Diario Libertad

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Don Sata

sábado, 19 de noviembre de 2016

Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz

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Mientras el presidente de México considera que modernizar el Tratado de Libre Comercio no requiere de negociaciones; lo que implícitamente lleva a pensar en que el cree que no hay que renegociarlo…

Aunque si hemos de ser sinceros, no se le puede pedir mucho a una persona de tan escasa preparación; que lógicamente se rodea de gente de lo “pior”, que no sabe ni “ler”-…

Pero eso, el que nuestros gobernantes no sean personas calificadas para los cargos que ocupan, no es la  única razón por la que estamos tan mal y vamos para peor; el pensamiento mágico de que todo se va a componer por milagro, es decir, sin que hagamos algo para que las cosas cambien, también contribuye, cuando menos a que no se tomen acciones…

A tal grado, que hay quienes creen en ello y por eso son tan frecuentes los anuncios que promueven sitios, productos y técnicas con las que se puede bajar de peso y lograr una figura esbelta, con el solo hecho de ponerse una faja…

El pensar que se puede llegar a una diferente meta, siguiendo el mismo camino; es absurdo, pero mucha gente, deformada en la creencia de un mundo mejor sin hacer nada, lo cree a pié juntillas…

Las estatuillas revestidas de templos, son “visitadas” por millones de personas en todo el mundo cada 24 horas; y normalmente acuden a pedirles milagros.  A eso le llaman tener fe…

“No sueñes con ganar, prepárate para ello”, tiene como leyenda una casa de deportes.  Y es cierto, pero a conveniencia se olvida que por ahí en alguna parte dicen: “A Dios rogando y con el mazo dando”…

El creer esas cosas, como que todo se arregla por sí solo, es lo que deben pensar los enfermos de la epidemia de diabetes que oficialmente ya se padece en México; que no entienden que deben cambiar su dieta.  Continúan comiendo lo mismo y siguen enfermos, con la azúcar controlada, pero enfermos; siguen siendo diabéticos…

El creer en milagros es vivir en el mundo de Peter Pan y Campanita y el Capitán Garfio, que viola las Leyes del equilibrio, conocidas como la Tercera Ley de Newton: “Toda acción trae consigo una reacción igual y de sentido contrario”, y por lo tanto los milagros no suceden, no puede suceder.  Todo está sujeto a la Ley de Causa y Efecto…

Ley a la que los romanos llamaban del “Acto-Reacto”.  Pero para aquellos quienes aseguran haber sido testigos o beneficiados por algún hecho milagroso que lo atribuyen a alguna deidad…

Aceptando que los milagros por intervenciones divinas puedan suceder, la descalificación hacia la creencia se acentúa aún más.  Porque eso de hacerles milagros a unos y no a todos, suena discriminatorio, es discriminatorio; y aceptar esas creencias es tanto como jugar a la ruleta.  A ver si en una de esas le toca…

Por cierto que el papa argentino parece que está sendo el blanco de la divina oligarquía, o sea, del colegio cardenalicio, que vienen siendo como los que en EEUU deciden quién ganó la elección, pues son los encargados de designar a los papas…

Se supone que su dios es el que decide quien será el sucesor de san Pedro; pero hasta en ello Don Sata mete su cola y no todos, ni siquiera la mayoría se pone de acuerdo.  Generalmente, después de discutir y discutir, sabiendo que finalmente ellos, los cardenales son los que tienen la batuta, se ponen de acuerdo y echan humo blanco…

Y la gente, en cuanto ve el humo que pacientemente han esperado, aunque no tanto como los españoles para elegir un presidente, se vuelven locas de alegría -como cuando el humo de la droga incinerada es inhalado por un grupo de personas a las que el viento favoreció tan magnánimamente- sin siquiera saber el nombre del electo…

Finalmente es sabido que tanto EEUU, como el Vaticano hablan de democracia; pero no la practican; ni por asomo…

Pero estábamos en la bronca entre Francisco el argentino y los cardenales, cuatro de ellos muy influyentes.  Cabe citar que el Colegio está conformado por 213 cardenales, pero solo 110 tienen derecho a votar; y que los cardenales los nombra el Papa, como el presidente prácticamente designa a los magistrados de la Suprema Corte.  Cosas de la política divina y la no tan divina, sino más bien todo lo contrario…

Pues el Papa dice que los divorciados pueden tener otra pareja sin quedar ex comulgados; y los cardenales dicen que sí, que para no irse al infierno por pecadores, tienen que anular el matrimonio religioso…

Pero como el anulamiento es caro, en veces hay quienes han prometido entregar la educación a los curas, además de medios de comunicación y poder ser electos para cargos públicos, el asunto, como todo lo que huele a religiones, se resume a pesos y centavos…

Que también es a lo que se reduce el Buen Fin.  Una clara muestra de lo que pueden hacer los medios de comunicación; pues parece increíble que viendo cómo están las cosas, y conociendo que los voraces comerciantes nunca pierden; menos cuando están apoyados por los Bancos, crean en las ofertas y hasta se endeuden por quedar bien y sentirse aceptados.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.





     

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