Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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De las
libertades…
Así como el fuero político se ha convenientemente
malinterpretado, atribuyéndole derechos y prerrogativas del fuero diplomático;
que ese sí es intocable. Aunque ha
habido no pocos casos en que al embajador es al primero que se pasan a traer…
Y se ha malinterpretado, toda vez
que ahora los que tienen fuero lo utilizan para llevar a cabo todo tipo de
fechorías; desde estacionarse en lugares prohibidos y mentarles la madre a los
policías que lo intentaron multar; hasta aliarse con el crimen organizado y
cometer o participar en todo tipo de delitos…
Cuando el fuero -que es un
estatus jurídico y se deriva del latín “forum”,
espacio abierto aplicable a los
Tribunales de Justicia, donde cada cuál podía decir lo que a su conveniencia
fuese- de facto se ha utilizado desde siempre; de ahí la diferencia de clases…
Ya en el Medievo, principalmente
en España, pero en todas las naciones cristianas fue lo mismo, el fuero se implantó
en las Universidades, estableciendo así la Libertad de Cátedra -pero que al
paso del tiempo, más bien fue la luz verde para el adoctrinamiento. Pues fue en esa Era de oscurantismo cuando se
sustituyó la cultura clásica por las culturas teocéntricas…
Que siendo la Libertad de Cátedra
ciertamente muy importante -diríase para muchos, el pilar del crecimiento
individual y social en todos sentidos- en realidad no lo es tanto; ya que de
poco sirve la Libertad de Expresión, si la humanidad vive sometida -encadenada,
esclavizada, también cabría- al pensamiento mágico-religioso, y por ende no
tiene Libertad de Pensamiento, pues desde que nace ya viene adoctrinado -a la
doctrina de la fe-…
Que bien pudiera ser la doctrina
de la perversidad, toda vez que la creencia en el bien y el mal, es la
principal y más grande mentira con la que han dogmatizado a la humanidad
entera. Cuando el bien y el mal no
existen…
El Dios bueno y el Dios malo son
patrañas; nada de eso existe. Y han
basado su patética posición en la existencia de un cielo -el premio- a los
buenos, y un infierno -el castigo- a los malos, a los desobedientes…
Lo que para los enfermos el mundo
es un infierno, para los sanos es un paraíso
Creencias marcadas a hierro y
fuego en los cerebros, sobre hechos que nunca nadie vio, ni nadie pudo haber
visto, ni ha visto, ni podrá ver nunca jamás.
Los muertos no resucitan, ni los panes se multiplican, pues nadie, ni el
mismísimo Creador puede dar lo que no tiene…
El bien y el mal son cuestiones
culturales. Lo que para unos puede ser
un delito, para otros no lo es. Solo
existe la salud y la enfermedad; y la humanidad está enferma. No es mala, está enferma. Y los enfermos piensan como enfermos, porque
no pueden pensar como sanos…
En esas frasecitas de que “Dios
es amor” y cosas por el estilo, se olvidan que hay amores enfermos y amores
sanos. Un amor sano construye; un amor
enfermo destruye…
Todo eso del bien y del mal es
tan falso como que los pecados se perdonan.
Pues al igual que las dos anteriores premisas -de resucitar a los muertos
y multiplicar los panes- se violarían las Leyes del Universo -que se cumplen en
La Madre Tierra- pues aquí todo lo que hagas se te va a regresar; lo quieras o
no lo quieras. Ya que de no ser así se
rompería el equilibrio y todo sería un caos…
Y como otra Ley del Universo dice
que “Lo que es arriba es abajo”, pues
eso mismo es lo que hemos hecho con nuestro México. Se han violado las Leyes que nos
constituyeron como nación. Todo es un
caos para donde se volteé; y solo se podrá regresar al equilibrio hasta que de
nueva cuenta se respeten las Leyes…
Pero regresando con el fuero
político. Este se estableció en 1822,
dado que las discrepancias entre El Congreso y el Emperador Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu (1783 - 18) -¿qué
tal con el nombrecito eh?- hacían que muchos diputados fueran detenidos por
expresar sus ideas…
Por lo que los propios diputados
llevaron a cabo una Asamblea extraordinaria exigiendo se respetara su
independencia y soberanía y la inmunidad de sus opiniones. La Constitución de 1924 ya contempló ese
derecho…
Que originalmente era solo para
los diputados; pero ahora ya medio mundo político tiene fuero. Y de nada servirá que oficialmente lo
retiren, como muchos proponen en sus demagógicas campañas, pues mientras siga
el tráfico de influencias, el amiguismo y la monarquía dinástica, da igual que
exista o no exista.
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
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