Opiniones y Comentarios
Julio
Ricardo Blanchet Cruz
· Entre pedir
perdón y otorgarlo...
Muchos y mucho se ha escrito sobre el perdón. Desde el inmenso Mahatma Gandhi (1869 -
1948) “El débil nunca puede
perdonar. El perdón es un atributo de
los fuertes”.
Pasando por Nelson Mandela (1918 - 2013) “El
perdón libera el alma, elimina el miedo”.
Martin Luther
King (1929 - 1968) “El perdón no es un acto
ocasional, sino una actitud constante”.
Y podría citar a muchos más.
Ciertamente que el perdonar ennoblece. Y que perdonar sin olvidar, es
hacerse tonto solo. Pero no hablan de
pedir perdón; sino de perdonar. De perdonar
a los demás, a otros...
Y quien quiere que los demás lo pidan, es decir, que se disculpen, que
pidan perdón; da mucho en que pensar...
Porque el hecho de exigir que los demás se disculpen, debe llevar implícita
cierta dosis de rencor y resentimiento hacia alguien, de quien se considera que
lo ha ofendido; sin soslayar el sentimiento de antipatía y de venganza que
también están presentes en el hecho de exigir perdón, al grado de, o pides
perdón, o ya no te hablo...
Lo que solo es permitido a los niños de preprimaria cuando les quitan un
juguete. Pero llevarlo a la diplomacia,
es un absurdo. Al rato va a querer
romper relaciones con los que no vinieron y no se disculparon...
En pocas palabras. Como que es muy
arrogante el pedir que los demás se disculpen. El que lo pide, finalmente ha de
creer que con ello libera sus complejos.
Toda vez que le da la oportunidad de mostrar su grandeza, su
magnanimidad, al aceptar el perdón; y perdonar...
Pero ese no es el problema. Perdonar a los demás, puede ser lo más noble
que se quiera; y seguramente les ha de hacer sentir bien, a todos esos espíritus
chocarreros que andan jugando a la democracia...
No obstante, perdonar a los demás, es tanto como indultar al prisionero
que se tiene dentro. Pero nunca debe de
perdonarse a sí mismo. Pues quien
justifica sus propios hechos, lo hace, porque no aprendió ninguna lección y
seguramente volverá a llevarlos a cabo. A fin de cuenta hay una justificación...
Como los alcohólicos y en general, todos los adictos que gustan de evadir
la realidad. Aunque se llega a pensar,
en cuanta razón tienen para querer escapar.
El mundo está de cabeza y la humanidad no quiere cambiar su dañina forma
de vivir. Cuando la cantidad de niños
con cáncer, debiera ser el foco de alarma de que algo no anda bien; pero lo
atribuyen a la falta de medicamentos.
Por lo
pronto...
Proceso, publicó, que en las Aduanas de EE.UU. no hay ningún registro de
que el Gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya, haya cruzado la frontera
y aterrizado en territorio americano...
Y como está de moda el pedir perdón, la señora Sheinbaum dice que
Calderón, el villano favorito, lo menos que debe de hacer, es pedir perdón.
Y con la injusta sentencia a García Luna, pues ya tiene para rato para
seguirle tirando...
Sin soslayar que el juicio y la sentencia no han terminado. La Corte de Apelaciones dirá la última
palabra.
Y aquí nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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