Diario Libertad

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Don Sata

domingo, 14 de febrero de 2016



EDITORIAL

·         “Botellita de jerez…”

Mal, pero muy mal se vio el argentino Bergoglio, no solo al venir a hablar de humildad y pobreza cuando se encuentra en la cima de la oligarquía y viaja rodeado de lujos como si fuera representante de una petromonarquía.

Sino  al espetarle en su cara a Peña Nieto que actuar dando preferencias a alguien es corrupción; cuando hasta el mismo Pontífice ha remarcado que en el Vaticano también la hay; pues es tanto como querer ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio.

Por lo que el producto soriánico del Atraco-mulco bien podría haberle preguntado al argentino si no se había mordido la lengua y contestado con un mexicanísimo “Botellita de Jerez”; porque si vamos a hablar de corrupción, el Vaticano no es precisamente el más indicado para abrir la boca. 

No obstante, más mal se vio todavía el Ilegal al responder que “la presencia del Papa contribuye a reafirmar la vocación colectiva de los mexicanos por la paz, la fraternidad, la justicia y los derechos humanos”.

Cuando empezando por la ONU, todos los organismos internacionales relacionados con los derechos humanos han censurado y denunciado que México es un país donde éstos no se respetan.

En cuanto a la justicia, mejor ni comentamos; como tampoco comentaremos de la fraternidad entre los mexicanos, cuando no hay día que no nos enteremos de crímenes y desapariciones, muchas de ellas por cuenta del Estado.

Pero lo más lastimoso del caso, es que los secretarios de la Defensa Nacional y de la Marina Armada de México, hayan hecho acto de presencia en el recibimiento al no muy querido invitado; cuando de ambas partes saben perfectamente quienes son los que están atrás de todo este asunto de la delincuencia organizada.

Lo cierto es ante la falta de voluntarios para recibir al sonriente argentino, que rápido aprendió la política y hasta sonríe y avienta bendiciones cuando le gritan que no es bienvenido y le muestran pancartas alusivas.

Como cuando Peña Nieto y su esposa son insultados por la muchedumbre que los intercepta por donde quiera que van -hasta en el extranjero- solo que ellos no avientan bendiciones.

Tuvieron que llevar acarreados; y el Pontífice, ya tocado por la fama, se encaramó en su papel de ídolo, y ni se dio cuenta que lo aplaudían por obligación y que previamente estuvieron ensayando las consignas.

Lo cierto es que el espectáculo de la llegada del argentino, con mariachis y canciones y todo lo demás, entre las hileras de presentación de personajes de “mucho gusto”, estuvo mucho mejor que el medio tiempo del Súper bol.

Y el argentino se veía feliz de ser el centro de atracción de todos.  Y si ya lo pusieron un sombrero de charro, que además le regalaron, no tarda algún trasnochado en sacarse un safety con el Pontífice y luego la PGR acuse al prelado de que era amigo de un narco y lo citen a declarar o le siembren algún arma.

Pero lo cierto es que hasta tuvieron que llevar acarreados para que el recibimiento no se viera tan desairado.

Y lo de “no muy querido”, es porque el Pueblo, sorprendentemente no solo no lo ha recibido a él como lo hicieron con los anteriores; sino que a través de muchos medios le han hecho saber que no es bienvenido y que su presencia, lejos de solucionar algo, solo vendrá a agravar aún más las cosas.

Por supuesto que quien más acarreados aportó a la recepción aeroportuaria del individuo, fue Eruviel Ávila, el gobernador del Estado de México que ya se perfila para seguirle cuidando las espaldas a su bienhechor, como lo ha venido haciendo desde que le heredó el cargo.

Y como él mismo, siguiendo la tradición de corrupción e impunidad, lo hizo con el impresentable Arturo Montiel; más conocido como “La Rata Montiel”, un individuo perfectamente capaz de jugarle chueco hasta la propia madre de sus hijos.

Pero cuando de lo que se trata es de echar “verbo”, no hay quien les pueda ganar a los políticos; y desde luego a los religiosos, que son otra clase de políticos que se cocina muy aparte; pero que afortunadamente cada vez tienen menos influencia entre las sociedades.

Aún en la idólatra iberoamérica, donde todavía quedan los últimos reductos de creyentes fanáticos que vacían sus magros bolsillos para quedar bien con algún ilustre desconocido que ocupa cualquier cargo importante, y lo veneran como si de verdad hiciera milagros.

Cuando el único milagro que se puede vislumbrar tras la visita del sujeto de marras, es que se haya gastado tantísimo dinero en aras de nada; porque la visita solo traerá todavía más arrogancia entre la podrida clase sacerdotal que solo es movida por el dinero; pero nada más.

Aunque lo cierto es que la costosa presentación pontificia es para reclamarle al Iletrado del Atraco-mulco el que no haya cumplido los compromisos que hizo de otorgarles concesiones de comunicación y acabar con la educación oficial en vías de favorecer a la iniciativa privada.

Que fue a lo que se comprometió a cambio de que anularan el matrimonio religioso de Angélica Rivera con José Alberto, el Güero Castro; para no irse al infierno por el ¡pecado mortal! de vivir como amante de la llamada “Gaviota”.

Lo que ciertamente es una posición muy moral que nada tiene que ver la vida personal que el individuo lleva en sus finanzas.

En otro orden de ideas:

Un manejo de la noticia es el que está llevándose a cabo por lo sucedido en el penal de Topo Chico, en Nuevo León; que independientemente es parte de la campaña que se lleva a cabo en contra de Jaime Rodríguez, el gobernador independiente apodado “El Bronco”.

Personaje que en este momento está sufriendo las consecuencias de no pasarles dinero a las sucursales locales de los cárteles de Televisa y TV Azteca, quienes rabiosamente se le han echado encima para desacreditarlo. 
 
López Dóriga no tanto; pues ya va de salida y él y su esposa están en un tris de ir a la cárcel por haber intentado chantajear a quien no debían.  No midieron bien las fuerzas.

El caso es que ahora los medios, obedeciendo instruccione$, informan detalladamente que los que murieron en la trifulca eran delincuentes, dando santo y seña del porqué estaban ahí y lo peligrosos que eran para la sociedad.

Pero el todo eso fuera cierto; y además, si verdaderamente las víctimas eran como los pintaron; para el Estado están mejor muertos que vivos, de ninguna manera lo exime de la responsabilidad de velar por la seguridad.

Indispensable condición que no cumplen las autoridades; porque si los muertos a diario los hay afuera de las prisiones, no podía esperarse menos que sucediera lo mismo tras las rejas, donde los de adentro son igual de corruptos que los de afuera.

La sobrepoblación de los reclusorios también es su responsabilidad.  El que dentro de las cárceles haya privilegios y bandas, es perfectamente sabido por todos.  Y tampoco se puede evitar pensar -siguiendo el refrán de piensa mal y acertarás- que guiados por el patrón yanqui de crear el problema para después solucionarlo, estén pensando que las cárceles deben estar en manos de particulares, o sea, de privatizarse; y así no sucederían estas cosas.  Son capaces de todo.

Para terminar, regresando con el tema de Topo Chico, un asesinato es un asesinato y el Estado tiene la obligación de investigarlo y hacer justicia.  El que las vidas que se perdieron estaban a su cargo y por ende eran su responsabilidad, es un argumento fuerte que no se puede defender con el hecho de que eran delincuentes peligrosos que a su vez debían muchas vidas.  Las Leyes son para todos.

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