Diario Libertad

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Don Sata

jueves, 17 de octubre de 2024

 

Opiniones y Comentarios

Julio Ricardo Blanchet Cruz

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                     ·    Entre pedir perdón y otorgarlo...

Muchos y mucho se ha escrito sobre el perdón.  Desde el inmenso Mahatma Gandhi (1869 - 1948) “El débil nunca puede perdonar.  El perdón es un atributo de los fuertes”.

Pasando por Nelson Mandela (1918 - 2013) “El perdón libera el alma, elimina el miedo”.

Martin Luther King (1929 - 1968) “El perdón no es un acto ocasional, sino una actitud constante”.

Y podría citar a muchos más.  Ciertamente que el perdonar ennoblece. Y que perdonar sin olvidar, es hacerse tonto solo.  Pero no hablan de pedir perdón; sino de perdonar.  De perdonar a los demás, a otros...

Y quien quiere que los demás lo pidan, es decir, que se disculpen, que pidan perdón; da mucho en que pensar...

Porque el hecho de exigir que los demás se disculpen, debe llevar implícita cierta dosis de rencor y resentimiento hacia alguien, de quien se considera que lo ha ofendido; sin soslayar el sentimiento de antipatía y de venganza que también están presentes en el hecho de exigir perdón, al grado de, o pides perdón, o ya no te hablo...

Lo que solo es permitido a los niños de preprimaria cuando les quitan un juguete.  Pero llevarlo a la diplomacia, es un absurdo.  Al rato va a querer romper relaciones con los que no vinieron y no se disculparon...

En pocas palabras.  Como que es muy arrogante el pedir que los demás se disculpen. El que lo pide, finalmente ha de creer que con ello libera sus complejos.  Toda vez que le da la oportunidad de mostrar su grandeza, su magnanimidad, al aceptar el perdón; y perdonar...

Pero ese no es el problema. Perdonar a los demás, puede ser lo más noble que se quiera; y seguramente les ha de hacer sentir bien, a todos esos espíritus chocarreros que andan jugando a la democracia...

No obstante, perdonar a los demás, es tanto como indultar al prisionero que se tiene dentro.  Pero nunca debe de perdonarse a sí mismo.  Pues quien justifica sus propios hechos, lo hace, porque no aprendió ninguna lección y seguramente volverá a llevarlos a cabo. A fin de cuenta hay una justificación...

Como los alcohólicos y en general, todos los adictos que gustan de evadir la realidad.  Aunque se llega a pensar, en cuanta razón tienen para querer escapar.  El mundo está de cabeza y la humanidad no quiere cambiar su dañina forma de vivir.  Cuando la cantidad de niños con cáncer, debiera ser el foco de alarma de que algo no anda bien; pero lo atribuyen a la falta de medicamentos.

Por lo pronto...

Proceso, publicó, que en las Aduanas de EE.UU. no hay ningún registro de que el Gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya, haya cruzado la frontera y aterrizado en territorio americano...

Y como está de moda el pedir perdón, la señora Sheinbaum dice que Calderón, el villano favorito, lo menos que debe de hacer, es pedir perdón. Y con la injusta sentencia a García Luna, pues ya tiene para rato para seguirle tirando...

Sin soslayar que el juicio y la sentencia no han terminado.  La Corte de Apelaciones dirá la última palabra.

Y aquí nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

 

 

 

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