Opiniones y
Comentarios
Julio
Ricardo Blanchet Cruz
· ¡Sin ánimos de
ofender!...
Pero...
¿Y Dios? ¿Dónde está Dios? ¿Para qué sirve? ¿Por qué nadie lo ha visto? me
refiero a la humanidad; no a los que viven vendiendo lotes en un paraíso que no
existe. Diríase que unos son cobradores
de piso y los otros son cobradores de nube.
Y más...
¿Por qué, si es todo poderoso, no hace nada para parar las matazones que a
diario suceden? ¿Cómo lo permite? ¿Por qué lo permite? Y no importan sus
razones. El fin, el que sea, no
justifica los medios...
Y diariamente hay miles de gentes que sufren al ver a su hijo, hermano,
padre, amigo, morir asesinado; o quedar descuartizado en un bombardeo del que
ya no se salvan ni los hospitales ni los refugios...
¿Por qué no hace nada? es lo menos que se puede preguntar a los creyentes
que solo alcanzan a responder, que porque existe el libre albedrío. Aun así.
Qué, en la infinita sabiduría que le atribuyen ¿no sabía que iba a pasar
lo que está pasando?
Pero la realidad es que los dioses no pueden hacer nada, porque no
existen. Si existieran serían verdaderos
monstruos que permiten que suceda todo esto...
En el entendido, de que una cosa es El Creador; que ese sí existe, si no;
pues no estuviéramos aquí. Sin duda alguien
nos creó, me refiero a la especie humana, aunque se extiende a todo El
Universo. Y otra cosa son los dioses
inventados por el hombre que, repito, solo le sirven a los que viven de la
farsa...
Lo que no muy se entiende; es para qué nos creó. Si finalmente ni falta hacíamos. De hecho, aquí entre nosotros, aunque es una
realidad a vistas, es que salimos sobrando.
Y no puede ser que nos haya creado para fastidiar a todos los demás...
Porque sería tanto como fastidiarse a sí mismo. Y esa es una de las características exclusivas
de los humanos. Que, estando enfermos,
por lo que comen, se dañan a sí mismos y consecuentemente dañan todo lo que
encuentran a su paso...
Y como no comemos lo que sería nuestro alimento natural, porque no lo
hay. No somos de aquí -no hay un alimento
propio para los humanos- por lo que deberíamos de comer lo que comen los
animales genéticamente más parecidos a nosotros, o sean, los primates. Pero no...
De nada le sirvió a Prometeo, el Titán, amigo de los mortales, el
ser expulsado del Olimpo y castigado por Zeus, al haberle regalado el
fuego a los hombres. Como no existe el
alimento natural de los hombres, entonces se comen lo que sea. Ya cocinado, va para adentro...
Hay hasta festivales culinarios internacionales. Podría decirse que ese es el grave daño que Prometeo
le hizo a la humanidad. Aunque finalmente
el fuego que le robó a los Dioses, era para calentarse, no para cocinar...
Comemos lo que no debemos de comer, pensamos lo que no debemos de pensar
y actuamos como no debemos de actuar.
Todos, sin excepción, somos el resultado de lo que hemos comido. Comemos porquerías, pues en eso nos
convertimos...
A simple vista no se encuentra otra razón ante tanta estulticia. No puede haber nada más estúpido, que
destruir el hábitat. Ningún animal lo
hace...
Pero sí que hay una explicación del porqué actuamos contra natura. Y la respuesta lleva en sí misma la pregunta:
¿Porque vamos contra natura? pues porque no somos de aquí. No somos hijos de La Tierra. ¡Somos parásitos
de Ella! Por eso no encajamos como
eslabón en ninguna cadena ecológica...
En no pocas ocasiones he citado a Pitágoras (569 – 475) quien
dijo: “El hombre que actualmente puebla
el Planeta, vino de las estrellas; por eso siempre querrá regresar a ellas”.
Y un parásito, necesaria y forzosamente tiene que llegar de fuera...
Sin soslayar que, en las religiones, no sé si en todas, debe de haber
miles; pero cuando menos en las conocidas, dicen que sus Dioses vinieron del
cielo. Y que cuando se mueran se van a regresar
allí mismo. Siempre y cuando se hayan
portado bien y no haya echado mentiras...
Cuando la gente no cree en sí misma, entonces puede creer en lo que
sea. Y si no existe, pues mejor; así, ni
modo que vayan a reclamarle...
Pero al caso, recordé las palabras de Platón (427 - 347) “Si Dios es bueno, no es el autor de todas
las cosas; sino sólo de unas cuantas. Y
no de la mayor parte de las que le ocurren al hombre”...
Pero ya para terminar, citaré la sentencia pitagórica que echa por tierra
todas las teorías acerca del comportamiento del humano. “El bien y el mal no existen
solo existe la salud y la enfermedad”.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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