Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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De los lugares “$anto$”…
En el conocimiento de que
el llamado Éxodo -durante el cual el pueblo hebreo, hasta entonces esclavo de
los egipcios- salió de la tierra de los faraones hacia la llamada Tierra
Prometida por su dios Jehová…
A la que, según la biblia,
llegaron después de 40 años de deambular por el desierto; y que ninguno de los
que salieron de Egipto llegó a verla, excepto Josué, el lugarteniente de Moisés…
Y que además, según Manetón (Siglo III antes de esta Era) -a
quien se le considera el principal historiador de las dinastías egipcias- no
fue el pueblo hebreo el que salió de Egipto y por consiguiente no fueron quienes
fundaron Jerusalén, sino que fueron los Hiksos -o Hicsos-…
Pueblos semitas dedicados
al pastoreo, procedentes de las tierras de Canaán -Líbano, Siria y Palestina-
pero llegados de la península de la Anatolia, hoy Turquía, que según algunos
fue donde nació la raza aria…
Pero poseían armamento
superior y por ello dominaron Egipto durante Siglos, pues introdujeron el caballo,
los carros ligeros de combate, los arcos compuestos, las armaduras, las dagas y
las espadas curvas…
Hasta que el Faraón Amosis logró expulsarlos
definitivamente de su ciudad capital Avaris en el Delta del Nilo; o mejor
dicho, acordó con ellos para que se fueran y así fundaron una ciudad amurallada
que hoy se conoce como Jerusalén…
Lo que cuenta la $agrada
biblia difiere totalmente de lo que relata el historiador egipcio pero con
raíces griegas -idioma con el que escribió todos sus libros-…
Pero el caso es que el
lugar, regado por la sangre de tantas guerras, es llamado un “Lugar $anto”;
toda vez que ahí coinciden tres religiones: La judía, cuyo dios es don Jehová,
la católica, cuyo dios es don Jesús, y la musulmana, que rinde culto a don Alá
y a don Mahoma…
Y lo mejor del caso es que
cada una de ellas dice poseer la verdad absoluta y sus seguidores están
dispuestos a dar la vida por esas tierras; y dentro de sus creencias está el
que todos deben de profesar lo mismo…
Por lo que me parece
oportuno recordar las palabras de Pitágoras
(569 – 475) “La Verdad, es lo que es común a todos los hombres de todos los
tiempos. Lo demás son solo puntos de
vista”…
Pero por sus idólatras y
necias creencias, de nueva cuenta, musulmanes y judíos -los cristianos ya no se
meten; el negocio está acaparado- han vuelto a manifestar sus diferencias…
A pesar de que la UNESCO,
ahora sí que con justificada razón, pues parece que le hizo más caso a Manetón que a la biblia, adoptó una
resolución en la que negó todo vínculo entre Jerusalén y el judaísmo…
Además limitándose a
considerarla un lugar único del Islam, aclarando que la Explanada solo es
sagrada para ellos…
No obstante, se puede
asegurar que los judíos seguirán siendo los que imponen las condiciones, y los
palestinos tendrán que aceptarlas -que es lo que siempre ha sucedido- ya que de
lo contrario les cierran las puertas y los dejan hasta sin energía eléctrica y
sin agua.
Y nos vemos mañana, si el
Sol me presta vida.
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