Diario Libertad

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Don Sata

domingo, 4 de marzo de 2018


Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz

·              De las libertades…

Así como el fuero político se ha convenientemente malinterpretado, atribuyéndole derechos y prerrogativas del fuero diplomático; que ese sí es intocable.  Aunque ha habido no pocos casos en que al embajador es al primero que se pasan a traer…

Y se ha malinterpretado, toda vez que ahora los que tienen fuero lo utilizan para llevar a cabo todo tipo de fechorías; desde estacionarse en lugares prohibidos y mentarles la madre a los policías que lo intentaron multar; hasta aliarse con el crimen organizado y cometer o participar en todo tipo de delitos…

Cuando el fuero -que es un estatus jurídico y se deriva del latín “forum”, espacio abierto aplicable a los Tribunales de Justicia, donde cada cuál podía decir lo que a su conveniencia fuese- de facto se ha utilizado desde siempre; de ahí la diferencia de clases…

Ya en el Medievo, principalmente en España, pero en todas las naciones cristianas fue lo mismo, el fuero se implantó en las Universidades, estableciendo así la Libertad de Cátedra -pero que al paso del tiempo, más bien fue la luz verde para el adoctrinamiento.  Pues fue en esa Era de oscurantismo cuando se sustituyó la cultura clásica por las culturas teocéntricas…

Que siendo la Libertad de Cátedra ciertamente muy importante -diríase para muchos, el pilar del crecimiento individual y social en todos sentidos- en realidad no lo es tanto; ya que de poco sirve la Libertad de Expresión, si la humanidad vive sometida -encadenada, esclavizada, también cabría- al pensamiento mágico-religioso, y por ende no tiene Libertad de Pensamiento, pues desde que nace ya viene adoctrinado -a la doctrina de la fe-…

Que bien pudiera ser la doctrina de la perversidad, toda vez que la creencia en el bien y el mal, es la principal y más grande mentira con la que han dogmatizado a la humanidad entera.  Cuando el bien y el mal no existen…

El Dios bueno y el Dios malo son patrañas; nada de eso existe.  Y han basado su patética posición en la existencia de un cielo -el premio- a los buenos, y un infierno -el castigo- a los malos, a los desobedientes…

Lo que para los enfermos el mundo es un infierno, para los sanos es un paraíso

Creencias marcadas a hierro y fuego en los cerebros, sobre hechos que nunca nadie vio, ni nadie pudo haber visto, ni ha visto, ni podrá ver nunca jamás.  Los muertos no resucitan, ni los panes se multiplican, pues nadie, ni el mismísimo Creador puede dar lo que no tiene…

El bien y el mal son cuestiones culturales.  Lo que para unos puede ser un delito, para otros no lo es.  Solo existe la salud y la enfermedad; y la humanidad está enferma.  No es mala, está enferma.  Y los enfermos piensan como enfermos, porque no pueden pensar como sanos…

En esas frasecitas de que “Dios es amor” y cosas por el estilo, se olvidan que hay amores enfermos y amores sanos.  Un amor sano construye; un amor enfermo destruye…

Todo eso del bien y del mal es tan falso como que los pecados se perdonan.  Pues al igual que las dos anteriores premisas -de resucitar a los muertos y multiplicar los panes- se violarían las Leyes del Universo -que se cumplen en La Madre Tierra- pues aquí todo lo que hagas se te va a regresar; lo quieras o no lo quieras.  Ya que de no ser así se rompería el equilibrio y todo sería un caos…

Y como otra Ley del Universo dice que “Lo que es arriba es abajo”, pues eso mismo es lo que hemos hecho con nuestro México.  Se han violado las Leyes que nos constituyeron como nación.  Todo es un caos para donde se volteé; y solo se podrá regresar al equilibrio hasta que de nueva cuenta se respeten las Leyes…

Pero regresando con el fuero político.  Este se estableció en 1822, dado que las discrepancias entre El Congreso y el Emperador Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu (1783 - 18) -¿qué tal con el nombrecito eh?- hacían que muchos diputados fueran detenidos por expresar sus ideas…

Por lo que los propios diputados llevaron a cabo una Asamblea extraordinaria exigiendo se respetara su independencia y soberanía y la inmunidad de sus opiniones.  La Constitución de 1924 ya contempló ese derecho…

Que originalmente era solo para los diputados; pero ahora ya medio mundo político tiene fuero.  Y de nada servirá que oficialmente lo retiren, como muchos proponen en sus demagógicas campañas, pues mientras siga el tráfico de influencias, el amiguismo y la monarquía dinástica, da igual que exista o no exista.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.


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