Opiniones y
Comentarios
Julio
Ricardo Blanchet Cruz DiarioLibertad@gmail.com.mx
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Que no somos iguales…
Bueno fuera; pero
ciertamente que no somos iguales. Hay
grandes diferencias; pero la arrogancia, prima hermana de la estulticia, nos
impide reconocerlas. Y la culpa de ello
la tienen las religiones que, con sus “dogmas de fe”, hacen creer como cierto,
lo absurdo, lo aberrante, lo que no tiene sentido, lo que no se puede probar…
Pero como va por
delante la amenaza de que, si no crees en ello recibirás un castigo terrible; a
menos que tus pecados te sean perdonados. Pues así ni modo. La gente no se cuestiona nada y son capaces
de creer que la fe mueve montañas; cuando eso nadie lo ha visto…
Como tampoco “el poder
de la mente” puede quitar un dolor de muelas.
No obstante, hay quienes aseguran que la mente tiene un gran poder. Y los “consultorios” de los brujos que “operan”
en una tercera dimensión, están tan llenos, que hacen fila durante horas para
ser recibidos…
Más o menos como lo
que sucede en la igle$ia; donde, sin necesidad de “operar” a través de otra
dimensión, quitan los pecados de éste mundo de solo tres dimensiones. Y se los mandan a otras dimensiones ¡claro!
Y los feligreses, con
la sola palabra se van, si no curados, ni salvados; sí contentos de haber dado
su moche para recibir la bendición. ¿Puse
moches? Perdón. ¡Sus aportaciones! Aunque
luego lo mismo y matan a los novios saliendo ya bendecidos; pero es otro boleto
y además no sucede todos los días. Pero…
Estábamos en que
no somos iguales. El hombre es el único
animal que daña a su pareja. Es más. Un
macho nunca agredirá a una hembra. Y los
“humanos” sí. Los datos oficiales
reportan que los asesinatos y las desapariciones de mujeres de todas las edades,
sigue aumentando…
Solo enfermos
mentales son capaces de cometer las brutalidades a las que lamentablemente ya
nos estamos acostumbrando. No se
entiende tanta perversidad, a menos que la razón sea que los humanos somos una
especie enferma…
Los últimos
estudios revelan que las lagunas y los mares se están secando; y esa agua que
se evapora se descarga en otros lados donde los vientos la llevan, ocasionando
los daños que ya se están viviendo…
Según estudios satelitales
fotográficos, hemos extinguido ya el 68 % de la vida en el Planeta. Y lo mejor de todo, es que los políticos siguen
haciendo planes a largo plazo; a futuro.
Ignorantes del desastre ecológico que se ha ocasionado…
Y así mismo, ignorantes
de que nadie se puede amparar ante el desastre, pues aquí todo se regresa. Lo que se siembra es lo que se cosecha. Y lo que hemos sembrado, es exactamente lo
que se está cosechando…
Nadie quiere vivir
la inseguridad y la violencia que se está viviendo. Y menos heredarla a las nuevas
generaciones. La gente quiere que las
cosas cambien; por eso exigen seguridad y un sistema de salud decente, por
decir lo menos…
El problema es que
pretenden que las cosas sean de otra manera; pero sin ellos ahorcar los hábitos. Sabiendo que, si se continúa por el mismo camino,
será imposible llegar a un destino diferente; y menos si no se quiere cambiar
de ruta…
Para que el mundo
cambie, se necesita, antes que nada, que el individuo cambie; y si él cambia -y
esa es la magia- su mundo cambia.
Y nos vemos
mañana, si el Sol me presta vida.
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