Diario Libertad

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Don Sata

viernes, 9 de noviembre de 2018


Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·                       Ya de salida; ¡otro cuento!…

Hay mucho que discernir con relación al asesinato de Valeria.  Tras el hecho consumado, es justo reconocer la celeridad con que se resolvió el lamentable caso; lo que quiere decir que la Autoridad tiene capacidad de sobra para investigar y resolver…

El desgarrador grito de la diputada Carmen Medel fue tan lastimero, como el que deben de haber emitido decenas de miles de mujeres, cuando igualmente les notificaron que sus hijos o hijas habían sido asesinados…

Sin importar en el bando en que militaran -los buenos o los malos- para las madres solo son sus hijos; y el dolor, ya lo vimos.  Parte el alma…

Sin omitir a las otras miles y miles de madres que ni siquiera tienen el “consuelo” de saber en dónde quedaron sus hijos; y peregrinan por todos lados buscándolos con la esperanza de encontrarlos vivos…

Aunque muchas de ellas, en le fondo, su intuición de madres les dice que ya han muerto pero siguen luchando -no solo asesinan a un miembro, matan familias-…

Por algo decía Friedrich Nietzsche (1844 – 1900) “La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre”.   Pero…

¿Hay que tener una mamá diputada para que las autoridades pongan atención y resuelvan con esa misma celeridad un crimen?...

Digo, en el caso de que sea verdad lo que contó el Gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares; lo que ciertamente se pone en duda; porque hay quienes piensan que todo está muy raro…

Desde luego descartando que Valeria anduviera en malos pasos.  Que es lo primero que se les ocurre decir a las Autoridades para darle carpetazo al asunto… 

No puede soslayarse que hace poco más de dos años, cuando era gobernador Javier Duarte de Ochoa la hoy diputada Medel ya había sido secuestrada…

Por cierto que si el esposo de Karime -hoy tras las rejas; si no hacen ninguna jugada de última hora, lo estará por muchos años- piensa “cantar”, toda vez que en México se negocia la Justicia, pues que empiece a hacer gárgaras, porque si no se le va a acabar la risita burlona que tan ofensivamente siempre ha exhibido…

Pero regresemos con el asesinato de Valeria, a la que el sicario la confundió con una dama que se le parece mucho -sin dar su nombre- y tiene relaciones amorosas con un cártel contrario; pero que se había retirado del gimnasio momentos antes de que a Valeria le disparara nueve tiros…

Haciendo recordar cuando en el aeropuerto de Guadalajara al cardenal Jesús Posadas Ocampo lo confundieron con “El Chapo” Guzmán y le metieron 13 tiros de un AK-47 a medio metro de distancia…

El hecho de la llamada anónima clave en la investigación a la que hizo referencia el Gobernador Yunes; los dos individuos que detuvieron con armas y chalecos antibalas que les dieron la pauta para “identificar” al Richy…

Al que posteriormente encontraron asesinado en la misma camioneta que ya habían identificado con todo y las placas, como el vehículo en el que huyó el sicario del que hicieron un retrato hablado, casi como foto ¡vaya! que acuciosos testigos...

Y luego, sin decir de dónde las sacaron, durante la conferencia de Prensa Yunes exhibió fotografías del mentado Richy con ciertamente gran parecido al retrato hablado...

A todo lo anterior, solo faltó que el Richy hubiera dejado una carta en donde se hacía responsable de haberse equivocado y que por eso lo ejecutaron quienes lo mandaron a que secuestrara a la otra mujer.  Caso único en donde mandan a secuestrar a un solo sicario y éste, sin más, sin intentar llevársela, acaba metiéndole nueve tiros… 

Todo es tan absurdo, como si hubieran retrasado la información y declararan que el Richy tenía nueve días de muerto en su cama; pero que nadie se había dado cuenta.  Y que eso era “La Verdad Histórica”…

Los políticos están tan acostumbrados a mentir, que ni siquiera se preocupan por inventar nuevos cuentos que tengan un poco más de credibilidad, por no decir que no sean tan absurdos.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.





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