Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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¡Ya párenle!…
Hace unos días en este mismo espacio se acotó
que “cuando se pelean las comadres, salen
a relucir las verdades”. Y no es que
sensatamente se pueda poner en tela de duda la corrupción imperante en el Poder
Judicial…
Pero también la había en el Legislativo; y
desde luego en la Presidencia; que fue quien marcó durante mucho tiempo el
camino de la corrupción…
Pero no todos querían vivir en el estercolero; solo
que durante décadas fue el sistema operante.
O te corrompías y le entrabas; o simple y sencillamente estorbabas. No tenías cabida…
En la “mejor de las situaciones”, a todos los
niveles se hacían como que no sabían nada; pero en ese caso también se es
corrupto por no denunciar…
¿Pero ante quien voy a denunciar un hecho de
corrupción; ante el jefe de la oficina; ante el secretario de Estado; ante las
instancias de Justicia; o ante el mismísimo Presidente; cuando todos formaban
parte de lo mismo?...
La campaña enderezada en contra del Poder
Judicial fue visceral. Nada ganaron con
echarles lodo a los Ministros de la Corte; solo desprestigiar a la Institución;
y con ello desprestigiar ante el mundo a México; y de paso a todos nosotros por
la indolencia con la que actuamos frente a la corrupción…
Y todo el escándalo y el desprestigio, para que
finalmente, faltos de argumentos jurídicos y de oficio político -cuya misión
es, o debiera ser, esencialmente conciliadora- declararon a los Ministros
intocables a pesar de ser probadamente corruptos…
Ya se dio por terminado el asunto de los
sueldos a los Ministros. Se acordó que
los nuevos ya no ganarán más que el Presidente; pero que a los que están no se
les tocan sus sueldos. Y punto…
Y Mario
Delgado, líder de la bancada de Morena,
quien antes había declarado aquél infausto “Con Ley o sin ella”;
tuvo que dar la cara y decir que no había confrontación con el Poder Judicial
-¿Ah no?- sino con los Partidos Políticos que no aceptaban la austeridad…
Sin embargo AMLO les sigue atizando, calificando a los Ministros de manera que
bien podría calificarse como ofensiva; soslayando que su cercana colaboradora, doña Olga Sánchez Cordero, era parte de
ellos y cobraba lo mismo. Lo que debe de
haberle permitido juntar suficientes ahorritos como para no necesitar el sueldo
de Secretaria de Gobernación que le corresponde y donarlo para nobles causas…
El caso es que al ver que AMLO les sigue atizando; y por ende, y hasta nueva orden, sus
texto-servidores continúan echándole leña al fuego, y ya hasta piden el que se
desconozcan a todos los Ministros. Lo
que por supuesto que no va a suceder; pero ciertamente que deja un muy mal
sabor de boca hacia la Institución y La Justicia…
Desde fuera ven con consternación lo que estuvo
sucediendo con el pleito entre los Poderes.
Pero a fuerza de ser sinceros, de por sí ya estábamos bastante
desprestigiados. Hay que reconocerlo. No fue nada edificante. Y solo sacó a la luz todavía más podredumbre
de la que ya había salido…
En el plano internacional, el caso Odebrecht
puso a la Justicia mexicana del asco.
Por no olvidar el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa; y sobre todo
el infamante caso de la pequeña Paulette…
La política en nuestro país ha sido como la Casa del Jabonero, donde
el que no cae, resbala. Hay que
construir algo nuevo, pero siempre con base en el Estado de Derecho. La División de Poderes debe de ser real, no
simulada como hasta ahora ha sido.
Cambiando de tema…
Si les cuento que hay otras naciones como la
Francia de hoy, donde por subir el precio de la gasolina y no cumplir las
promesas hechas en campaña, andan tirando al Presidente Macron…
Sin soslayar lo sucedió en Alemania, donde las
autoridades quisieron hacer lo mismo de subir el precio de la gasolina y
simplemente no pudieron. Los autos
fueron abandonados en calles y avenidas.
Y sin que hubiese un solo herido o detenido, las Autoridades
reconsideraron el asunto y no movieron los precios…
Aquí nuestras honorables Autoridades hacen lo
que se les viene en gana. Suben los
energéticos cuanto quieren; y punto. Y las
protestas no son ni la sombra de lo que son en otras latitudes.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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