Diario Libertad

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Don Sata

lunes, 15 de julio de 2019


Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·                           “Si los triángulos hicieran un dios, lo idearían de tres lados”.  Charles Louis de Secondat, Señor de la Brede y Barón de Montesquieu (1689 - 1755)…

Es verdaderamente doloroso y hasta vergonzoso pertenecer a una especie animal estupidizada por las “benditas” religiones con todo y sus inventados dioses y sus patéticos representantes…

Ver una fotografía de una pareja de imbéciles festejando con un beso el haber asesinado a mansalva con todas las agravantes de la Ley a un león; o a un no menos imbécil rey presumiendo haber asesinado a un elefante.  Es indignante…

Si las autoridades del mundo entero tuvieran consciencia, debiera de calificarse como homicidio, y castigarse severamente, el quitarle la vida a un ser, cualesquiera que este sea; pues todos, desde la más insignificante hormiga, hasta la más esplendorosa ballena, todos son superiores a nosotros…

Todos de alguna manera son útiles a la Madre Tierra y también de alguna manera están encadenados unos con otros; y nosotros no pertenecemos a ninguna cadena ecológica.  Podría decirse sin temor equivocarse, que salimos sobrando…

Pues con toda y nuestra decantada inteligencia, lo cierto es que somos dañinos a La Madre Tierra.  A quien sustenta nuestra vida le hacemos daño; para ser más claro.  Esa es la gratitud…

Los animales no creen en dios ni le andan rezando ni pidiendo nada; pero tienen una razón de ser; una razón de existir.  Y nosotros no.  A menos que la razón del porqué estamos aquí, sea para acabar con todo…

Los hipócritas hablan de humildad, de que hay que ser humildes; pero se sienten superiores a cualquier animal y creen que por eso tienen el derecho a matarlos y hasta comérselos; lo que ya es el colmo de la arrogancia humana, barnizada de estulticia…

Somos una especie invasora que trajo consigo todas las calamidades de la destrucción del hábitat, que finalmente será lo que determine nuestra próxima extinción.  La extinción de flora y fauna y la incontrolada y desmedida proliferación, traerá el caos…

Pero eso es lo que es lo que siempre ha sucedido; no es nada extraño.  Solo hay que preguntar lo que ha pasado en Australia con las especies invasoras; y no en una sola ocasión, pues ya sabemos que somos los únicos animales que nos tropezamos dos veces con la misma piedra…

Y si lo quieren más cercano el ejemplo, ahí está lo que pasó en América con la llegada de los “conquistadores” -invasores también cabría- todo lo destruyeron; solo sobrevivieron los que pudieron medio adaptarse a vivir de otra manera…

Que es lo mismo que va a volver a pasar.  Sobrevivirán a la catástrofe -que ya se está viviendo y que para la mayoría es económica; que es lo que más les preocupa- cuando la catástrofe ambiental será todavía más terrible…

¿Y de sus inventados dioses todo poderosos que todo lo ven y que todo lo premian o lo castigan; dónde están?  Cabría preguntar.  ¿No que venían a salvarnos? o era solo una broma para hacerse de dinero.

Nosotros no somos de aquí; tenemos que entenderlo y respetar a quienes sí lo son.  Ellos, los animales, sí pertenecen de La Madre Tierra; esta es su casa y aquí han vivido siempre.  Por eso en los lugares más inhóspitos o increíbles, brota la vida.  Aquí todo es vida; y nosotros lo destruimos todo…

“El hombre que actualmente puebla el Planeta vino de las estrellas, por eso siempre querrá regresar a ellas”. Pitágoras (569 – 475)…

Por cierto que acaban de descubrir que bajo la Antártida hay enormes cavernas, grutas en las que hay vegetación y animales y un clima que se puede andar en camiseta, según reportan los expedicionarios rusos…

No exactamente igual, pero algo parecido a los que nos contó Julio Verne (1828 - 1905) ese gran visionario del futuro en su novela “Viaje al centro de La Tierra”…

Lo cierto es que los científicos andan viendo hacia El Universo y contándonos cuentos de cómo fue hace millones de años y lo que va a ser en el futuro; pero ni siquiera saben lo que hay bajo sus pies.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.





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