Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·
Del
Paraíso perdido…
Si la Organización mundial de la
salud (OMS) es responsable de organizar la salud del mundo; pues hay que hacer
algo para cambiar a sus dirigentes, porque no ha funcionado…
Sus integrantes viven no en la
antigüedad, que sería lo más favorable, sino en la total modernidad, es decir,
saben mucho de enfermedades y de medicinas; pero no saben de salud…
El mundo está enfermo. El que la gente, que los pueblos se maten por
dinero ¿no es que están mal de la cabeza? o cómo lo califican los solones de la
OMS -otro más de los departamentos de la ONU que, como toda ella, no sirve para
nada-…
Es un elefante blanco que cuesta
dinerales, y sus “resoluciones” solo son acatadas si a los señores de
Washington les parecen. Y ahí está la
Resolución 242 emitida en 1967 y nadie le hace el menor caso…
Y ahora, volviendo a la salud y
su Organización, acaban de sacar un refrito. Desde hace no mucho, se había descartado a la
homosexualidad como una enfermedad mental; pero ahora también excluyen en ese
mismo rubro de padecimientos mentales, a la transexualidad, que finalmente viene
teniendo el mismo origen…
Y ciertamente que tienen toda la
razón en excluir los trastornos sexuales como enfermedades mentales; ya que más
bien podrían considerase como trastornos del instinto, o enfermedades del
instinto…
Cabiendo aclarar que la OMS las
descarta como enfermedades mentales; pero no las descarta como enfermedades,
como trastornos. Cuyo origen tal vez lo
tenga en que la inmensa mayoría son hijos no deseados…
Y se esgrime lo anterior como
teoría, toda vez que no se conoce de ningún caso en el que los futuros padres,
al ser interrogados sobre que es lo que esperan, un niño o una niña, pregunta
casi obligada…
Han respondido que quieren que su
hijo sea homosexual, o que su hija lesbiana; o que quieren que su primogénito
sea bisexual. En el entendido de que no
se desarrolla igual un hijo deseado, que uno no deseado…
Los hijos no deseados son los que
la llevan más difícil. Y en el futuro, o
superan con creces las adversidades, o se hunden; que lamentablemente es lo más
común que sucede…
México es una nación de
enfermos. Unos de una manera y otros de
otra. Por eso no mejoramos, o mejor
dicho, cada día vamos de mal en peor. Y
nadie va a venir a salvarnos…
Ni ganarle a Alemania y proponer
al “Chicharito” para Presidente nos
va a sacar adelante; porque el problema es que estamos enfermos y por eso
actuamos de tan irracional manera…
Que el corrupto gobierno de Peña Nieto haya privatizado el agua,
cuando sabido es que El AGUA ES LA VIDA,
sin que en masa el Pueblo hagamos algo para defender lo que es un derecho
inalienable, es una bajeza y debiera ser un delito en contra de la humanidad
-de lesa humanidad dicen los eruditos-…
Y esa inactividad ante las
amenazas demuestra que somos una sociedad enferma, que prefiere dedicar su
tiempo al juego de fútbol; en vez de ver por los intereses ya no de la Patria,
sino de nuestras familias…
El privatizar el agua es
privatizar la vida. Pero estamos
enfermos y no nos damos cuenta de lo que ello significa; aunque el gobierno
trate de disfrazar su felonía…
Decía el Maestro Hipócrates (480 -
365) “Lo primero que se le debe preguntar
a un paciente, es si quiere curarse; porque si no se quiere curar, nada podrá
curarlo”…
Y aunque el amable lector pueda
pensar que los enfermos siempre quieren curarse, es cierto a medias. Pues indudablemente que quieren aliviar sus
dolencias; pero quieren que los curen, no quieren curarse ellos mismos…
Y se pone como ejemplo a los
enfermos de diabetes; que no son capaces de cambiar su alimentación para
curarse. Ellos van al médico para que
les den sus pastillas o inyecciones, pero no ponen nada de su parte para
recobrar la salud. Y lo peor, se dedican
a comer precisamente lo que no deben…
Y todo porque los enfermos
piensan como enfermos. Por la simple y
sencilla razón de que no pueden pensar como sanos. Pero nunca faltan, o mejor dicho, sobran los
charlatanes que dicen que si te levantas y ves al mundo con alegría y le
sonríes, todo irá bien…
Pero resulta que para ver al
mundo con alegría y sonreírle tienes que estar sano. Nadie puede levantarse de buen humor si tiene
artritis, o gastritis, o colitis, o amigdalitis, o alguna otra itis, enfisema o
hemorroides…
Basta de escuchar a los lenguaraces
que pregonan el poder de la mente, y el poder de los dioses y los milagros. Porque si el estomago reacciona acorde a los
que ingerimos, a lo que le echamos; y lo mismo sucede con el hígado, con los
pulmones o con los riñones ¿Por qué la mente no habría de reaccionar a lo que
comemos?...
Finalmente todos somos el
resultado de lo que hemos comido. Luego es innegable que pensamos acorde a lo
que comemos. Y actuamos acorde a lo que pensamos
-aunque a fuerza de ser sinceros, son peores nuestros pensamientos que nuestros
actos-…
Y si comemos lo que no es debido,
si comemos lo que no es natural a nuestra especie animal, pues pensamos y consecuentemente
actuamos de manera antinatural. El
destruir el hábitat es lo más antinatural que puede concebirse -y lo más
estúpido-…
Es así de simple. Comimos del fruto del árbol prohibido y nos
expulsaron del Paraíso TEERRENAL. Lo que
quiere decir que el Paraíso está aquí en La Tierra, por eso es terrenal…
Sin embargo, acudiendo a la lógica,
se deduce que se puede regresar al Paraíso Terrenal -o sea, regresar del auto
exilio- sin enfermedades y guerras, si dejamos de comer lo prohibido y comemos
lo debido.
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario