y a la paz; y que los Estados adoptarán esas medidas y entonces dejarán de pelear y verán la guerra como un juego que solían jugar…
Se antoja sacar de por medio en las operaciones comerciales el dinero que ha enriquecido a los banqueros y envilecido a las naciones y sustituirlo por el trueque internacional…
Y ahí es donde aparece El Anticri$to.  Juan 2:22 “El que niegue que Jesús es Cristo, el que niegue al Padre y al Hijo, ese es el anticristo”.  En esta Era debe de haber millones y millones de anticristos…
Aunque el calificativo se lo han atribuido a personajes como Nerón, Atila, Gengis Kan, Stalin, Hitler, o Napoleón, fundador de la Legión de Honor, con la que sustituyó las ordenes del Espíritu Santo y San Miguel, creadas por la sumisa monarquía…
Célebre entre otras muchísimas cosas, porque durante la faustuosa ceremonia de su coronación como Emperador, El Corso como le llamaban pues nació en la isla de Córcega, cuando el Papa Pío VII, corona en ristre, se acercó para imponérsela, se la quitó de las manos y se la puso el mismo…
Relegando al Pontífice a un simple invitado y desestimando su legitimación; ya que en esos tiempos, el que el Papa les impusiera la corona a los reyes, era tanto como reconocerlos; y ellos, comprometidos, intrínsicamente aceptaban al Vaticano como la Autoridad que los legitimaba…
De alguna manera similar con lo que sucede en México con los Magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de los Estados, que son “propuestos” por el Presidente y por los gobernadores, y “aceptados” por los legisladores…
Pero regresemos con El Apocalipsis.  El asunto es que cuando ya no haya guerras y los hombres vivan en paz, actuando acorde a las propuestas del Anticri$to, es ahí cuando los seguidores de Cri$to se sublevarán, diciendo que el cuate ese -el 666- es un charlatán de lo peor -los burros hablando de orejas- porque el único que puede traer la paz al mundo es Jesúcri$to…
Y uniendo la acción a la palabra, al estilo gringo, organizaron la revuelta que culmina con el Armagedón.  La batalla final entre los seguidores de Cri$to y los pacíficos infieles.  La batalla entre Dios y el Diablo -¡ta-ta-ta tann!-…
“La sangre llegará hasta las bridas de los caballos” dice el profético Libro.  De imaginarse la matazón; en aquellos tiempos no se conocía el gas sarín.  Hoy será que la sangre llegará hasta las orugas de los blindados de guerra…
Y cuando hayan eliminado hasta el último de los pacifistas infieles, entonces los cristianos harán ver al mundo que el único que puede traer la paz, es Jesús.  ¡Pues sí!  Así sí, ni quien discuta.  Con esos modos, ni hablar…
El caso es que viendo cómo está el mundo de convulso, el Anticri$to, al igual que los extraterrestres, inteligentemente mandó decir que: “Ahí se ven”.  Cualquiera se empotra en querer traer la paz, cuando las profecías no son nada halagüeñas y las posibilidades de que lo linchen son más del 100 %...
Parece ser que la guerra será inevitable, pues la gente por el mundo entero no dejará de tomar Coca-Cola -están enviciados- con los miles de millones de litros que diariamente consumen.  Solo en México 120 millones de litros…
Porque si todos en el mundo entero dejaran de tomar “La chispa de la vida”, se le haría un hueco tan grande a los oligarcas, como los miles de millones multiplicados por las escandalosas utilidades que reciben diariamente.  Y a nadie pueden invadir por no tomar Coca-Cola…
Pues con esos miles de millones diarios que reciben -más otros tantos que les entran por la comida chatarra- es con lo que sostienen sus guerras; siempre en el nombre de dios, que todo lo ve y todo lo sabe;  y de quien depende todo…
“No se mueve la hoja de un árbol sin la voluntad de dios”.  Todos lo han escuchado y algunos hasta lo creen -¿también las guerras, las hambrunas y el alentamiento de la Tierra? ¡Vaya! con ese dios tan simpático que no tiene otra cosa que hacer más que diabluras…
Lo curioso es que en las guerras, de ambos bandos se encomiendan a sus respectivos dioses antes de iniciar las hostilidades; y no hay que olvidar que no han sido pocas las veces que Alá ha derrotado a don Jehová, a Jesús, a la palomita y su numerosísimo séquito…
En Las Cruzadas -que fueron nueve- no les fue nada bien, a pesar de que los Papas de turno ofrecieron indulgencia plenaria a quien matara a un musulmán.  Cualquiera pensaría que todo se regresa…
Hoy parece que todos los dioses que intervengan van a salir perdiendo.  Pero como “la moda” es que primero destruyen y luego los vencedores dan contratos de reconstrucción, el horno ya está listo para los bollos…
La situación financiera del mundo está de cabeza y por eso los oligarcas necesitan la guerra.  Ahí no se dan cuenta de las balas disparadas, nada fiscalizan.  Así se reactiva la economía con las fábricas de armas y la industria de la reconstrucción también deja excelentes dividendos.  Acorde a las cifras de consumo, de The Coca-Cola Company, miles de millones diariamente… 
Pero como la gente no quiere dejar de tomar Coca-Cola ni consumir chatarra, parece que no muy lejos se vislumbra el negocio redondo…
Solo hay que recordar que “Nunca ha habido una buena guerra, ni una mala paz”.  Benjamín Franklin (1706 - 1790)

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

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