Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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De los pleitos
rateros y los dioses balines…
A pesar de que la mayoría de las
naciones -tres cuartas partes- que integran la ONU no ha desconocido al
presidente de Venezuela, Nicolás Maduro;
y por consiguiente no reconocen a Juan
Guaidó como cabeza del Estado…
Por lo que, violando los acuerdos
tomados en la Convención de Viena, Washington ha permanecido indiferente ante
el inconcebible sitio que están viviendo empleados de la Embajada de Venezuela
y grupos afines a su Gobierno…
Literal sitio impuesto
por partidarios y enviados de Guaidó,
que de distintas formas han intentado tomar por asalto la sede
diplomática. Y todo a la vista de los
policías ¡que no hacen nada!...
Por lo que, al no lograr entrar a
la Embajada, pues fueron rechazados por el personal, se plantaron bloqueando la
entrada del acceso al inmueble, considerado con inmunidad diplomática -como
igual sucede en cualquier embajada de cualquier país del mundo-…
De tal forma que nadie puede ni
entrar ni salir. Ni siquiera pueden
pasar agua o alimentos -como en tiempos pasados, cuando sitiaban las
ciudades-. Pero no solo la Casa Blanca no
dice nada; ni los Derechos Humanos de la misma ONU que de igual forma permanecen
callados frente a una situación inédita e in-entendible. Eso de que sitien una Embajada en tiempos de
Paz -bueno, Usted entiende amable lector-…
De suponer que pasaría si
exactamente la misma situación se presentara a la inversa, es decir, que el
gobierno de Maduro desconociendo a Trump, reconociera a Nancy Pelosi como Presidente legítimo
de EE.UU.; y seguidores de la señora
Pelosi quisieran sacar por la fuerza
a la gente de la Embajada de Trump en Venezuela…
Y aunque no en ese grado, pero en
ese mismo estado de conflicto diplomático están las demás Naciones que
solidarizándose con Washington, desconocieron a priori a Maduro; y ahora enfrentan dificultades diplomáticas para
restablecer la confianza tan indispensable en las buenas relaciones…
Pero aunque son pleitos rateros
sin gran importancia, pues deberán de alguna manera solucionarse; pues a Maduro no lo van a quitar, igual como
sucedió en Siria con Bashar el-Assad…
Pero el hecho ha venido a
corroborar la buena decesión que tomó el gobierno de la 4T al regresar a la
Doctrina Estrada y respetar el derecho que tienen las Naciones para
autogobernarse…
Sin duda que fue un buen paso,
que tal vez debe de tomarse más en cuenta; o cuando menos apoyarlo tanto, como se
señalan los traspiés. Cuando menos para
que todo sea parejo…
Aunque tampoco hay que desbordar
el optimismo, como lo hizo el honorable secretario General de la ONU, don Antonio Manuel de Oliveira Guterres, quien
poniéndole plazo y fecha, declaró…
“Al mundo le quedan solamente dos
años para actuar contra el cambio climático, si se quiere evitar un desastre”. Y dijo más…
“Si no cambiamos la dirección de
aquí al 2010, corremos el riesgo de cruzar el umbral en el que podemos evitar un
cambio climático desbocado”. Y
remató su optimismo diciendo…
“Habrá consecuencias desastrosas
para los seres humanos y todos los sistemas naturales que nos sostienen”…
Y si se asegura que rebozó
optimismo, porque dos años no serán suficientes para enmendar el destructivo comportamiento
que irresponsablemente hemos llevado en aras de la comodidad. Y para ser
sinceros…
Ya desde hace tiempo que cruzamos
el referido umbral del no retorno; y ahora nos tocará cosechar el desastre que
hemos sembrado por todo el Planeta. La
extinción del 60 % de las especies conocidas, no tiene retorno; ni en dos años,
ni en dos centurias…
La ruptura de tantos eslabones de
las cadenas ecológicas, es un hecho y nadie va a venir a salvarnos del desastre
que provocamos y del que ya estamos empezando a pagar las consecuencias…
Y lo mejor del asunto, es que a
estas alturas, casi la totalidad de la humanidad se sigue peleando por los
dineros -solo unos cuantos se salvan de la epidemia de estulticia que se padece-
porque además, siguen creyendo en dioses balines que los van a venir a salvar.
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
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