Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
DiarioLibertad@gmail.con.mx
- ¡Y miren quién lo dice!...
La condena para Julian
Assange recobrara su libertad fue, paradójicamente, declararse culpable de
un delito que no cometió; y más, cuando ejercer el periodismo no lo es; o,
mejor dicho, no lo era; como lo será a partir de hoy, con el “juicio” al
australiano...
Porque a partir de su “sentencia” -seguramente inspirada
en el Presidente López Obrador,
quien habilitó como secretos de Estado los trabajos comisionados a las Fuerzas
Armadas- todos los que ejercemos el periodismo y tenemos el privilegio de tener
tres amables lectores -más los espías, claro- en cualquier momento nos
atornillan...
Y de nada servirá que se clame injusticia, como la
proclamaron varias naciones en el caso de Assange,
pues lo tuvieron preso tantos años.
Por lo que también deben de haberle copiado al tabasqueño el “no
me salgan conque la ley es la ley”; declaración que solo puede darla un
tirano...
Por lo que todos los que ejercemos el periodismo estamos
en riesgo de ser señalados, por andar difundiendo cosas del Presidente: como que
tuvo una hija con la Alcaldesa de Tepic,
Geraldine Ponce, de la que no se quiere hacer responsable. Que
tiene unos hijos de lo peor; y algunas otras cositas nada edificantes que
han culminado con que es un Narco-Presidente...
Y está bien que ya se vaya -cuando menos del frente,
donde mandó a su protegida a sabiendas de que las cosas están que arden- ahora
sí que el robo en despoblado a quienes tenían sus ahorros en AFORES es
gravísimo y va a traer repercusiones...
Ni aun aceptando que los tenedores del ahorro ya se hayan
muerto; con seguridad que tienen familiares, a quienes lo justo sería que se
los devolvieran. Si ya tuvieron la
acuciosidad de buscarlos y ya hicieron el trabajo; de gente honesta será que se
los reintegren...
Ya que, independientemente de, en lo que pensaba
utilizarlos; es un robo tomar lo ajeno, aquí y en China. Y está bien que haya hecho, permitido y
solapado todas las transas que de sobra se conocen; y de las que muy
seguramente obtuvo un beneficio; pero ya robarse los ahorros, es otro nivel, se
llama delincuencia y se pena con la cárcel...
Robar a los que han ahorrado de su trabajo, no queda con
el discurso de primero los pobres. Vuelvo
y repito, un robo es un robo; y en su caso es con alevosía y ventaja. Por lo que no serán pocas las demandas que
recibirá; y que tendrá que arreglarlas; pues sí. Su consentida...
Algo oscuro anda por ahí, para que se haya decidido a
dejarle semejante paquete. Pero flaco
favor le hizo; él lo sabe y el tiempo lo aclarará...
Pero eso no es lo peor de todo este pestilente asunto,
que culminó con una duda tan grande como la existencia de las tres personas en
una: El padre, el hijo y el espíritu santo ¡y todos machos! -seguro se unirían
a la marcha gay-...
Porque para decirle a una dama, como sin duda lo es la
Presidente de la SCJN, doña Norma Lucía Piña
Hernández, que es una embustera -“que
no los engañe” fueron sus palabras- se
necesita no solo carecer de la más elemental cortesía y educación; además de diplomacia,
de política y de hombría, para faltarle el respeto a una dama y con esa
investidura. Pero hay más...
No obstante, para llamar mentirosa a una persona, primero
hay que ver de qué tamaño es la cola que uno tiene; y en este caso, en que la
llamó embustera, solo una frase se puede agregar ¡Y miren quién lo dice!
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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