Diario Libertad

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Don Sata

martes, 19 de marzo de 2019


Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
    
·                     Ora sí, que Dios nos agarre confesados

Independientemente de que pueda tener relevancia jurídica o no, de nada sirve que el Presidente haya firmado un documento en el que se compromete a no reelegirse -ni siquiera a no buscar la reelección; sino a no reelegirse, que no es lo mismo; ya que da por hecho que se reeligiría si la buscara-…

No obstante, si como antecedente se toma el que gritó a los cuatro vientos que estaba en contra de la termoeléctrica de Morelos; para finalmente desdecirse apoyado en una consulta balín; escuchar ahora lo que dice o firma, no tiene ningún sentido…

Es ya claro que seguiremos viviendo el mismo presidencialismo demagógico disfrazado de democracia que hemos vivido.  De otra manera, quizá con otras formas, pero seguirá siendo un presidencialismo…

Del que solo podrá salvarnos un Poder Judicial verdaderamente independiente que solo tenga compromiso con el Pueblo.  Y para esto, es imprescindible que sus Ministros sean electos por el Pueblo…

El señor Presidente habla de que se acabó el neoliberalismo y apoya a la Nestlé, a pesar de que los cafeticultores se oponen por los bajos precios que paga por el aromático, en perjuicio de toda la región…

Del Tren Maya mejor ni comentamos.  Pero por si fuera poco; demostrando que los enfermos piensan como enfermos -y él está enfermo- se alía con los responsables de la más grande tragedia de la humanidad: los religiosos y sus inventados dioses…

Cuando el bien y el mal son los dos pilares sobre los que se sostienen todas las religiones que, obviamente, dicen estar del lado del bien y además de ser los escudos para alejar el mal, prometiendo lo que nunca nadie ha podido comprobar…

Pero da la casualidad de que los conceptos del bien y del mal obedecen a cuestiones culturales; lo que también sucede con la consciencia.  No tiene la misma consciencia sobre la vida y sobre sus propios actos, un hinduista que un cristiano…  

El caso es que el Presidente de México se atreve públicamente a bautizar a una inocente criatura que no sabe ni qué onda, pero le echan agua en su cabeza para “borrarle” ¡el pecado original!  ¡Magia!  ¡Magia!...

O sea, que según esto, la criatura ya venía defectuosa y encaminada a ser pecadora.  Pero le llegó la salvación de manos de, no lo van a creer, de Norberto Rivera Carrera, el protector de pederastas y se sacó fotos con el curita.  Cuando acorde al mandato Constitucional “todavía” somos una nación laica…

Él, como persona puede creer en lo que quiera y reunirse con quien quiera sin avergonzarse; pero en privado.  Sin soslayar que no checa horario de entrada y salida; que es Presidente las 24 horas del día, incluyendo fines de semana y puentes.  Y que los actos públicos que realiza tienen siempre un significado…

Y si digo que “todavía” somos una nación laica; es porque lo que viene en la nueva constitución que quiere mandar hacer -no la constitución moral que le fue tan criticada; sino otra que sustituya la actual- va a sacar sangre, literalmente…

Si ya en su segunda reunión con los charlatanes dijo que se estudiaría el otorgarles concesiones de radio y TV -para seguir estupidizando al Pueblo, seguramente- el siguiente paso es que estos gárrulos vividores que son “El opio del Pueblo”, según Karl Heinrich Marx (1818 – 1883) puedan acceder a cargos de elección popular.  Y entonces, ora sí, que Dios nos agarre confesados.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.  










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