Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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¿Pueden
los corruptos, dejar de serlo?…
En esta espantosa civilización de
mentiras, traiciones, guerras, hipocresía, dolor, decepciones, crímenes y
bajezas inentendibles e injustificables, como los actos de pederastia; pero
especialmente los cometidos por quienes se dicen representantes de su dios…
La gente se aparta de mil maneras
volviéndose adicta a algo; a lo que sea.
A la comida, al alcohol, a mentir, a los celulares, al sexo, a las
drogas, al juego, etc. con tal de evadirse de la horrenda realidad que viven…
Sin trabajo, o en el mejor de los
casos con un trabajo que no les agrada; con inseguridad y el lógico miedo que
conlleva no permiten que el individuo se realice en lo que a él le agrade; y nadie
puede ser feliz haciendo lo que no le gusta…
Y el refugio de quienes creen que
a esta vida se viene a sufrir, son las drogas y las iglesias. La manía religiosa es también una adicción,
una patología, es decir, una enfermedad…
Quienes no tienen adicciones son
hombres libres; pero es difícil encontrarlos.
A menos que vayamos con los deportistas, los músicos, los artistas y
todos aquellos que aman lo que hacen y podrían hacerlo el resto de sus vidas;
aunque no les pagaran…
Se conocen casos de personas que
al jubilarse dicen: “Ahora voy a hacer lo
que siempre quise hacer”. Algunos lo
logran; y hasta tienen éxito a lo que se dedican; pues lo hacen con gusto, le brindan
tiempo y en consecuencia cada vez lo hacen mejor…
Pero a otros ya se les pasó el
tiempo; o ya tienen achaques de la vejez por llevar una vida en la que no se
ocuparon de su salud; y lógicamente ya no tienen ganas de hacer nada. Ya no viven; sobreviven…
Sin embargo la gente puede
rehabilitarse de esas adicciones. O
mejor dicho, puede obtener las herramientas necesarias para abandonar tal o
cual adicción. Pero el alcohólico seguirá
siendo alcohólico toda su vida, aunque no vuelva a probar una gota de alcohol. Y lo mismo sucede con todas las demás
adicciones…
No obstante, aunque pudiera
parecerlo, la corrupción no es una adicción.
Cabe señalar que adicto viene del latín adictus. Y era como se designaba en la Antigua Roma a una persona
que habiendo pedido un empréstito, no lo pagaba; entonces la Justicia lo
declaraba adictus, es decir,
dependiente de… hasta que no liquidara
su adeudo…
Cabe diferenciar entre lo que es
una adicción; y alguien que, conociendo bien su meta, es decir, lo que vino a
hacer a esta vida, busca la perfección en lo que hace y se dedica a ello en
“cuerpo y alma”…
Pero la corrupción no tiene en sí
un tratamiento. El dinero mal habido,
como es el caso, no rinde; y por eso la gente tiene la necesidad de seguir
obteniendo dinero de manera ilegal…
Toda la gente que se ve en la
“obligación” o “necesidad” de cometer un acto ilegal para obtener dinero, la
primera vez lleva en mente que nada más sería por esa ocasión. Pero lo seguirán haciendo…
Y ni siquiera devolviéndolo se
pondrían a mano para ya no continuar cometiendo o participando en actos
ilegales. Combatir la corrupción sin
aplicar la Ley, acabará en fracaso.
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
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