Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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Cuestión de valores…
La muerte de Victor Barrio, el torero español que en la plaza de toros de Teruel
falleció cuando Lorenzo, que era el nombre del astado que le
traspasó el pecho cortándole la aorta, haciendo que su fallecimiento fuera casi
instantáneo, ha desatado una polémica entre los que están a favor de lo que
llaman “Fiesta brava”; y los que se oponen a la tortura y muerte de los
animales…
No obstante, a pesar de lo que
los partidarios de la tauromaquia que se dicen expertos en el tema, argumentan
que el toro de lidia es una raza criada especialmente para el espectáculo, y
por ende agreden por naturaleza, pero no sufren…
Lo que es totalmente falso; ya
que hay gente que ha criado a estos animales fuera de las ganaderías, y son tan
pacíficos o tan fieros como los críen -lo que prácticamente sucede con casi
todos los animales-…
Además de que la hormona del
miedo se encuentra siempre presente en todos los animales que van a ser
“sacrificados”; lo que confirma que los animales presienten lo que les espera y
registran el dolor…
Pero la polémica, que
recientemente se desató con la muerte del gorila Harambe en el zoológico de Cincinnati, EEUU, quizá debiera ir más
allá, toda vez que en este mismo espacio se opinó que el Gorila no le haría
daño al niño que cayó en el foso. Los
gorilas son inofensivos; hay suficientes pruebas de ello…
Además de que en última instancia,
la vida del gorila era más valiosa que la del niño; lo que ocasionó la ira de
muchos internautas. Pero
independientemente de que comprar un gorila es más caro que comprar un niño -lo
que para este mundo materialista es algo dolorosamente cierto-…
Sin duda que para la VIDA también
lo es; ya que el gorila, al igual que todos los animales del Planeta, tienen un
papel que desempeñar dentro del sistema ecológico; y los seres humanos no lo
tenemos…
Si desaparecieran las abejas,
como bien lo dijo Albert Einstein (1187119
1- 1955) la humanidad sobreviviría solo tres años; pues los laboriosos
insectos antófilos -del griego antofilia= amor a las plantas- son los
encargados de la polinización; y si no hay plantas, la vida no puede subsistir…
De hecho, si desapareciéramos a
los toros de lidia, consecuentemente desaparecerían los toreros y toda la
parafernalia que existe a su alrededor; incluyendo por supuesto a los
aficionados que enriquecen con su presencia a quienes viven del negocio de la
muerte…
Pero si desapareciéramos a todos
los toros, nos daríamos cuenta de lo valiosos que son estos animales -que por
algo en la India los consideran sagrados- y no solo por la carne y la leche que
indebidamente proveen a las sociedades que consumen esos productos…
Y ni siquiera porque en algunas
regiones de África, en lugar de matarlos y comérselos, diariamente los sangran
y cada integrante de la familia se toma un pequeño vaso; y así subsisten. El noble animal la repone pastando en los
áridos terrenos…
Sino por su imprescindible valor
como un eslabón en la cadena ecológica.
Y en ese contexto, todos los animales, que además estaban aquí antes de
que nosotros llegáramos a destruir todo lo que a nuestro paso se ha puesto por
enfrente, son mucho más valiosos que la propia existencia humana…
La arrogante postura de que somos
la cúspide de la Creación, imbuida por casi todas las religiones, es
aberrante. La cacería, por deporte, es
producto de la miseria humana y quienes la practican son entes de bajo espíritu
y nula consciencia de su verdadero valor…
Sin exagerar, desde el punto de
vista científico, la humanidad entera somos parásitos de La Madre Tierra; y el
día que desparezcamos todos, los demás seres vivos con los que convivimos y
sobrevivan a nuestra estulticia, seguramente estarán de fiesta…
Cabe citar que el toro no fue
indultado ni se aplicó la Ley de la legítima defensa; pues el astado solo
luchaba por su propia vida...
Pero por la polémica que se ha
desatado en las Redes, donde ambos bandos se agreden con odio; unos dicen que “Murió un asesino serial más”; “La muerte
del torero también es arte”; “Falto que al toro le dieran rabo
y oreja del Víctor Barrio; y el
torero merecía ser sacado en arrastre lento”; entre otras muchas
opiniones igual de cáusticas…
Por su parte los partidarios de
la tauromaquia se aferran al espectáculo; cuando es un acto de profunda
perversidad divertirse con el sufrimiento y la tortura. Pero si no hay compasión ni siquiera con los
propios congéneres; pues es el método que utilizan las autoridades para llegar
a la verdad (¿?)…
¿Por qué habría de extrañar en
que en esta civilización enferma se tuviera un poco de piedad con los que son
considerados seres inferiores?…
Por cierto que el hecho que la
policía federal haya liberado al suegro del ex gobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal, sin haber detenido a
ninguno de sus secuestradores, lejos de ser un galardón, es una verdadera
vergüenza…
No solo porque al no detener a
ninguno de los delincuentes, hicieron evidente que recibieron un “pitazo” de
sus pares estatales para que se dieran a la fuga. Pero lo peor es que tienen que ser parientes
de algún político importante para que las autoridades se aboquen al caso…
Además de que demuestran que si
saben hacer su trabajo; y que si no lo hacen es porque tienen otros intereses.
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
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