Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·
Lectura
de domingo…
Pretender que alguien puede
ofender a Dios, o a la Virgen, cualesquiera que estos sean; es aberrante. Es como mentarle la madre al Sol y pensar que
el Padre dador de vida se va a sentir agraviado. Y lo peor, que necesita que lo
defiendan…
Pero eso mismo sucedió en España,
la cuna infame del $anto Oficio. Siglos
de barbarie disfrazada de justicia que la humanidad no debe olvidar nunca jamás
para entender que el Vaticano es el mismísimo Hades disfrazado de blanco…
Organizar guerras, llevar a cabo
torturas -imaginables solo en México por los agentes del orden-. Cometer genocidios, magnicidios, traiciones,
chantajes y todo tipo de delitos deleznables, como la pederastia, es solo una parte
de lo que se fragua tras la bellísima columnata de Gian Lorenzo Bernini (1598 -
1680)…
Sin soslayar la enorme
responsabilidad que sus predicas conllevan; pues la misoginia y la creencia en
la superioridad masculina se deriva de las religiones y sus inventados cuentos
de patéticos dioses que necesitan que los adoren -estos ya no aplauden, se
diría guardando las debidas distancias-…
El caso es que en España y olé, un
actor de nombre Willy Toledo, fue
condenado por la imparcial justicia española -son de lo peor; pero eso sí,
todos van a misa- por apoyar a tres jóvenes mujeres que llevaron a cabo una
procesión -de esas que llevan cargando un palanquín- de “algo”, que pareciera el
clásico manto desde la cabeza, ciertamente tenía la apariencia de una virgen…
Pero lo que parecía la imagen en
realidad era, según esto, la artística representación de los genitales externos
femeninos. Lo que ha originado todo un
escándalo lo convenientemente grande como para acallar lo que sucede en
Cataluña…
Y de paso el asesinato del
pequeño Gabriel a manos de una
migrante dominicana. Lo que puede
exacerbar la fobia a los que buscan asilo…
Y como el artista salió a
defenderlas, poniendo en Internet que el defecaba en dios y en la virgen. Maledicencia que es muy frecuente escuchar en
toda la España de una sociedad que bien pudiera ser alvaradeña, pues no pueden
expresarse sin decir palabras altisonantes…
Lo cierto de todo esto, es que
los hipócritas sancionan e imponen multas por agredir verbalmente a sus
inventados dioses; pero no le dan la misma importancia a quienes agreden
físicamente a La Madre Tierra. ¡Alabado
sea el Señor!...
Pero ya que estamos en esas
tesituras celestiales…
Las palabras del homo bono
redentor de almas descarriadas -sean del Partido que sean- de que “no habrá
venganza”; o sea, que todos están perdonados; o sea, haciendo extensiva la amnistía
a todos los delincuentes…
Y lo dijo con tanta humildad y
sencillez, que algunos lo visualizaron, no en “La Chingada”, sino en el balcón del Palacio Pontificio, echándoles
la bendición en el zócalo de la CDMX y haciendo sonar la Campana de Dolores…
Lo que sería una conmovedora
historia, si no fuera porque las naciones no pueden ser gobernadas por la
piedad, sino por la Justicia. Y si esas
naciones son laicas, cuando menos en el papel; pues más…
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
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